MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA: monasterios y conventos con encanto

25 mayo, 2014 at 19:32

MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA

España cuenta con más de 800 monasterios y conventos repartidos por toda su geografía. Cada uno, según el momento de su construcción, corresponde a una época y a un estilo arquitectónico.

Todos tienen una especial trascendencia en la Historia de España dado su patronazgo real que propició el depósito de muchas y relevantes piezas artísticas, pero nosotros te vamos a enseñar los que nos parecen más especiales y con mayor encanto para conocer, tanto por su belleza como por su historia y relevancia.

El monasterio de San Juan de la Peña (en aragonés Sant Chuan d’a Penya), situado en Santa Cruz de la Serós, al suroeste de Jaca, Huesca, Aragón (España), fue el monasterio más importante de Aragón en la alta Edad Media. En su Panteón Real fueron enterrados un buen número de reyes de Aragón y forma parte del camino aragonés del Camino de Santiago. Su enclave es extremadamente singular.

camino santiago aragonés

Los orígenes del monasterio se remontan a la oscura alta Edad Media (siglo X), refugio de las comunidades cristianas asediadas por los musulmanes. Cubierta por una de esas enormes rocas, el monte Pano, se construyó el edificio original. El claustro exterior es una joya única del románico aragonés.

claustro exterior de san juan de la peña

El monasterio fue edificado en la cara norte de la Sierra de San Juan de la Peña. Dista de Jaca unos 20 kilómetros, y desde esta ciudad se accede por la carretera que hacia poniente sigue el curso del río Aragón por su margen izquierda, así como el Camino de Santiago. A unos diez kilómetros, un desvío bien señalizado nos encamina hacia Santa Cruz de la Serós y desde allí por serpenteante pista forestal asfaltada llegaremos al monasterio.

sierra de san juan de la peña

Merece la pena hacer un alto en un par de miradores que encontraremos en el ascenso por Santa Cruz de la Serós. Desde ellos, la vista del Pirineo, de la Peña Oroel tras la que se halla Jaca y del propio caserío de Santa Cruz, son realmente magníficas.

Las edificaciones conservadas, tan sólo una parte de las que existieron, son excelentes testimonios de las sucesivas formas artísticas en las diversas épocas en que este singular centro tuvo vida.

Tras destruirse a finales del siglo X el edificio original, fue refundado en el primer tercio del siglo XI por Sancho el Mayor de Navarra. En ese momento comenzó su época de esplendor, promovida por los primeros reyes aragoneses que dotaron al lugar de numerosos bienes, poder e influencia.

En su interior destacan la iglesia prerrománica, las pinturas de San Cosme y San Damián, del siglo XII; el denominado Panteón de Nobles, la iglesia superior, consagrada en 1094, y la capilla gótica de San Victorián. Además hay que reseñar otros edificios construidos en siglos posteriores, como el Panteón Real, de estilo neoclásico, erigido en el último tercio del siglo XVIII.

iglesia prerromanica de san juan de la peña

Dos kilómetros más arriba está el monasterio nuevo, ha sido sometido a una profunda restauración para convertirlo en hospedería y espacio museístico.

el monasterio nuevo de san juan de la peña

Historia y Leyenda

Tras la entrada de Tarik en España y derrotado en 711 don Rodrigo en Guadalete, el ejército islámico avanzó con rapidez por la península ibérica. En el año 712, Acisclo, obispo de Huesca huyó de la misma ante el avance infiel, llevando consigo el Grial que San Lorenzo había hecho llegar a esa ciudad. Se refugió en una cueva-santuario en Yebra de Basa.

Y como él, muchos cristianos buscaron refugio en cuevas, permaneciendo bastantes de las mismas con santuarios rupestres hasta la actualidad.

¿Por qué San Juan de la Peña, una más entre las nombradas, llegó a ser lugar preferente en la consolidación del reino de Aragón?

Aquí es donde interviene la tradición o la leyenda. Se cuenta que a principios del siglo VIII, un noble joven de Zaragoza llamado Voto persiguiendo un ciervo cayó con su caballo por el acantilado de la sierra de la Peña. Habiéndose encomendado en su caída a San Juan, se posó el caballo con suavidad en una roca donde dejó sus cascos marcados. A partir de ese lugar siguió una senda que le condujo a la cueva en la que yacía el cuerpo del eremita Juan de Atarés. Su cabeza reposaba en una piedra en la que había la siguiente inscripción: «Ego Ioannes. Primus. In hoc loco, heremita, qui ab amorem Dei, hac ecclesiam fabricavi, in honorem sancti Ioannis Baptiste. Hic, requiesco, Amen«.

