CEMENTERIO DE SAN SEBASTIÁN: ruta de cementerios españoles con encanto

22 mayo, 2023 at 8:01

El cementerio de San Sebastián es uno de los cementerios más peculiares de Andalucía ubicado en la localidad Casabermeja (Málaga) y constituye una pequeña ciudad de los muertos.

Situado al noroeste del casco urbano, se encuentra en la zona de la ermita de San Sebastián, donde se tienen unas privilegiadas vistas del paisaje.

El cementerio de Casabermeja se construyó en el siglo XVIII y desde el año 2006 está declarado como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Debido al ruinoso estado del cementerio, éste fue reconstruido en el año 1.976 reproduciendo fielmente el original.

Foto de Susana C.S.

Un cementerio muy singular que se encuentra conformado por un conjunto de originales panteones, túmulos y pináculos construidos según normas elementales de la arquitectura popular, lo que le valió para ser declarado Monumento Nacional en 1.980.

Por la forma arquitectónica que presentan los nichos, divididos en tres partes: Abajo (puerta para depositar al difunto), Medio (lápida) y Arriba (frontal con adornos arquitectónicos) muchos visitantes han pensado que en Casabermeja se entierran a los difuntos en pie.

La visita al cementerio es gratuita y se puede realizar durante todo el año de 11 a 13h, y en los días festivos también de 17 a 19h. El horario de visita puede cambiar según temporada, pero este se puede confirmar en el Ayuntamiento.

Origen e Historia del Cementerio de San Sebastián

La cripta de la iglesia fue el primer cementerio de Casabermeja y en 1786 se hallaba saturada, por lo que el obispo D. Manuel Ferrer y Figueredo aportó 400 reales para contribuir a la construcción de un nuevo cementerio.

Se eligió el cerrillo de San Sebastián, donde se hallaba la ermita del mismo nombre, pues era un paraje bien ventilado, alejado del pueblo y situado en el extremo opuesto al camino Málaga-Antequera. Las primeras tumbas eran muy sencillas: simples túmulos encalados que se dispusieron en derredor de la ermita. En sus primeros momentos era considerado un cementerio para pobres, pues los pudientes continuaron inhumándose en la iglesia hasta que una taxativa orden lo prohibió y desde 1805 todos los enterramientos se hicieron en el nuevo cementerio.

Celebración del Día de Todos los santos

Casabermeja es una localidad que celebra el 1 de noviembre con gran devoción. De hecho, si se visita el Día de Todos los Santos se podrá asistir al recital poético «Versos para enterrar el verano», además es tradición hacer un encendido de antorchas y una visita guiada nocturna.

En los días previos, los ciudadanos blanquean los nichos y panteones los adornan con flores y les encienden velas a sus difuntos. Haciendo del cementerio en su conjunto un lugar singular, digno de ser visitado.


ERMITA DE GUIA: ermitas que merece la pena visitar

25 marzo, 2022 at 13:24

La Ermita de San Isidro Labrador y Nuestra Señora de la Alcubilla, más conocida como Ermita de Guía, fue construida en 1675 en Jerez de la frontera (Cádiz) en el emplazamiento, al parecer, de un antiguo eremitorio del siglo VIII.

Situada en pleno casco urbano de Jerez de la Frontera, la ermita de Guía tiene junto a ella una fuente y aljibe conocida como La Alcubilla, que fue la primera conducción de agua que se realizó en la ciudad.

El origen de esta ermita se debe a la necesidad de socorrer las necesidades espirituales de un vecindario que desde el año 1643 estaban falto de ellas, desde que los padres agustinos abandonaron el antiguo convento de Guía que se encontraba situado en este mismo lugar. El actual templo se acogió bajo el patronazgo de San Isidro Labrador, aunque popularmente nunca ha dejado de conocerse como ermita de Guía.

En el siglo XIX pasó a manos privadas cayendo en el olvido hasta que hace unos años, tras su rehabilitación en el año 1998, la Hermandad del Perdón la recuperara para el culto católico. La Hermandad lucha además por convertir a la ermita en Bien de Interés Cultural, para protegerla de las obras urbanísticas que ya han puesto en peligro el subsuelo y eliminado el paisaje histórico.

