EL FLAMENCO: cultura y tradiciones

El Flamenco

El flamenco es uno de los elementos más característicos de la cultura española, en especial a lo largo de la región sureña de Andalucía. Es un género musical  con un gran contenido estético que le impregna de una gran personalidad diferenciadora del resto de las músicas que pueblan el mundo musical.

El flamenco es una forma de arte musical que se originó en Andalucía hacia el siglo XVIII, tal y como lo conocemos hoy en día, aunque existe mucha controversia sobre su origen. Lo que sí está aceptado por los entendidos es que, en su estado más puro, su origen se concentra en la Baja Andalucía, entre las provincias de Cádiz y Sevilla.

Los primeros artistas del siglo XVIII surgieron en Triana, que junto con Jerez y Cádiz es el enclave en el que el flamenco deja de ser una expresión folclórica para convertirse en un género artístico.

El flamenco es el resultado de la fusión de la música vocal, el arte de la danza y el acompañamiento musical, denominados respectivamente cante, baile y toque. El traje de flamenca es el elemento más característico y vistoso del flamenco.

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El flamenco se interpreta con motivo de la celebración de festividades religiosas, rituales, ceremonias sacramentales y fiestas privadas.

Es un signo de identidad de numerosos grupos y comunidades, sobre todo de la comunidad étnica gitana que ha desempeñado un papel esencial en su evolución. La transmisión del flamenco se efectúa en el seno de dinastías de artistas, familias, peñas de flamenco y agrupaciones sociales, que desempeñan un papel determinante en la preservación y difusión de este arte.

El flamenco ha sido declarado Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

El flamenco es como Andalucía misma: una tierra que encuentra su razón de ser en la diversidad, un lugar donde conviven multitud de puntos de vista y donde todos sus habitantes son conscientes de que eso les enriquece. Larga vida, pues, al flamenco, porque no sólo representa a un pueblo: también lo diferencia de los demás.

Origen e Historia

Tal y como lo conocemos hoy en día data del siglo XVIII, y existe controversia sobre su origen, ya que aunque existen distintas opiniones y vertientes, ninguna de ellas ha podido ser comprobada de forma histórica.

En un rápido ejercicio de imaginación podríamos trasladarnos hasta la España árabe, pues las modulaciones y melismas que definen al género flamenco pueden provenir de los cantos monocordes islámicos.

Hay también quien atribuye la creación de esta música a los gitanos, un pueblo procedente de la India -hasta hace relativamente poco se creía que eran egipcios- y desperdigado, por su condición de errante, por toda Europa. En España entraron a principios del siglo XV, buscando climas más cálidos que los que hasta entonces habían encontrado en el continente. Tampoco se pueden olvidar los diferentes legados musicales que dejaron los deudos andaluces en el Sur de España, donde habían tenido vigencia las melodías salmodiales y el sistema musical judío, los modos jónico y frigio inspirados en el canto bizantino, los antiguos sistemas musicales hindúes, los cantos musulmanes y las canciones populares mozárabes, de donde probablemente proceden las jarchas y las zambras.

Sin entrar en juicios de valor sobre qué teoría tiene más fuerza -existen otras pero con menos aceptación-, lo que sí se puede asegurar es que el flamenco nace del propio pueblo, tiene una evidente raíz folclórica, más al pasar por el tamiz de las gargantas de creadores puntuales se ha convertido en un arte indiscutible.

TÉRMINO “FLAMENCO”

Otro de los aspectos que hacen que este arte sea un verdadero misterio radica en definir cuál es la procedencia exacta del término «flamenco». Existen múltiples teorías acerca de la génesis de este vocablo, aunque quizás la más difundida es la defendida por Blas Infante en su libro «Orígenes de lo flamenco».  Según el padre de la Autonomía andaluza, la palabra «flamenco» deriva de los términos árabes «Felah-Mengus», que juntos significan «campesino errante».

También llegó a tener muchos adeptos la curiosa teoría que afirmaba que flamenco era el nombre de un cuchillo o navaja.

Como las anteriores, tampoco sigue sin corroborarse la teoría que afirma que la palabra flamenco se debe a que la música polifónica de España en el siglo XVI se acrecentó con los Países Bajos, es decir, con la antigua Flandes. Antiguamente se creía que los gitanos eran de procedencia germana, lo que explica que se les pudiera llamar flamencos.

Finalmente, existen dos hipótesis menos comprometidas, pero bastante interesantes. Antonio Machado Álvarez (Demófilo) dice que «los gitanos llaman gachós a los andaluces y estos a los gitanos los llaman flamencos, sin que sepamos cuál sea la causa de esta denominación». Y Manuel García Matos afirma: «Flamenco procede del argot empleado a finales del siglo XVIII y principios del XIX para catalogar todo lo que significa ostentoso, pretencioso o fanfarrón o, como podríamos determinar de forma genéricamente andaluza, echao p\’alante«.