Volvió a Zaragoza y convenció con su relato a su hermano Félix para vender sus bienes, hacer limosna y luego retirarse como eremitas a la cueva de San Juan.

Ambos murieron allí y fueron sepultados junto al beato Juan de Atarés. Tras ellos, otros anacoretas mantuvieron habitado el lugar: Marcelo y Benedicto, entre otros. Hacia el año 858 García Jiménez, rey de Pamplona y Galindo II conde de Aragón favorecieron al pequeño eremitorio, haciéndose enterrar allí el rey pamplonés.

Pese a referencias algo nebulosas que hablan de cierta actividad en torno a San Juan de la Peña durante la novena centuria, lo cierto es que hay que esperar a principios del siglo X (año 920) para encontrar las primeras noticias documentales que hablan de una primigenia consagración del cenobio pinatense, convirtiéndose desde entonces en uno de los centros monásticos de referencia para los reyes navarros y aragoneses.

Abandonado probablemente durante los últimos años del siglo X, es durante la tercera década del XI cuando, bajo el reinado de Sancho el Mayor de Navarra, el monasterio es de nuevo revitalizado con la introducción de la regla benedictina, siendo también ampliado en sus equipamientos. Sin embargo, uno de los momentos claves en el devenir histórico del cenobio pinatense es 1071, fecha en que el monarca Sancho Ramírez, amén de ampliar el monasterio con la erección de un segundo nivel, introduce por primera vez en la Península Ibérica el rito romano en perjuicio de la liturgia hispano visigoda hasta entonces imperante.

De este modo, el Monasterio de San Juan de la Peña se convirtió desde los años finales del siglo XI y durante todo el XII en una de las plazas de referencia para la monarquía aragonesa, desempeñando incluso la función de panteón real.

nichos de los nobles san juan de la peña

A partir de finales del siglo XII y sobre todo durante todo el XIII, el cenobio iniciaría un lento proceso de decadencia, justificado principalmente porque con las conquistas y el avance cristiano hacia el sur, el foco de influencia y de poder político se desplazó desde el abrupto Pirineo hacia el área del valle del Ebro, siendo por consiguiente cenobios como Veruela, Poblet, Rueda o Piedra los que pasarían a convertirse en los predilectos de los monarcas.

Así pues, toda la Baja Edad Media será para San Juan de la Peña un periodo de largo ostracismo, sobreviviendo y manteniéndose viva la comunidad monacal en condiciones de extrema humildad hasta que, en 1675, el más devastador incendio de cuantos consta que asolaron el monasterio, motivó el traslado de la comunidad a un nuevo cenobio barroco levantado unos cientos de metros más arriba, concretamente en la llamada Pradera de San Indalecio.

Tras la invasión francesa y, sobre todo, tras la Desamortización, ambos monasterios quedarían abandonados, siendo posteriormente declarados Monumento Nacional en 1923 y 1889 respectivamente, procediéndose a su restauración y adecuación para el turismo, existiendo en la actualidad un centro de interpretación, una hospedería e incluso un pequeño museo.

.


DOLMEN DE TELLA: cultura megalítica en España

14 mayo, 2014 at 18:43

Dolmen de Tella

La cultura megalítica, es decir, las civilizaciones cuyos restos conservados consisten en “grandes piedras” (dolmen) dispuestas de manera estudiada son una forma magnífica para poder ver cómo vivían nuestros antepasados de la Prehistoria hace más de 6.000 años.

Desde el Neolítico y hasta la Edad del Bronce, periodos de la Edad de Piedra, la cultura megalítica se desarrolló en todo el mundo, aunque el término localiza la etapa entre el Mediterráneo y la zona Atlántica de Europa.

Lo primero que suele aparecerse en la mente del viajero al ver estos enormes monumentos prehistóricos es, ¿pero cómo pudieron construirse sin los avances técnicos modernos? La cuestión en sí misma ya otorga cierto acercamiento a una cultura tan alejada de la nuestra, porque nos ofrece una nueva dimensión de los seres humanos: pensaban, planeaban, estructuraban, se comunicaban, todo ello para conseguir erigir estos monumentos.

