La Alpujarra de Granada: Ruta de Pueblos Blancos de Granada

1 agosto, 2023 at 19:56

La Alpujarra (en ocasiones las Alpujarras) es una región recóndita entre las provincias de Granada y Almería, llena de historia y leyendas, y que destaca por sus paisajes espectaculares y pueblos de gran belleza. Es una de las regiones más visitadas de la provincia de Granada.

Es un territorio de contrastes y en parte es debido a toda la historia que tiene detrás. Se trata de una zona sucesivamente colonizada, primero por los íberos y los celtas, el Imperio Romano, el pueblo visigodo y por último durante la conquista árabe hasta su posterior liberación por los Reyes Católicos.

Prácticamente intacta desde la época árabe, aún conserva la arquitectura beréber original, única en España. Sólo a finales del siglo XIX comenzaron a aventurarse por la zona artistas, bohemios y viajeros.

La arquitectura típica de la Alpujarra

La original construcción de la Alpujarra constituye uno de los elementos más típicos del paisaje alpujarreño. Se dice que su arquitectura está emparentada con modelos bereberes.

Las casas de Las Alpujarras son de forma cúbica con un tejado plano, propio de una zona de escasas lluvias. La cubierta está compuesta de arcilla magnesiana que se impermeabiliza con la lluvia y tiene un alero de piedra. Estos terraos que en la actualidad suelen funcionar como secaderos tienen una especie de caperuza, una chimenea casi cilíndrica coronada por una pequeña losa.

En muchos casos existen pasos que salvan las distancias entre una casa y otra, así la calle queda cubierta.

Las casas de las Alpujarras suelen tener dos plantas y, normalmente, están encaladas. En la planta de arriba estaban las habitaciones y la cocina, y en la de abajo las zonas destinadas al ganado y a los aperos de labranza.

En la Alpujarra, los pueblos se adaptan a su geografía. De esta manera, nos encontramos casas encaramadas en la montaña, unas debajo de otras formando terrazas y orientadas al sur, ya que en esta altitud los rayos de sol son muy apreciados. Este tipo de casas tradicionales se encuentran sobre todo en los pueblos pequeños, como Pampaneira o Bubión, donde las calles son estrechas y las casas pequeñas.

 

Muchas de las casa de la Alpujarra han sido restauradas respetando su sabor antiguo, pero incorporando las comodidades de la vida actual. Los vecinos las alquilan a turistas y visitantes que quieran disfrutar de la vida sana y tranquila de estos pueblos de montaña.

Las Fiestas de Moros y Cristianos

Entre las tradiciones que se han conservado en Las Alpujarras destacan las fiestas populares, entre ellas las de Moros y Cristianos, representación simbólica de los enfrentamientos que se desarrollaron en el siglo XVI.

En Lanjarón la noche de San Juan se celebra la Noche del Agua. Un evento muy especial en el que participa mucha gente, locales y visitantes. Durante una hora la fiesta en las calles del pueblo consiste en mojarse unos a otros, con cubos, pistolas de agua o cualquier cosa que tengas.

Al día siguiente, tiene lugar la fiesta del jamón. Tradicionalmente se hace una paella gigante en el Parque del Salaillo y se degusta el jamón de la tierra.

En cuanto a la música, su folklore es sobre todo con guitarras, bandurrias y laudes, las tradicionales canciones de rueda y de mecedores. Hay que hacer una mención especial a los troveros.

Artesanía de la Alpujarra

Las manifestaciones artesanales más interesantes las encontraréis en los tejidos; ya existieron antiguamente talleres de seda en la zona.

En los telares de la Alpujarra tradicionalmente se hacen jarapas, alfombras de «mota», tapices, etc… Uilizando ropas viejas que se hacían jirones y se mezclaban en el telar originando así bonitos coloridos.

También la alfarería, de origen nazarí, tiene un carácter propio en estas tierras altas.

La artesanía del esparto o la mimbre son otras de las tradiciones que se van perdiendo, aunque todavía se pueden ver algunas tiendas turísticas que venden estos productos.

Trevélez y su manjar más exquisito

Hay muchas razones por las que visitar este pueblo de la Alpujarra, pero la fundamental es por el jamón que aquí se hace. Apto exclusivamente para los paladares más exigentes, el jamón de Trevélez es un manjar de lo más exquisito.