Cante, baile y toque

El cante flamenco, que también así se denomina todo el género musical,  se presenta al público, en formato de dúo, es decir un cantaor o cantaora más la persona que le acompaña con la guitarra. Se cimenta sobre estructuras musicales diversas, que se denominan cantes, estilos o palos.

Se denomina «cante» a la «acción o efecto de cantar cualquier canto andaluz», definiendo «cante flamenco» como «el canto andaluz agitanado» y el “cante jondo” como «el canto más genuino andaluz, de profundo sentimiento».

Otra variante de exposición del flamenco es en grupo (llamado Cuadro Flamenco) de músicos los cuales cantan, tocan la guitarra y/o bailan interpretando algunos de los diferentes estilos que conforman la música flamenca.

El baile flamenco es una forma de expresar los sentimientos y las pasiones humanas a través de movimientos que surgen de las danzas que contiene esta música.  Su técnica es compleja y la interpretación es diferente, según la creatividad del artista que lo ejecute, si es un hombre lo bailará con gran fuerza, recurriendo sobre todo a los pies (el zapateado); y si es una mujer lo ejecutará con movimientos más sensuales.

El toque nace como acompañamiento instrumental del cante y del baile. El toque de la guitarra flamenca ha  sido la disciplina que más tarde llegó al género musical, pero es la que más ha evolucionado en el tiempo de existencia del flamenco. Éste se acompaña también con otros instrumentos como las castañuelas, y también con palmas y tacones.

El flamenco también se apoya en otros instrumentos como castañuelas o palillos, las palmas, el zapateado, el golpe con los nudillos de las manos y, más recientemente, el piano, el cajón, la flauta, el violín, etc.

Los palos flamencos

Los palos del flamenco son cada uno de los estilos de cante de este arte. Existen más de cincuenta y cada estudioso los agrupa de una forma distinta, ya sea por procedencia, según su métrica, si van acompañados o no de guitarra o baile…

Para entenderlos, es importante saber que cada uno de los palos del flamenco tiene una estructura, con una parte fija y con una parte variable (porque en un tablao flamenco puede pasar de todo, y hay que dejar un espacio a la improvisación). Como todos los artistas de un cuadro flamenco conocen esta estructura, todos van “al mismo compás”.

Los principales palos flamencos serían los siguientes:

Alegrías: Su propio nombre lo dice; este es un compás que indica fiesta y alborozo. Su compás es el mismo que el de la soleá, pero va más rápido.

Bulerías: No hay fiesta flamenca que no acabe por bulerías. Es el cante y baile más flexible de los palos del flamenco, y parece ser que proviene de los gitanos de Jerez, en Cádiz. El compás es (otra vez) el mismo que el de la soleá, ¡pero trepidante! Las bulerías transmiten barullo, alboroto… En el caso de que sean bulerías por soleá, el ritmo es más lento.

Fandangos: De origen árabe y portugués, este compás nos recuerda al fado y a la mezcla de culturas. Cada zona ha hecho suyo su propio estilo, y así hoy tenemos los fandangos de Huelva, los fandangos de Málaga (o malagueñas), las rondeñas, las jaberas, los jabegotes, los verdiales, el chacarrá, la granaína, el taranto y la taranta etc.

Seguiriyas (o seguidillas, según con quién hables): Es un cante lleno de sentimiento, triste y doloroso, el que más nos recuerda al cante hondo. Su baile suele ser muy solemne, sin ornamentos, y muy emocionante.

Sevillanas: Es posiblemente el baile flamenco más extendido; se baila en toda Andalucía y tiene la singularidad de que se danza en parejas. Las sevillanas es el baile por excelencia de la Feria de Sevilla.

Soleás o soleares: Se discute si su nombre viene de soledad, o de solear, es decir, ponerse el sol. También es un cante solemne, con sentimiento, y es uno de los pilares de los palos flamencos.

Tangos: Como las soleares, los tangos son uno de los palos del flamenco fundamentales. El baile por tangos es posiblemente el más antiguo, aunque después este palo se haya independizado a solo cante. Aquí es donde un flamenco puede demostrar toda su picardía, su gracia y su salero…

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6 comentarios en “EL FLAMENCO: cultura y tradiciones”

  1. Wow, soy de México y en geografía estamos viendo las diferentes culturas y me tocó ser un lapbook de la cultira flamenca y tu blog está super genial, muchas gracias, saludos desde México

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