Ahora bien, ¿por qué razón se construían, con el esfuerzo y la dedicación que debía conllevar? Tampoco está claro que fueran grupos estables en un territorio, por lo que todavía da más misterio a la cuestión. Varias teorías se han propuesto para intentar responder a esta y otras preguntas de los hombres de la Prehistoria.

Algunos estudiosos coinciden en la función sepulcral del monumento, una costumbre que revela la conciencia religiosa del grupo y la creencia en el más allá, además del recuerdo sentimental de la persona que los deja, no muy diferente de las formas actuales. Por otro lado, otros investigadores apuntan a una función de tipo amenazante, en la que estas construcciones pondrían de manifiesto la pertenencia del territorio a un determinado grupo, reforzando la identidad (otro factor inesperado) frente a los demás.

Sea como sea, en España han quedado muchos de estos testimonios de arquitectura prehistórica y muchos de ellos se encuentran en un estado de conservación muy buena.

El dolmen de Tella, conocido también como Piedra de Vasar o Losa de la Campa, está situado al noroeste de la población de Tella, en la comarca de Sobrarbe, Huesca.

En el valle de Bielsa, en la carretera que conduce a Tella y poco antes de llegar, encontramos el dolmen, de pequeño tamaño, simple en estructura, sin túmulo, se sitúa en un lugar idóneo, rodeado de prados y tierras de labor, pero también de cañones y gargantas, lugares éstos asociados a poderes sobrenaturales desde antaño.

valle de bielsa

El Pirineo y Prepirineo oscense concentran los hallazgos aragoneses de estas singulares manifestaciones arquitectónicas, cuya construcción data del IV milenio a.C., concentrándose especialmente en la mitad occidental de la provincia de Huesca y en la Sierra de Guara.

Situado en la parte noroeste de la planicie, se erige un dolmen de cámara simple rectangular abierta al sureste, que presenta una curiosa asimetría entre su piedras de roca caliza, lo que provoca un interesante efecto dinámico.

Dolmen de Tella_ de cerca

Está compuesta por una losa de cubierta y seis ortostatos laterales situados uno en los lados este y oeste y dos en cada lado norte y sur.

En la abertura tiene otra pequeña losa a modo de entrada.

La cámara tiene una superficie interna de 1,60×1,40×1,20m.

El pueblo de Tella

pueblo de tella

Tella es un pueblo de alta montaña esculpido en piedra y losa. Situado en el Pirineo Aragonés, (Comarca de Sobrarbe), muy cerca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, a 1380m de altitud.

Su caserío está trazado en torno a una calle principal mirando al sur para aprovechar las máximas horas de sol, al norte protegido por un murallón rocoso para protegerse del viento.

La presencia humana aquí es milenaria como lo demuestra el dolmen. Además del dolmen megalítico, Tella cuenta abundantes atractivos como son: sus ermitas románicas, la cueva del oso y el museo dedicado al oso de las cavernas, el centro de visitantes «»Casa el Molino»» del parque Nacional, en su interior se encuentra el «Museo de la Bruja», también desde aquí se pueden realizar multitud de excursiones entre las que destacan las del Sector Escuaín dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Había un antiguo refrán que decía «Tella, Dios nos guarde de ella». La verdad es que a quien le dijeran hace unos años, cuando no teníamos la posibilidad del transporte como tenemos ahora, que tenía que ir allí para cualquier cosa supongo que se lo pensaría. Es un pueblo que se encuentra a 1.380 metros de altura a las faldas del Monte Perdido y las Tres Sorores y ahora es de los lugares más bonitos del Pirineo a los que se puede ir.

Es uno de los pueblos más pintorescos del Pirineo y sitúa sus casas a lo largo de una calle única. Las casas son de tipo tradicional pirenaico: piedra, tejados de losa, pocas ventanas y chimeneas altísimas decoradas con espantabrujas. Cuentan las leyendas que ésa era una zona de brujas y por eso usaban esos elementos que ahora son decorativos para protegerse de ellas.

chimeneas de tella

También hay una cueva donde se han encontrado restos humanos y materiales correspondientes a la Edad del Bronce, pero también restos de un oso cavernario. Por ese motivo se instaló en Tella el Museo del Oso de las Cavernas.