Características de la ermita de Guia

Del exterior hay que destacar su fachada de los pies, donde se encuentra su portada de acceso, de gran sencillez, solo ornamentada por un doble baquetón con orejeras y un frontón recto que se muestra flanqueado entre jarrones a los dos lados, en cuya base aparecen los escudos de la ciudad.

Sobre la portada se ubica la espadaña, alzada sobre un basamento rectangular en cuyo centro aparece el escudo del rey Carlos II entre placas conmemorativas de la finalización de las obras de la ermita en el año 1675.

Su interior es un espacio de reducidas dimensiones donde destaca la bóveda de cañón con que se cubre, dividida en tres tramos con decoración geométrica distinta en cada uno, y donde se advierte el escudo de la ciudad en el central, ya que fue el Cabildo de la ciudad quien propició su edificación.


MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO: monasterios y conventos con encanto

14 enero, 2022 at 11:41

El Monasterio de San Jerónimo es uno de los iconos más representativos del renacimiento granadino y se encuentra ubicado en pleno centro de Granada a muy pocos metros de la Basílica de San Juan de Dios.

El Monasterio de San Jerónimo es un conjunto arquitectónico del Renacimiento formado por iglesia y monasterio, y fue el primer monasterio que se construyó en Granada tras la conquista de la ciudad por los cristianos.

Considerado Bien de Interés Cultural, ha sido restaurado en varias ocasiones, recuperando su malograda torre en los años 80, aunque con el transcurso de los siglos ha perdido por el camino dos patios, la hospedería y otras dependencias.

Origen e Historia del Monasterio de san Jerónimo

Sobre unos terrenos que se cree que pertenecieron a Boabdil, el último rey nazarí, comenzó a construirse en 1504 el primer monasterio cristiano de Granada, el Monasterio de San Jerónimo. Así, con piedras de la muralla árabe y la antigua Puerta de Elvira, se levantó la nueva sede que los Reyes Católicos habían prometido a los miembros de la orden de los jerónimos, quienes estaban asentados en otro templo en la cercana localidad de Santa Fe desde 1492.

Promovido por los Reyes Católicos en reconocimiento al monje jerónimo fray Hernando de Talavera, el primer arzobispo de Granada y figura clave en la cristianización de la ciudad, las obras del Monasterio de San Jerónimo comenzaron bajo la estética gótica que era habitual entonces en los monumentos patrocinados por la realeza. Todo cambió alrededor de 1520, cuando la viuda del Gran Capitán (personaje clave en la rendición de los musulmanes), asumió el patrocinio de la construcción a cambio de que se reservara la Capilla Mayor de la iglesia para enterramiento suyo y de su esposo, que había muerto en 1515 de una enfermedad.

Por tanto, aunque en un principio el edificio estaba planteado en estilo gótico, el resultado final fue un monasterio renacentista con una gran iglesia de planta de cruz latina en su interior.

La orden de los jerónimos habitó en el monasterio hasta la invasión napoleónica, cuando las tropas francesas ocuparon el edificio y derribaron la torre principal. Tras la desamortización de Mendizábal, el monasterio se utilizó como cuartel.

Durante los siglos XX y XXI, las partes más defectuosas del Monasterio de los Jerónimos se restauraron, así como las obras artísticas que alberga, para dotar al complejo religioso del aspecto que tiene hoy en día.

Qué ver en el Monasterio de San Jerónimo

El monasterio está formado por la Iglesia de San Jerónimo y dos claustros rodeados por las distintas dependencias y alguna capilla. En la actualidad, solo es posible visitar la planta baja, pues en la superior viven monjas de clausura.

Durante la visita es posible ver el claustro principal, que está decorado con naranjos y cuenta con siete portadas que conducen a las diferentes capillas.

