CATEDRAL NUEVA DE SALAMANCA; catedrales de España que merece la pena visitar

24 enero, 2014 at 10:02

Catedral Salamanca

Salamanca, como otras sedes episcopales castellanas, vio erigir una catedral románica en el siglo XII en estilo románico que es considerada como uno de los más notables edificios medievales de Castilla y León, especialmente por su bellísimo cimborrio -evolución del de la catedral de Zamora- y la calidad de sus capiteles interiores. Pero la capital salmantina vio incrementada notablemente su población en los posteriores siglos, en gran medida por el poder de atracción de su brillante universidad.

Por esta razón, a comienzos del siglo XVI se empezó a barajar la posibilidad de proyectar un nuevo templo catedralicio. Por aquellos tiempos, la antigua sede románica debió parecer, además de pequeña, también oscura y obsoleta en comparación con lo que se llevaba en los siglos bajomedievales en otras diócesis. Sólo hay que citar el caso de la colosal catedral de Sevilla, iniciada un siglo antes, con sus cinco naves y dimensiones mastodónticas.

En 1513 se inició un nuevo templo, afortunadamente respetando casi por completo el antiguo edificio medieval, caso único junto a Plasencia en que la anterior catedral es respetada.

El nuevo templo se va a concebir en lo que actualmente entendemos como gótico tardío, Es por ello que a la Catedral Nueva de Salamanca se la considera, junto a la catedral de Segovia, la más tardía de estilo gótico construida en España.

La Catedral Nueva puede ser divisada desde casi cualquier lugar de la ciudad gracias a su enorme volumen y a sus dos prominencias superiores: el cimborrio y el campanario. Es por el costado sur desde donde se tiene mejor perspectiva del templo catedralicio. Tan alto y poderoso se muestra su silueta que apenas deja ver la antigua seo románica adosada, de menor altura y situada en un lugar más bajo de la colina.

Sin embargo, lo habitual es acceder a la catedral desde el centro de la ciudad por el costado opuesto, el septentrional. A medida que nos acercamos, nos vamos haciendo conscientes del verdadero tamaño del templo, con su ya citado escalonamiento de alturas entre la nave principal, las naves laterales y las capillas.

El cimborrio

Cimborrio Catedral Salamanca

El cimborrio es uno de los elementos más notables de la Catedral Nueva de Salamanca. Originalmente fue una construcción barroca de Joaquín Churriguerra que lo acabó en el año 1725. El terremoto de Lisboa afectó a su cúpula y hubo de ser reconstruido, esta vez por mano de de Juan de Sagarvinaga en 1765. Se yergue en el espacio del cuadrado del crucero sobre los cuatro arcos torales mediante pechinas decoradas. El cilindro erigido se abre al exterior por ocho amplios y luminosos ventanales y más arriba se cierra mediante la correspondiente cúpula semiesférica, también muy decorada.

Fachadas y portadas

La fachada occidental es la principal y está formada por tres puertas góticas flamígeras de transición a lo renacentista, correspondientes a las tres naves.

La más ornada escultóricamente es la central, donde aparecen dos escenas del Ciclo de la Natividad. A la izquierda, tenemos la adoración de los pastores y a su derecha está la de los Reyes Magos. En lo alto aparece Cristo crucificado flanqueado por San Pedro y San Pablo.

Las fachadas de los hastiales del transepto tienen parecida morfología estructural pero están casi exentas de escultura.

Hay que mencionar una última portada, la llamada Puerta de Ramos abierta en uno de los tramos de la nave lateral norte. Encima del vano se colocó un bello grupo escultórico que relata la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén.

Aunque siendo sinceros, la Puerta de Ramos es más conocida por la famosa estatuilla de un astronauta, fruto de una restauración de 1992 y que los visitantes se afanan en descubrir entre la hojarasca tardogótica de una de las jambas. Te reto a que la visites y averigües donde se encuentra.

astronauta catedral salamanca

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POZOS DE LOS HUMOS; las cascadas más espectaculares de España

10 septiembre, 2013 at 11:11

CASCADA-Pozo de los Humos. Masueco, Salamanca

El Pozo de los Humos es una cascada en el cañón del río Uces, situado en la comarca de las Arribes del Duero, al noroeste de la provincia de Salamanca, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España.

La granítica pared por la que fluye la cortina de agua tiene una caída libre de 50 metros, que al llegar abajo forma una nube de vapor que se eleva por todo el contorno siendo un espectáculo inolvidable que no tiene parangón en la península ibérica .