En cuanto al arte, en el pueblo se indica una ruta de ermitas comenzando desde la iglesia parroquial románica dentro del núcleo urbano dedicada a San Martín. Se debe caminar por una senda con una frondosa vegetación de bojes, robles y pinos hasta que se llega a una impresionante ermita justo debajo de una peña. Ésta es la ermita de los santos Juan y Pablo, una de las más antiguas del románico en Aragón, en Barbastro se conserva su acta de consagración del año 1018. Consta de una sala rectangular dotada de un pequeño ábside con planta de herradura, debajo del cual se encuentra una cripta. Otras ermitas son las de Fajanillas y la de la Virgen de la Peña, construidas ambas en el siglo XII.

ermita de los santos Juan y Pablo tella

Merece la pena esta pequeña excursión por los alrededores de Tella de no más de tres cuartos de hora para ver un paisaje que impresiona, para sentirte parte de la naturaleza, de la historia… y ¿por qué no? sentirnos un poco brujas y brujos.

.


CATEDRAL DE BURGOS: catedrales de España que merece la pena visitar

11 mayo, 2014 at 18:47

Catedral-de-Burgos

La Catedral de Santa María de Burgos es un templo católico dedicado a la Virgen María. Su nombre oficial es Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Burgos. Su construcción comenzó en 1221, siguiendo patrones góticos franceses.

La Catedral de Burgos es uno de los más bellos monumentos del arte gótico pero, antes que monumento, la catedral es un templo vivo, dedicado al culto y a la oración, que a lo largo de la historia ha ido acogiendo las corrientes artísticas de cada época, para dignificar y solemnizar las ceremonias, la alabanza a Dios y la vida cristiana.

Es una de las obras cumbres del gótico español y cronológicamente la primera representación de la arquitectura gótica clásica en la corona de Castilla y toda España.

Iniciaron su construcción, en el año 1221, el rey Fernando III el Santo y el Obispo Don Mauricio, y fue consagrada en 1260. Después fue ampliada y embellecida con un grandioso claustro y numerosas capillas, entre las que destacan la de los Condestables (s.XV) y la de Santa Tecla (s. XVIII), así como las esbeltas agujas de la fachada principal (s. XV) y el espléndido cimborrio del crucero (S. XVI).

El estilo de la catedral es el gótico, aunque posee, en su interior, varios elementos decorativos renacentistas y barrocos. La construcción y las remodelaciones se realizaron con piedra caliza extraída de las canteras del cercano pueblo burgalés de Hontoria de la Cantera.

La catedral burgalesa fue declarada Monumento Nacional en 1885 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Es la única catedral española que tiene esta distinción de la Unesco de forma independiente, ya que otras catedrales como la de León, por ejemplo, la declaración se refiere al conjunto total del casco urbano y no únicamente al monumento catedralicio.

Historia

Historia de la Catedral-de-Burgos

Este templo sustituyó a la iglesia románica de tres naves que la precedió y que fue impulsada por Alfonso VI a finales del siglo XI.

La iniciativa de construir un nuevo templo más grandioso que el anterior fue del obispo Don Mauricio al que el rey Fernando III mandó recoger a su futura esposa Beatriz de Suabia en 1219. Es así como el obispo Mauricio recorre un largo camino desde el corazón de Castilla hasta las tierras del Sacro Imperio Romano Germánico atravesando toda Francia.

Es fácil suponer que en su recorrido observaría la grandeza del gótico que se estaba erigiendo por aquellos años en Francia y, deseoso de imitarlo, influyó en el monarca para un nuevo y ambicioso proyecto.

En la catedral gótica de Burgos se perciben dos fases claramente identificables: la de estilo gótico clásico (siglos XIII y XIV) que desarrollan los primeros maestros y la segunda de estilo gótico flamígero, protagonizada por la familia Colonia.

Las Puertas

Consta la catedral de Burgos de cuatro puertas:

Puerta de Santa María o Real o del Perdón, es su puerta principal. Terminada a mediados del siglo XIII, está situada en la fachada principal y antiguamente constaba de tres grandes arcos decorados con iconografía mariana. Tuvo que ser reconstruida en el siglo XVIII, desapareciendo gran parte de la original ornamentación gótica. Aún se conservan cuatro estatuas, organizadas de dos en dos a ambos lados de la puerta, representándose en ellas a Alfonso VI, el Obispo Asterio, Fernando III y el Obispo Mauricio.