Además es saludable, ya que es menos salado que el jamón al que estamos acostumbrados, ya que las condiciones meteorológicas de la zona permiten que esté menos tiempo en salazón.

Senderismo: rutas por la Alpujarra

Una de las mejores maneras de descubrir los alucinantes paisajes de la Alpujarra y el inagotable encanto de sus pueblos es recorriendo las distintas rutas y senderos, homologados y señalizados, que atraviesan la región.

Así, entre las rutas más atractivas se encuentra, por ejemplo, el GR 142 o Senda de La Alpujarra, un camino que conecta la localidad granadina de Lanjarón con Fiñana, ya en la provincia de Almería; 144 kilómetros de paisajes imposibles, huertas y olivares, arquitectura popular, fuentes y molinos, ermitas… Su primera etapa –de las 13 que conforman la ruta–, entre Lanjarón y Órgiva, es un buen ejemplo de la riqueza de estos itinerarios, puesto que junto con su auténtico despliegue natural nos ofrece un interesante vistazo a la historia y la cultura de la zona. En particular, a los primeros momentos de la Rebelión de las Alpujarras de 1568, cuando los guerreros moriscos de Aben Farax partieron de Lanjarón hacia Órgiva por el mismo camino que hoy sigue esta primera etapa del GR 142.

Otras grandes rutas, como el continental GR 7-E4 –más de 10 mil kilómetros, desde Chipre a Tarifa– o el GR 240 Sulayr (Montaña del Sol) que recorre unos 300km rodeando todo el macizo de Sierra Nevada, así como itinerarios de Pequeño Recorrido (PR), como el sendero PR A-27 hacia la Cañada de las Siete Lagunas, la ruta Capileira–La Cebadilla atravesando el barranco del Poqueira, el Sendero La Contraviesa (PR-A 32), el Sendero de las Encinas o el Sendero General Brenan, entre muchísimos otros, terminan por crear una gran red de caminos que no solo conecta un territorio sino que invita a descubrir todo su encanto.


CEMENTERIO DE SAN SEBASTIÁN: ruta de cementerios españoles con encanto

22 mayo, 2023 at 8:01

El cementerio de San Sebastián es uno de los cementerios más peculiares de Andalucía ubicado en la localidad Casabermeja (Málaga) y constituye una pequeña ciudad de los muertos.

Situado al noroeste del casco urbano, se encuentra en la zona de la ermita de San Sebastián, donde se tienen unas privilegiadas vistas del paisaje.

El cementerio de Casabermeja se construyó en el siglo XVIII y desde el año 2006 está declarado como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Debido al ruinoso estado del cementerio, éste fue reconstruido en el año 1.976 reproduciendo fielmente el original.

Foto de Susana C.S.

Un cementerio muy singular que se encuentra conformado por un conjunto de originales panteones, túmulos y pináculos construidos según normas elementales de la arquitectura popular, lo que le valió para ser declarado Monumento Nacional en 1.980.

Por la forma arquitectónica que presentan los nichos, divididos en tres partes: Abajo (puerta para depositar al difunto), Medio (lápida) y Arriba (frontal con adornos arquitectónicos) muchos visitantes han pensado que en Casabermeja se entierran a los difuntos en pie.

La visita al cementerio es gratuita y se puede realizar durante todo el año de 11 a 13h, y en los días festivos también de 17 a 19h. El horario de visita puede cambiar según temporada, pero este se puede confirmar en el Ayuntamiento.

Origen e Historia del Cementerio de San Sebastián

La cripta de la iglesia fue el primer cementerio de Casabermeja y en 1786 se hallaba saturada, por lo que el obispo D. Manuel Ferrer y Figueredo aportó 400 reales para contribuir a la construcción de un nuevo cementerio.

Se eligió el cerrillo de San Sebastián, donde se hallaba la ermita del mismo nombre, pues era un paraje bien ventilado, alejado del pueblo y situado en el extremo opuesto al camino Málaga-Antequera. Las primeras tumbas eran muy sencillas: simples túmulos encalados que se dispusieron en derredor de la ermita. En sus primeros momentos era considerado un cementerio para pobres, pues los pudientes continuaron inhumándose en la iglesia hasta que una taxativa orden lo prohibió y desde 1805 todos los enterramientos se hicieron en el nuevo cementerio.