En una de las esquinas del monasterio se levanta la iglesia de San Jerónimo, la parte más espectacular de la visita. Fue construida en el siglo XVI y se trata de una de las iglesias más espectaculares de Granada. Destaca el retablo minerista de la capilla mayor donde yace el Gran Capitán junto a su mujer. Esta gran obra cumbre de la escultura andaluza representa las escenas más heroicas de este noble y guerrero procedente de Córdoba.


MONASTERIO DE LA CARTUJA: monasterios y conventos con encanto

5 febrero, 2021 at 12:50

El monasterio de la Cartuja de Granada, también conocido como Real Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción de la Cartuja, es un gran complejo religioso que albergó durante tres siglos a los monjes cartujanos.

El Monasterio de la Cartuja es uno de los máximos exponentes de la arquitectura barroca española y andaluza y actualmente, está considerado como Bien de Interés Cultural y declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931.

Antes de ir a visitar este espectacular monasterio, te recomendamos consultar sus horarios y tarifas.

Origen e Historia del Monasterio de la Cartuja

A principios del siglo XVI, el noble cristiano don Gonzalo Fernández de Córdoba, más conocido como el Gran Capitán, cedió parte de sus terrenos para la construcción de un monasterio. Aunque finalmente el noble se desentendió del proyecto, el Monasterio de la Cartuja comenzó a levantarse en el año 1506 sobre un antiguo carmen árabe.

Las obras del monasterio no acabaron hasta dos siglos más tarde, por lo que el complejo monástico combina estilos plateresco, renacentista, tardo-gótico y barroco.

Los monjes cartujos habitaron este complejo religioso hasta que fueron expulsados con motivo de la desamortización del siglo XIX. Los cartujos estaban sometidos a un voto de silencio y apenas abandonaban el monasterio, por lo que pasaban el día rezando, meditando y estudiando.

Características del Monasterio de la Cartuja

La sobriedad de la fachada exterior y del pórtico principal contrasta con la cuidada decoración interior, lograda a partir de pinturas, frescos, esculturas, bóvedas, maderas policromadas y un sinfín de técnicas artísticas.

Su fachada de corte herreriano fue construida en 1794 por J. Hermoso.

La recargada decoración de sus capillas, dependencias y de la gran iglesia que alberga lo convierten en una de las visitas imprescindibles de Granada.

SALAS DEL MONASTERIO

  • Patio: el claustrillo es el patio de estilo árabe que preside el centro del monasterio, decorado con naranjos y una fuente central.

  • Refectorio: es la sala donde comían los monjes y que hoy alberga una importante colección de pinturas del cartujo Juan Sánchez Cotán.

 

  • Sala capitular: es la estancia más antigua del monasterio y destaca por su bóveda de crucería.
  • Iglesia de la Asunción: se trata de la parte más impresionante del monasterio. Fue terminada en el siglo XVII, cuando se colocó el gran retablo que separa la iglesia en dos. En el altar mayor hay una escultura de la Virgen de la Asunción de José de Mora.

  • La capilla: es una de las zonas más decoradas del monasterio. Fue realizada por Francisco Hurtado y alberga frescos del pintor Antonio Palomino.
  • La sacristía: esta sala llama la atención por las influencias árabes que presenta en la decoración de la cúpula, adornada con yeserías y taraceas.


CATEDRAL DE PLASENCIA: catedrales de España que merece la pena visitar

17 abril, 2020 at 14:18

La catedral de Plasencia (Cáceres) está formada por dos edificaciones: la vieja, antigua o de “Santa María” y la nueva, dedicada a la Asunción a los Cielos de Nuestra Señora.

Ambas edificaciones, la Catedral Nueva y la Catedral Vieja o de Santa María, forman el conjunto arquitectónico y artístico más relevante de la ciudad. Las dos están incompletas. La primera tiene cabecera y crucero, faltándole las naves del cuerpo y el hastial o fachada de los pies de la iglesia. La segunda carece de cabecera y crucero, que fueron derribadas para construir la Nueva. Exteriormente una fractura plástica, no muy convincente, une las dos catedrales. El conjunto goza de una diversidad de espacios, de fachadas, de figuras,… que produce las delicias del visitante. La Catedral Nueva es más espaciosa, lujosa y moderna que la Antigua, que es más austera y primitiva; también más intima y misteriosa.