Burgos_Catedral_Puerta_de_Santa Maria

Puerta del Sarnamental. Construida en torno al año 1230. Es uno de los grandes ejemplos de la escultura gótica española. Consta de un tímpano, rodeado por tres arquivoltas en la que se representan los ancianos del Apocalipsis y varios coros de ángeles. En el tímpano se encuentra la figura de Jesús en majestad, flanqueado por los símbolos de los Tetramorfos (cuatro evangelistas). Bajo el tímpano un dintel con doce figuras sentadas representando a los apóstoles. La puerta está dividida por un parteluz en la que aparece una moderna estatua (sustituyendo a la deteriorada original) en la que se representa un obispo, tradicionalmente se dice que es Don Mauricio, aunque bien pudiera ser don Asterio de Oca o San Indalecio. En las jambas se encuentran esculpidas seis figuras, cuatro de las cuales representan a Moisés, Aarón, San Pedro y San Pablo.

burgos_catedral_puerta_sarmental_entera

Puerta de Pellejería o Corralejo. Fue mandada construir por Juan Rodríguez de Fonseca en 1516 a Francisco de Colonia para que por ella pudieran entrar al templo los habitantes del barrio de pellejeros. De estilo renacentista aunque con algún que otro recuerdo del ya extinto por entonces arte gótico. En ella tenemos relieves a modo de retablo esculpido en piedra representando a San Juan Bautista, San Juan Evangelista, Santiago y San Andrés, así como dos relieves de dos martirios y una representación del obispo Fonseca arrodillado ante la Virgen.

Burgos_Catedral_Puerta_de_la_Pellejeria

Puerta de  Coronería o Cordelería o Alta o de los Apóstoles. Está fechada en 1250 y su autor el maestre Enrique. En el tímpano se representa la escena del Juicio Final, con Cristo en trono rodeado de La Virgen y San Juan Bautista, en su parte inferior se encuentra una representación de San Miguel pesando las almas y separando a ambos lados los salvados y los condenados al infierno. Tres arquivoltas rodean al tímpano representando  ángeles y escenas del Juicio Final. Unas amplias jambas tienen esculpidas imágenes de los doce apóstoles. Esta puerta estuvo abierta hasta el año 1786 y por ella entraban los habitantes los peregrinos del Camino de Santiago que venían por el camino Francés y gentes del barrio de Coronería y barrios altos de la ciudad cruzando a través de ella y bajando por la escalera dorada. Se cuenta que fue Napoleón el último en pasar por ella y bajar la escalera dorada cuando venía de pernoctar en el palacio de Castilfalé, situado frente a esta puerta.

Burgos_Catedral_Puerta_de_la_Coroneria

La arquitectura y escultura de la Catedral de Burgos

La catedral de Burgos es un conjunto arquitectónico que destaca por su armonía y en el que cada rincón tiene su importancia para dar vida a todo él. Pero cuatro son los elementos que podríamos destacar de una manera especial:

LAS AGUJAS DE LA FACHADA PRINCIPAL

catedral-burgos-LAS AGUJAS DE LA FACHADA PRINCIPAL

Sin duda alguna, la imagen más extendida de la catedral de Burgos, es ésta de su fachada principal con sus desafiantes agujas elevadas hacia el cielo.

La fachada principal, está inspirada en el más puro estilo gótico francés de las catedrales de París y de Reims. Consta de tres cuerpos rematados por dos torres laterales de planta cuadrada. Se terminó a mediados del siglo XIII, y dos siglos más tarde, Alonso de Cartagena, ordenó construir al maestro Juan de Colonia las dos más famosas agujas de todo el gótico español y se podría decir europeo. Su altura es de 79 metros, desafiando la gravedad, se elevan hacia e cielo caladas de encaje siguiendo modelos germánicos.

Podemos dividir esta fachada en cuatro cuerpos o plantas:

– El primero, ya descrito en otra sección se corresponde con la entrada y que es una reconstrucción no muy lograda del siglo XVII, de la que sólo se conservan cuatro estatuas de la original ornamentación gótica.