Celebración del Día de Todos los santos

Casabermeja es una localidad que celebra el 1 de noviembre con gran devoción. De hecho, si se visita el Día de Todos los Santos se podrá asistir al recital poético «Versos para enterrar el verano», además es tradición hacer un encendido de antorchas y una visita guiada nocturna.

En los días previos, los ciudadanos blanquean los nichos y panteones los adornan con flores y les encienden velas a sus difuntos. Haciendo del cementerio en su conjunto un lugar singular, digno de ser visitado.


LUCAINENA DE LAS TORRES: los pueblos con más duende de Andalucía

25 noviembre, 2022 at 10:57

Lucainena de las Torres, enmarcado por altas montañas, es una visita indispensable si recorres la provincia de Almería en pleno corazón de la sierra Alhamilla. Reconocido en 2013 como uno de ‘Los pueblos más bonitos de España’, cuenta con 600 habitantes y hermosas casas blancas.

Lucainena de las Torres te hace trasladarte a su pasado por sus calles estrechas llenas de antiguas casas, donde la tranquilidad y la naturaleza se puede respirar desde el primer momento.

Todo apunta a que este pueblo tuvo su origen en la época hispanorromana (cuando la península ibérica formaba parte del Imperio Romano). Se cree que aquí estableció su villa el patricio Lucainus, que dio nombre al pueblo. Los patricios eran aristócratas descendientes de los primeros padres de Roma, por lo que su nobleza de sangre era ampliamente aceptada.

Historia de Lucainena de las torres

Durante la Edad Media y la ocupación árabe de la Península, los musulmanes rodearon la pequeña villa con una muralla y siete torres para protegerla de los asedios. En aquella época ya se conocía como Locaynena, aunque en 1488, cuando fue entregada a los Reyes Católicos, su nombre cambió a Lucainena de las Siete Torres. Tras la expulsión de los musulmanes del territorio, la población quedó despoblada hasta que, en el siglo XVI, llegaron 19 colonos. En ese momento se llevó a cabo la construcción de la primera iglesia (1505) sobre la base de la antigua mezquita.

El pueblo creció durante años hasta alcanzar en 1900 un máximo de 2.455 habitantes. Gracias a la abolición de los señoríos, muchas tierras de nobles y clérigos pasaron a manos del pueblo llano. La agricultura y la minería convivieron con una gran cantidad de nuevos oficios y un floreciente comercio debido a la aparición de telares, molinos, alfarerías y fábricas de jabón y licores.

La mejores visitas en Lucainena de las Torres

Las estrechas calles de Lucainena de las Torres ocultan hermosas casas antiguas de impolutas fachadas blancas. No hay rincón en todo el pueblo donde no haya una maceta con flores, ya sea colgando de las paredes o apoyadas en suelos y ventanas. Los vecinos de la localidad cuidan a diario de las miles de flores que adornan cada recoveco del pueblo.

Un paseo por la plaza del Pueblo permite empaparse de la historia y cultura de la zona. Visita los antiguos lavaderos públicos, donde los vecinos se reunían para lavar la ropa, llenar los cántaros de agua o dar de beber a los animales.

No te olvides de visitar también la iglesia Nuestra Señora de Montesión, destruida y saqueada por el pirata Omar-Al Askenn y, más tarde, reconstruida en el siglo XVII.

Entorno natural de Lucainena de las Torres

Lucainena de las Torres cuenta con un patrimonio natural de gran valor ecológico:

Vía verde: un camino que acoge los principales edificios y construcciones mineras que hicieron prosperar a la población. El sendero lineal, de unos 5 kilómetros, era una antigua línea férrea que se utilizaba para transportar materiales. Hoy día se puede recorrer a pie o en bici. Uno de los vestigios arquitectónicos más importantes de la época son los 8 hornos de calcinación, medían unos 20 metros y tenían capacidad para unas 50 toneladas de mineral al día.

Peñón de Lucainena: tiene una altura de más de mil metros y fue el primer punto de extracción de mineral y del que nacen dos importantes manantiales como ‘El Marchal’ y ‘La Fuente’. Además, el ‘Peñón’ ofrece grandes panorámicas de todo el valle de Lucainena. En días claros se puede llegar a ver el perfil de la Sierra de Cabo de Gata.

