TEIDE: parques y reservas naturales

El Parque Nacional del Teide es sin duda el lugar que más identifica a Tenerife. Está localizado en el centro de la isla, a una altitud media de 2.000 metros, y su cima representa el pico más alto de España, con 3.718 metros. Sus cifras de récord también incluyen que es el parque nacional más visitado de España y Europa, al recibir unos tres millones de turistas al año.

Su paisaje se configura alrededor del mayor volcán de España: el Teide, cuya última erupción se remonta a 1798.

El parque se creó en 1954 en reconocimiento a su singularidad volcánica y biológica. Su extensión es de casi 19.000 hectáreas, lo que lo convierte en el mayor y más antiguo de entre todos los parques nacionales de las Islas Canarias. Cuenta con una Zona Periférica de Protección, y está rodeado del Parque Natural de la Corona Forestal, que con 46.612,9 hectáreas de extensión, es el espacio natural protegido de mayor extensión de toda la Comunidad Autónoma de Canarias.

En el parque nacional del Teide puedes encontrar la muestra más completa de vegetación de piso supra-mediterráneo que existe. Además, constituye una de las manifestaciones más espectaculares de vulcanismo en todo el mundo, y por supuesto, la más destacada de Canarias.

Fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 2007 con la categoría de Bien Natural. Es también Diploma Europeo por el Consejo de Europa y forma parte de los Lugares Red Natura 2000. Además, está reconocido como destino para observar las estrellas por la Fundación Starlight.

Desde el punto de vista geomorfológico estamos ante una maravilla de la naturaleza. La estructura de la caldera y el estratovolcán Teide-Pico-Viejo son únicos en el planeta. Aunque no queda ahí su valor. Los cientos de conos, coladas o cuevas con las que cuenta enriquecen su interés científico y paisajístico. A ello se añaden su riqueza de fauna y flora, con una gran cantidad de endemismos canarios y especies exclusivas del parque.

Lo que no te puedes perder al visitar el Teide

Recorrer la zona, incluso en coche, es todo un espectáculo. El paisaje es sobrecogedor se mire por donde se mire. Para conocerlo con mayor profundidad, lo mejor es que subas por una carretera y bajes por otra. El mayor contraste se da entre las que llegan por el norte y las que lo hacen por el sur.

Las Cañadas del Teide forman una gigantesca Caldera de unos 17 km de diámetro sobre la que se asienta el Pico del Teide, de 3.718 metros, que supone la mayor altura de España y el tercer volcán más alto del mundo. La nieve del pico junto a las coladas de lava que se derraman por sus laderas forma una combinación única que no te cansarás de admirar.

Si acudes en primavera no te puedes perder el maravilloso tajinaste rojo, que puede llegar a medir 3 metros de altura y que presenta miles de minúsculas flores de un rojo intenso. Otro tesoro único en el mundo es la violeta del Teide, emblema y orgullo del Parque, que sólo se encuentra por encima de los 2.500 m de altitud. Si consigues verla, siéntete muy, muy afortunado.

Si el paisaje y la vegetación son como de otro planeta, la fauna no se queda atrás. Fíjate bien en los animales más pequeños. Gran parte de los insectos que veas no lo encontrarás en ningún otro lugar. También te tropezarás con reptiles únicos, como el lagarto tizón, el perenquén o la lisa. Si eres un amante de los pájaros, aquí podrás avistar al cernícalo, al alcaudón real y a algunas especies endémicas como el pinzón azul. Aunque se trate de una especie introducida por el hombre, hay que destacar a un mamífero notable: el muflón de Córcega. Te retamos a que lo encuentres porque suele ser muy huidizo ante la presencia humana.

¿Qué actividades puedes hacer en el Teide?

Una de la experiencias más excitantes que te aguardan en el Parque Nacional es la de subirte al teleférico. La estación base está a 2.356m de altitud y la estación superior a 3.555m. El tránsito entre estaciones dura unos 8 minutos y la sensación es electrizante. Una vez finalizado el recorrido disfrutarás de unas vistas extraordinarias desde el mirador.

Aunque hayas subido en el teleférico hasta la estación superior, aún no puedes decir que has estado en el punto más alto de España. Desde aquí parte un sendero para ascender al cráter a pie. Se tardan unos 40 minutos y la dificultad es alta pero podrás presumir ante tus amigos de que has llegado al techo del país a golpe de calcetín. Si tienes la suerte de encontrar un día despejado, podrás embelesarte con la vista de hasta 4 islas desde la cima de esta mole impresionante: Gran Canaria, La Palma, El Hierro y La Gomera, además de la propia isla de Tenerife que se mostrará a tus pies orgullosa de su belleza. Para disfrutar de esta inolvidable experiencia es necesario obtener un permiso especial que se solicita en la web del parque. Es aconsejable reservar con uno o dos meses de antelación según la época del año. El permiso es gratuito y es sólo válido para la fecha seleccionada. Si por causas meteorológicas o de otra índole no se puede realizar la visita, el permiso caduca.

Si pasas la noche en el Refugio de Altavista, no necesitarás tramitar el permiso de acceso al Pico del Teide para ver el amanecer. Eso sí, deberás haber abandonado el sendero antes de las nueve de la mañana. Es decir, ¡madruga, sube y vuelve a bajar cuanto antes! Te aseguramos que merece la pena.

Mantener un contacto pleno con la naturaleza salvaje del Parque Nacional es posible gracias una Red de Senderos que te permitirá realizar rutas auto-guiadas o con el acompañamiento de guías oficiales (todos los días del año excepto el 1 y 6 de enero y 25 de diciembre). Los itinerarios varían en longitud, tiempo de recorrido y grado de dificultad. En el caso de que optes por una ruta guiada, es necesario que la solicites en la oficina del Parque Nacional en horario de lunes a viernes (de 9 a 14 h.), en el teléfono 922 92 23 71, en el email teide.maot@gobiernodecanarias.org o en los Centros de Visitantes del Parque Nacional.

Te recomendamos a llevar a cabo la ruta de Los Roques, la zona alrededor del sendero Roques de García, que es una de las más visitadas dentro del Parque Nacional. Es un buen lugar desde el que hacer la mejor foto del Teide con el famoso Roque Cinchado en primer plano, esta curiosa formación es conocida por haber sido imagen de los antiguos billetes de mil pesetas (los Roques son chimeneas volcánicas que terminaron solidificándose). La ruta tiene un recorrido de 3,5 kilómetros, que suele realizarse en un par de horas.

En pocos lugares del mundo se da la circunstancia de que un paisaje extraordinario acoge también instalaciones científicas de primerísimo orden. Las instalaciones del IAC (Instituto Astrofísico de Canarias) se encuentran entre las más importantes del planeta. Puedes visitarlas y conocer de cerca los secretos del Universo contactando con la empresa Volcano Life que ofrece visitas guiadas en español, inglés y alemán previa reserva a través del 637 365 429 ó del email reservas@volcanolife.com También puedes visitar su web.

Este Observatorio se instaló en Tenerife porque, junto a La Palma, Chile y Hawai, cuenta con el mejor cielo del mundo para observar las estrellas. Una ley autonómica, conocida con el poético nombre de Ley del Cielo, controla la contaminación lumínica y evita que el “progreso” le robe a los tinerfeños uno de esos maravillosos pequeños placeres que proporciona la naturaleza: la contemplación de la bóveda celeste. Además, la isla posee la certificación internacional de destino Starlight. Existen instituciones y empresas especializadas en el “turismo de las estrellas” que ofrecen información y rutas guiadas.

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1 comentario en “TEIDE: parques y reservas naturales”

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