– La segunda planta, consta de una balconada corrida y un gran rosetón con dibujos arabescos formando el sello de Salomón.

– En la tercera planta se encuentra la llamada Galería de los Reyes, en la que aparecen estatuas de los Reyes de Castilla, desde Fernando I, primer rey de Castilla, a Fernando III, el cual mandó construir este templo.

– La cuarta planta se corresponde con las dos torres rematadas por las imponentes agujas, obra del genial Juan de Colonia.

EL CIMBORRIO

Catedral-de-Burgos_cimborrio

En el punto donde se cruzan la nave principal y el crucero, es decir, en el mismísimo centro de la catedral, se alza el majestuoso cimborrio, construido por Juan de Vallejo en el siglo XVI.

No es, sin embargo, este el cimborrio original, ya que en el siglo XV, Juan de Colonia, levantó en el centro de la catedral una tercera torre, la cual, según se cuenta, era extremadamente alta y elegante, adornada por numerosas columnas y coronado por ocho chapiteles. En Marzo de 1539 se derrumbó, por lo cual el mismo día de su hundimiento, el cabildo ordenó la construcción del actual cimborrio al arquitecto burgalés Juan de Vallejo.

Consta de ocho lados y dos pisos, todo lo cual se sostiene en cuatro gigantescos y robustos pilares rematados en su parte superior por cuatro espectaculares agujas. Los lados de cada planta tienen grandes ventanales que iluminan el interior del centro de la catedral.

Sus numerosos pináculos y chapiteles son de  estilo plateresco, con ciertos aires de gótico final.

Bajo el cimborrio, en la planta de la catedral, se encuentra la tumba de Rodrigo Díaz de Vivar- el Cid- y de su esposa Jimena, cuyos restos descansan en el mismísimo centro del templo burgalés.

LA CAPILLA DE LOS CONDESTABLES DE CASTILLA

Catedral-de-Burgos_capilla de los condestables

Es la capilla del Condestable, las más importante y famosa de las capillas del templo burgalés. Esta capilla que se encuentra en el centro de la girola, fue encargada como propio panteón por los poderosos Condestables de Castilla, Pedro Fernández de Velasco y su esposa Mencía de Mendoza. Fue eregida entre los años 1482 y 1494 por Simón de Colonia.

Por su gran tamaño y belleza, se la considera una catedral dentro de otra catedral, y es una de las tres capillas más famosas de todo el arte europeo. Su estilo es de transición entre el gótico y los inicios del renacentismo hispánico.

En el mismísimo centro de la capilla, se encuentra el sepulcro de los Condestables. Dos esculturas labradas en mármol de Carrara por Felipe de Vigarny, muestran los cuerpos de Pedro Fernández de Velasco y Mencía de Mendoza con un realismo insuperable y un detallismo increíble tanto en las facciones como en la vestimenta. Ambas esculturas, obras culmen hispánicas, descansan sobre una gran losa de jaspe.

De gran belleza y complejidad, es también la bóveda. Una estrella octogonal es el punto más alto de la capilla, constituida por bellísimos nervios de desarrollo octogonal pero que descansan sobre unas paredes de base hexagonal, obra arquitectónica de Simón de Colonia, resuelta con gran maestría.

LA ESCALERA DORADA

Catedral-de-Burgos_la escalera dorada

Un problema a la hora de construir la catedral de Burgos, radicaba en el hecho de que el lugar elegido, se encuentra en la misma falda de un cerro, por lo cual existe un gran desnivel entre la ladera norte y la ladera sur, ésta más baja. Debido a esto, entre la planta de la catedral y la puerta norte, Puerta de Coronería, existe un gran desnivel.

En 1519, se mandó construir una nueva escalera para sustituir la derribada tres años antes, de factura románica. Fue Diego de Siloe el encargado del proyecto.

Para salvar el gran desnivel entre la puerta y la planta, y al mismo tiempo no tener que alargarla en demasía hacia el interior de la catedral, adoptó la gran solución de hacerla en tramos como se puede apreciar en la figura de arriba.

Está esculpida con una gran riqueza iconográfica, motivos vegetales, animales fantásticos, esfinges, bichas y otros animales que se distribuyen a lo largo de los muros y arcos de la escalera.