La Antigua Catedral está declarada como Bien de Interés Cultural y cuenta con la protección de ser patrimonio histórico de España. Previamente a esta categorización, fue considerada como Monumento histórico-artístico y pertenecía al Tesoro Artístico Nacional, en el año 1931.

Origen e Historia de la catedral de Plasencia

El rey castellano Alfonso VIII fundó la ciudad de Plasencia en el año 1189. Quiso crear un importante núcleo de población que hiciese frente a los musulmanes, situados al sur, y que limitase el territorio al rey cristiano de León que reconquistaba las regiones del oeste peninsular.

Unida a la fundación de la ciudad surge la creación de la Sede Episcopal de Plasencia. Administraría una amplia Diócesis que hoy comprende desde las tierras de Béjar hasta las de Trujillo. Las catedrales de Plasencia serán símbolo de la religiosidad que ha tenido históricamente este pueblo y de la   importancia de la organización eclesiástica en estas tierras.

La Catedral Vieja de Plasencia

La catedral vieja o antigua de Plasencia, actual Museo Catedralicio de Plasencia, es un edificio que supone un ejemplo interesante de transición del románico al gótico y constituye una de las edificaciones más notables de la localidad.

Al románico pertenecen los fustes y los capiteles de sus columnas; al gótico, sus arcos y ventanales, descubiertos éstos con motivo de su restauración.

Su construcción comenzó a principios del siglo XIII y las últimas aportaciones protogóticas se dieron en el siglo XV. Durante estos siglos las obras corrieron a cargo de maestros como Juan Francés, Juan Pérez o Diego Díaz. En 1931 se incluyó en la lista de Monumentos Nacionales en el conjunto de Bienes de interés cultural.

Cabe destacar la Torre del Melón, antigua Sala Capitular, que sigue el modelo de torres linterna del grupo de cimborrios leoneses.

En el muro que separa las dos Catedrales, se ha colocado un retablo barroco que se utilizaba para hacer la exposición del Santísimo el día del Jueves Santo. Es de estilo barroco portugués y se pueden admirar altos relieves relativos a la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Coronado todo el retablo, el jarrón y las azucenas, símbolo de la Virgen, a quien estaría dedicado este retablo.

En la hornacina principal se ha colocado un cristo de marfil (finales del s.XVIII) que según Mélida, dice que “fue regalado por la reina María Luisa al obispo D. José Laso”. De factura italianizante, el crucificado aparece con la cabeza levantada. La cruz es de madrea fina con cantoneras y cartela de plata.

La nave de la epístola está dedicada a la Virgen de los Dolores, imagen de ejecución reciente (1959), y la del evangelio al venerado Cristo de los Doctores, imagen gótica primitiva. Ambas esculturas son cobijadas por retablos barrocos.

CLAUSTRO

Corresponde al estilo y época de la catedral antigua: reminiscencias del románico en sus columnas y capiteles, con escenas bíblicas y gótico en los arcos y bóvedas de crucería. Es un bello claustro rectangular, de inspiración cisterciense, que sirve de unión entre ambas catedrales. En su centro se levanta una fuente gótica (s.XV), con armas del Obispo y Cardenal D. Juan de Carvajal.

Si el visitante se detiene en el ala este del claustro podrá observar la unión de las dos catedrales. Los muros de la Catedral Nueva avanzaban en su construcción derribando y utilizando las piedras de la Catedral antigua para consolidar sus muros.

CAPILLA DE SAN PABLO

Desde el claustro se puede acceder a una de las sorpresas más agradables de este edificio religioso: la capilla de San Pablo, antigua sala capitular de la Catedral y conocida popularmente como “la torre del Melón”, llamada así por culminar en su exterior con una bola gallonada, remate parecido a un melón abierto. La parte exterior de esta torre está recubierta de escamas de cantería de clara inspiración bizantina. Su interior es de forma cuadrada con cúpula octogonal.

Su configuración recuerda los cimborrios de la Catedral de Zamora, Colegiata de Toro y a la Torre del Gallo de la Catedral de Salamanca.