Barranco de Jugarí: también conocido como Almanzarilla. En él nace una fuente de aguas sulfurosas que según las leyendas populares es capaz de curar cualquier dolor.

La gastronomía de Lucainena de las Torres

El visitante no podrá abandonar el pueblo sin probar antes alguna de sus platos típicos. La gastronomía de Lucainena de las Torres está influenciada tanto por los recursos con los que cuenta la zona como por el clima.

Entre sus platos más conocidos destacan los gurullos de conejo, pelotas de maíz, perdiz en guiso, potaje de calabazas, de trigo o de tortas de bacalao, sopa de ajo, olla de trigo y cocido en morcilla y gurullos entre otros.

Excursiones desde Lucainena de las Torres

Muy cerca de Lucainena se encuentra el pueblo de Agua Amarga, desde cuyo embarcadero partía antaño el mineral que se enviaba a los Altos Hornos de Vizcaya, la mayor empresa de España en el siglo XX.

A unos 30 minutos en coche se encuentra Níjar, una bonita población ubicada en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. También te recomendamos recorrer los alrededores de Lucainena en coche, para descubrir por tu cuenta las impresionantes joyas olvidadas que esconde la provincia de Almería.


TORRES MUDÉJARES DE LA AXARQUIA: lugares mágicos de Andalucía

13 julio, 2022 at 12:46

Foto de Carmen Ocaña

Las torres mudéjares de la Axarquía (Málaga) son como unos pequeños pero singulares campanarios que se alzan en aldeas perdidas, como antenas de adobe que conectan con un pasado muy lejano. Son los minaretes de antiguas mezquitas que los conquistadores cristianos incorporaron a los templos cristianos sin modificaciones ni añadidos.

Los dos mejores ejemplos de las torres mudéjares de la Axarquía son los minaretes-campanario de Árchez y Salares. El primero tiene 15 metros de altura y fue levantado en el siglo XII.

El de Salares es más humilde y modesto, pero conserva tal autenticidad que nos transporta al siglo XIII. Doce metros de altura total en mampostería de ladrillo, con decoración de azulejos, arquerías y ventanas. Una pequeña joya que el tiempo y la suerte nos legó intacta. La máxima expresión del mudéjar andaluz, un arte nacido del maridaje de influencias islámicas y cristianas.

Historia de las Torres Mudéjares de la Axarquía

En La Axarquía, durante el siglo XII se había producido un despoblamiento generalizado de las poblaciones mozárabes autóctonas, debido a que fueron expulsados o trasladados. Tal situación fue aprovechada para introducirse grupos beréberes norteafricanos, como fueron los Masmudas y los Gomeres que tuvieron una cierta implantación en la ciudad de Vélez.

La influencia de estos grupos durante los siglos XIII y XV fue importante en esta zona cuya huella se puede rastrear en los singulares alminares, hoy día torres-campanarios, de las localidades de Vélez-Málaga, Daimalos, Corumbela, Árchez y Salares, lo mismo que Arenas que fue destruido. Estos alminares son típicos minaretes de los siglos XIII-XIV, de inspiración meriní, únicos en toda La Axarquía y Andalucía. La mezquita ocupa el lugar central en la arquitectura islámica y representa el símbolo de la fe a la que se sirve. Este elemento simbólico fue comprendido por los musulmanes en una etapa temprana, y desempeñó un papel importante en la creación de adecuados signos visibles para el edificio: el alminar, la quibla y el Mihrab.

Con la conquista de estos pueblos por los Reyes Católicos, las mezquitas son transformadas en iglesias, quedando hoy día los Alminares como campanarios de estas.

La conquista cristiana de la Axarquía no se produjo hasta 1487. El término “mudéjar”, que proviene de la voz “mudayya”, se aplica a los hispanomusulmanes que, tras la conquista cristiana, permanecieron bajo el nuevo estado castellano conservando su religión, lengua y organización jurídica.

Se considera como rasgos mudéjares el uso del ladrillo, de la cerámica vidriada y las yeserías como revestimiento y ornamentación exteriores. Los materiales que se empleaban en su construcción eran pobres, pero bastante útiles pues permitían levantar los edificios con rapidez y economía. Pero el influjo musulmán en el arte mudéjar no solo está en la ornamentación, sino también en las estructuras arquitectónicas, como son las torres campanarios y las armaduras de las cubiertas y techumbres de madera que van a cubrir los techos de las iglesias.