Esta cascada es uno de los lugares de mayor atractivo turístico dentro del Parque Natural de Arribes del Duero.

Maravillosa vista es el contemplar la caída desde más de cincuenta metros en vertical y en terreno rocoso del agua del afluente del Duero llamado el Uces, que se bifurca en este punto y da lugar a la creación por obra y gracia de la naturaleza de esta natural cascada (las cataratas de Niágara sólo la superan en dos metros ya que alcanzan los 52 metros).

Teniendo el Pozo de los Humos delante se ve cómo a su derecha aparece una nueva cascada, esta vez un leve hilo que se despeña y que recibe el nombre del Pozo de las Vacas.

Este espectáculo que ni siquiera escapó a la atención de D. Miguel de Unamuno que lo visitó quedando prendado de su belleza y plasmando la magnificencia con estas solemnes palabras “La Caída de esas aguas es una de las más hermosas que pueden verse en aquellos adustos tajos“ rebautizándose a consecuencia de tal distinción y con el nombramiento municipal de aquella senda por la de «la Senda de Unamuno».

La mejor época para contemplar el espectáculo es desde diciembre hasta mayo ya que es cuando el agua cae con más ímpetu.

Siguiendo el cauce después del espectáculo vaporoso se llega al río Duero, a la frontera natural de este paraje entre España y Portugal. Unos metros más abajo otro espectáculo, esta vez obra del hombre: el embalse de Aldeadávila.

Después de la visita al Pozo merece la pena ir a comer a la ermita de Pereña; tiene unas vistas espectaculares de Portugal y del río Duero.

Cómo llegar

La visita del Pozo de los Humos se puede realizar tanto desde el municipio salmantino de Pereña (para ver la cascada de frente) como desde Masueco (para ver la cascada justo por encima).

Por la parte de Masueco se baja por la Senda de La Roblea que nos emboca a la coronación del nacimiento de la cascada , pudiendo transitar por la pasarela rústica que está construida para valientes, anclada con cierta temeridad en la roca para los más avezados. La bajada por la Cañada de Zarzalino que desciende al Pozo es también un reto para intrépidos.

Por la parte de Pereña bajamos por el sendero de Palla Rubia, aquí desembocamos hasta un pequeño estanque que se forma de la salpicaduras de tan angosta caída. En esta senda hemos dejado atrás una Cueva Natural que contiene pinturas rupestres.

La visita a la zona del paraje de Trincalino, llama a campistas que bajan aun otros doscientos metros en las laderas ribereñas, donde es famoso el espectáculo impresionante y poco visto de los cerezos en flor en el mes de Enero que con su microclima permite en pleno invierno temperaturas de más de treinta grados en los emboques del Duero. Ni los más viejos del lugar recuerdan estos parajes nevados, y no se recuerdan pasajes o leyendas que menciones ni siquiera una cuajada de granizos.

Naturaleza

Robles, enebros y castaños, olivos, endrinos y jarales contemplan al viajero y dan cobijo al jabalí, al lobo, al lince ibérico y a cabras montesas, así como cantidad de aves migratorias, tórtolas, palomas, gansos y gaviotas de río son vistas con frecuencia y se hospedan para siempre.

La Cigüeña negra anida en estos parajes y la majestuosidad del Buitre nos indica el punto a coronar en nuestro empeño en llegar al inigualable Pozo de los Humos. Los amantes de los pájaros pueden ver al águila, el milano, el abejaruco y el alimoche en su estado natural, la lechuza y el búho aurrucan al campista, anfibios, salamandras, ranas, reptiles y alacranes son frecuentes en la zona y se deben de guardar las debidas precauciones en las acampadas especialmente no se deben de levantar piedras para calzar las tiendas de campaña sin los correspondientes guantes de trabajo.

El granito enriquece la zona producto de las distintas erosiones que afloraron tan digno mineral del que lugareño hizo buen uso en la construcción de chozos, molinos, iglesias y candelas, con su procedencia datada del Paleozoico.

Los olivos milenarios guardan las historias y secretos de estas sendas que tantos pies han caminado, reclamada por los portugueses, defendidas por los ibéricos, han estado presentes en la memoria de los viajeros, dejando una huella indeleble en sus corazones que se van acumulando en el viento que persistente recuerda al senderista la grandiosidad de este marco único e incomparable..