PORTADA OCCIDENTAL

Esta puerta es un ejemplo depurado del románico final, con arco de medio punto y seis arquivoltas que descansan sobre columnas románicas y capiteles con formas zoomórficas y vegetales. Las jambas terminan en punta de diamante. Encima del arco, en sencilla hornacina, se contempla un grupo escultórico, tallado en piedra, de la Anunciación de nuestra Señora, que aparece también, sobre el espléndido rosetón en pequeña imagen y ante ella un ángel orante.

La Catedral Nueva de Plasencia

Comenzó a construirse en el año 1498 y continuada a lo largo del siglo XVI dentro del estilo gótico-renacentista.

Fue construida con aportaciones de arquitectos tales como Juan de Álava, Alonso de Covarrubias, Francisco de Colonia, Rodrigo Gil de Hontañón y Diego de Siloé, entre otros. En sus orígenes, se pretendía que la nueva catedral sustituyese a la antigua. Sin embargo, varios problemas fueron obstáculos para ello y se vieron obligados a paralizar sus obras en 1578. Mientras que la vieja, quedaba a medio derruir.

Resultan objeto de especial interés, dentro del nuevo edificio catedralicio, el coro, que sigue la línea de las sillerías de coro españolas del siglo XV, donde se muestran los sitiales de los Reyes Católicos, y la Cátedra del Obispo, que son obra del tallista Rodrigo Alemán. El retablo mayor, tallado por el imaginero Gregorio Fernández y su escuela vallisoletana, con pinturas de los madrileños Francisco Rizi, Luis Fernández y Mateo Gallardo.

Se trata del mayor templo de Extremadura y el que tiene más cantidad de ornamentación de la comunidad autónoma.

EL RETABLO DE LA CAPILLA MAYOR

Es un retablo barroco y está organizado en tres cuerpos y seis calles. En él se funden arquitectura, escultura y pintura con el fin de atraer a los fieles.

La parte escultórica es obra del maestro vallisoletano Gregorio Fernández. Desarrolla temas iconográficos propios de la Contrarreforma. En el banco del primer cuerpo talla temas de la Pasión, que recuerdan a los pasos procesionales que el autor realizó para la Semana Santa castellana.

En la calle central del segundo cuerpo está representado el momento en que la Virgen, patrona de la catedral, representada como Inmaculada, es elevada al cielo en medio de un coro de ángeles, mientras los apóstoles se agrupan en torno al sepulcro vacío. El grupo se concibe a la manera de un gran cuadro. Rompe el espacio, el marco natural, desbordándose con energía por el zócalo y los laterales. La contraposición de las miradas de los apóstoles, unas dirigidas al sepulcro y otras al cielo, conducen y guían las del espectador en un movimiento zigzagueante. El calvario centra las imágenes del tercer cuerpo. Desde el frontón, que corona el ático, el Padre Eterno domina todo el espacio catedralicio.

En cuanto a las pinturas destacan dos obras de Francisco de Rizzi: La Anunciación y la Adoración de los Pastores. En la primera, las líneas oblicuas descritas por el ángel y por María, los exquisitos contrastes de luz, el rico colorido y la factura suelta lo sitúan entre los más bellos cuadros de la pintura barroca. La Epifanía y la Circuncisión son obra de los pintores Luís Fernández y Mateo Gallardo respectivamente.

SEPULCRO DEL OBISPO PONCE DE LEÓN

En el presbiterio, al lado del Evangelio, se encuentra un sepulcro con la escultura orante del que fuera obispo de esta diócesis en el siglo XVI, Ponce de León; intelectual, amigo del rey Felipe II y, según la inscripción latina realizada en la parte de abajo, protector de pobres y de doncellas huérfanas. Las vestimentas y los símbolos episcopales están muy bien trabajados y esculpidos en el duro mármol, en la línea renacentista de constatar las atribuciones del personaje. En la nueva restauración la pintura de las pilastras han reforzado los marcos del sepulcro.