Ruta mudéjar de los alminares de la Axarquía

Los viajeros que recorren los escasos 40 Km. que componen esta ruta se encontrarán con cinco pequeñas poblaciones que aún conservan los ejemplos de arquitectura mudéjar más destacados de la zona. Arenas, Árchez, Salares, Sedella y Canillas de Aceituno son pueblos de auténtico trazado mudéjar que dejan en quien los visita la sensación de haber traspasado la frontera del tiempo.

Situados en las faldas del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, estos pueblos atesoran las mejores muestras de la arquitectura andalusí de la zona. Y si pasear entre alminares, adarves, arcadas y algorfas parece un buen plan, espera a conocer lo que te depara este itinerario.


BODEGAS DELGADO: bodegas de España que merece la pena visitar

22 abril, 2022 at 11:03

 

Bodegas Delgado (Córdoba) es una bodega centenaria de cuatro generaciones, que elabora artesanalmente unos vinos de excepcional originalidad Denominación de Origen Montilla-Moriles, cuyos caldos son reconocidos por sus especiales cualidades como vinos finos y amontillados.

El origen de la bodega se remonta a 1874 cuando Don Antonio Delgado Gálvez junto con su esposa, Doña María Estrada Pérez, fundaron la bodega a partir de la adquisición de una partida de botas de roble americano en el actual pueblo de Moriles, entonces llamado Zapateros.

Bodegas Delgado cuenta en la actualidad con dos instalaciones en las que desarrolla su actividad de elaboración y crianza de vinos: el Lagar de San Antonio, situada en la carretera de Aguilar de la Frontera a Puente Genil, aproximadamente a medio camino de ambas localidades, y la bodega propiamente dicha ubicada en Puente Genil.

El Lagar de San Antonio es una espaciosa instalación destinada a la elaboración y el almacenamiento de nuestros vinos, así como a la crianza de las primeras escalas. Ocupa una superficie de unos 15.000 m2, de los cuales 5.000 son bodegas de crianza, 2.000 de instalaciones de elaboración, 1.000 de almacenes y el resto está dedicado a vivienda e instalaciones auxiliares (patios, zona de servicios, etc.).

La bodega se encuentra en pleno casco antiguo de Puente Genil, ocupando una superficie total de unos 5.000 m2 distribuidos en distintos edificios, algunos de los cuales se comunican entre sí por túneles que discurren bajo las calles. En ella se termina la crianza de los vinos y sus instalaciones acogen el proceso de tratamiento que incluye el embotellado y almacenamiento de estos. También aquí se encuentra la administración y se realizan las labores de la comercialización de nuestros productos.

Diversas zonas de La Bodega permanecen igual que cuando se fundó, sin apenas modificaciones, lo que constituye, sin duda, un aliciente añadido que la ennoblece a los ojos del visitante. El crecimiento experimentado por la ciudad ha hecho que la bodega, que en su fundación se encontraba en las afueras, en la actualidad esté situada en el centro del casco histórico de la localidad. El hecho de existir en sus naves botas en crianza con más de un siglo de vida dificulta enormemente un posible traslado de estas.

No te pierdas su visita. Para cualquier información de reservas y demás estamos a tu entera disposición.

El vino de Bodegas Delgado

Para obtener un vino excelente partimos de las mejores uvas de la zona, aquellas que el Consejo Regulador del Vino Montilla-Moriles considera como de calidad superior.

El vino de Montilla-Moriles no se fabrica: se cría, como se cría a un niño o a una flor. Nitidez en el color, atractivo en la fragancia, suavidad en contacto con el paladar, perfección en el conjunto.

La variedad de uva Pedro Ximénez, el clima y la tierra del sur de Córdoba y un conocimiento transmitido sabiamente a lo largo de cuatro generaciones dan como resultado una amplia gama de vinos tan distintos en tonalidades, aromas y sabores.

Nos encontramos en la única región vinícola del mundo donde a partir de la misma variedad de uva resultan vinos tan diferentes y originales, les invitamos a conocerlos y disfrutarlos.