PORTADA DE LA SACRISTÍA

Frente al obispo Ponce de León está situada la puerta de la sacristía, realizada por Francisco de Colonia y Juan de Álava en estilo plateresco. Destaca la iconografía del dintel de la puerta, en el que dos ángeles, asidos con un brazo al escudo del obispo Álvarez de Toledo, mientras con el otro dan de comer a dos aves, representan el carácter benefactor del obispo. Encima del dintel aparece la Anunciación que, realizada con enorme sutileza, tiene influencias florentinas.

LA SILLERÍA DEL CORO

Es otra de las joyas artísticas de la Catedral. Es de madera de Nogal. Cientos de figuras fueron talladas a finales del siglo XV por el maestro Rodrigo Alemán. Predominan las de temas religiosos, pero en los brazos y en las misericordias están representadas escenas históricas y escenas y personajes de la vida cotidiana que constituyen un buen documento de la época. A veces, aparecen temas alejados de la ortodoxia religiosa, que son difíciles de explicar en un lugar sacro como la Catedral. Las interpretaciones que han dado los estudiosos van desde la tolerancia social de la época, hasta las posibles discrepancias entre el clero regular, que normalmente es criticado en las tallas de la sillería, con el clero secular, que eran quienes controlaban la catedral y sus obras.

El Coro se realizó para la Catedral Vieja y se adaptó, después, al lugar que hoy ocupa en la Nueva.

Juan Bautista Celma, en 1606, concluyó la magnífica rejería. Tiene forma abalaustrada y posee una delicada decoración de influencia plateresca.

EL ÓRGANO

Está enmarcado dentro del grupo de órganos románticos de principios de siglo XX. La caja del órgano es barroca del siglo XVII y contiene figuras esculpidas en la piedra que están llenas de movimiento y de expresividad. Son símbolos de la música. A la izquierda se encuentra la estatua de Jubal, que fue “el padre de los que tocan la cítara y la Flauta” y a la derecha la estatua de Orfeo tañendo la lira.

PORTADA NORTE

Corresponde a la puerta principal de la Catedral Nueva. El diseño general y la ejecución de los cuerpos de abajo pertenecen al maestro Juan de Álava, que también realizó la fachada de los Dominicos en Salamanca. En los cuerpos superiores intervinieron Siloé y Gil de Hontañón. La portada pertenece al Plateresco, periodo artístico del Renacimiento español. Álava se encontró con un espacio gótico de tendencia vertical al que era difícil adosarle unas estructuras ornamentales renacentistas de tendencia horizontales.

El problema lo resuelve el maestro, perfectamente, colocando, entre los dos contrafuertes del edificio que servirían de marcos de la puerta, cuatro cuerpos clásicos con sus correspondientes columnas y entablamentos. Cada cuerpo se compone de tres columnas a cada lado que rematan en el clásico frontón. El ritmo curvo de la puerta asciende a través de pequeñas bóvedas hasta ser coronado por un frontispicio curvo desde donde el Padre eterno preside toda la portada y el espacio de la plaza de la catedral.

La exquisita decoración que adorna la piel del muro y su rico contenido iconográfico convierten a este acceso en una joya del patrimonio artístico español.

En la parte alta de la puerta los canteros dejaron grabada la fecha de su terminación. Si fijan su mirada podrán leer: “1558 se acabó esta portada”.

PORTADA SUR (EL ENLOSADO)

Es uno de los rincones mágicos del entorno de la Catedral y de la Ciudad. Está enmarcado por la Puerta sur llamada popularmente del Enlosado, la Torre de aspecto defensivo del siglo XIV que perteneció a la catedral Vieja al este, la Torre románica de influencia bizantina de la sala capitular al oeste y cierra el espacio el muro con la balaustrada que se sitúa por encima de la muralla. El contraste entre los ritmos plásticos y escultóricos de la Torre del Melón, la estructura clásica de la portada, que rememora un arco de triunfo, y la torre fortaleza forma un espacio monumental, difícil de superar. El Enlosado recuerda al Patio Chico de las catedrales de Salamanca, con la Torre del Gallo y la fachada sur de la Catedral Nueva, sin embargo este rincón es más reducido, más cercano y más entrañable.