La escalera, fue terminada y rematada con una baranda de hierro sobredorado de gran belleza, obra del maestre francés Hilario en 1526.

Se cuenta que fue Napoleón la última persona en bajar por esta escalera, la cual en la actualidad se encuentra cerrada y tan solo se utiliza en Jueves y Viernes Santo, engalanada e iluminada por gran número de velas, cuya luz tintineante da un aspecto mágico a esta bella obra.

Como última curiosidad, decir que la Escalera Dorada fue el modelo de la escalera que se puede admirar en la Ópera de Paris.

.


TERMAS DE ALANGE: restos romanos en España

7 mayo, 2014 at 8:22

TERMAS DE ALANGE

Las Termas de Alange se encuentran el municipio del mismo nombre en la provincia de Badajoz, situada a unos 18 Km. de Mérida.

Las termas constituyen el monumento más relevante y conocido de Alange. Los historiadores creen que ya en la antigüedad el manantial de Alange era conocido y apreciado por sus cualidades curativas.

El complejo termal tiene su origen en la época romana del siglo III d.c, denominado en esa época como Aquae, convirtiéndose desde el principio en un centro de salud y de recreo. No se conoce con exactitud la fecha de su construcción, pero los hallazgos nos documentan su existencia en el siglo III d.C. por lo tanto ya existía en la época de Trajano y Adriano.

Alange_termasromanas_grabado

La villa se sitúa sobre un pequeño cerro, cerca del embalse, en las cercanías de la Sierra de Peñas Blancas. Tres ríos lo componen y son los que donan sus aguas: el Matachel, el Palomillas y el Valdemedel.

sierra de las peñas blancas

Debido a las inscripciones halladas sabemos que a finales del siglo III aparecen llegados de la Capadocia la familia de los Serénanos, y se instala en Emérita. Con ellos viajaba su hija que padecía algún tipo de enfermedad que las aguas del manantial hicieron desaparecer.

inscripcion romana termas de alange

Como muestra de la sanación se encuentra en el patio del balneario un ara de mármol blanco romana dedicada a la diosa Juno Regina por Licinius Serenianus Clarissimus y su mujer en  la que se le agradece la curación de la hija Varinia Serenade. Esta ara es una muestra epigráfica de los cualidades curativas de las aguas del Balneario y es también una reseña histórica del uso medicinal de las aguas por los romanos. El ara está datada en el siglo III.

En agradecimiento por lo sucedido el cabeza de familia, Licinio Sereniano, construye un edificio termal.

Desde tiempos lejanos se ha acudido a Alange por las cualidades curativas de sus aguas medicinales, con elevado contenido en radón, que produce mejoras en afecciones nerviosas, artrosis, reumatismo y en algunas del aparato respiratorio, pero el origen del balneario como hemos dicho es romano.

De la construcción romana original han llegado hasta nuestros días dos termas circulares de origen romano declaradas Monumento Nacional y consideradas como una de las mejores conservadas de Europa, que se encuentran dentro de un edificio que mide unos 33 metros de largo por 16 metros de ancho, techadas en forma de cúpula. La construcción romana es de un edificio rectangular  en el que se encuentran dos cámaras idénticas circulares, de casi 11 metros de diámetro y 14 de altura, y en el centro dos piscinas circulares con gradas para facilitar el acceso de los bañistas, a las que se accede por una inclinada escalera de piedra.

TERMAS ROMANAS DE ALANGE

Algunos estudios sugieren que en el primitivo balneario romano las termas se completaban con piscinas calientes y baños de vapor configurando un importante establecimiento termal.

De la influencia árabe el pueblo y las termas conservan el nombre Al´Anghe que significa Agua de Ala.

La decadencia y posterior desaparición de Emérita como capital de la Lusitania romana y la llegada de la cultura visigoda a estas tierras, traerán consigo la decadencia de los baños termales. Estos baños fueron olvidados por los godos y árabes durante la ocupación de la península y trascurren siglos de deterioro hasta que, en 1860 el balneario sale a subasta pública y es comprado por Don Abdón Berbén, médico del pueblo. Realiza una reforma en las termas construyendo nuevas instalaciones que se integra en la edificación primitiva. En esta época comienza un resurgimiento económico de las termas y del pueblo, debido principalmente al número de personas que acuden a  recibir tratamientos.

En la actualidad, las termas están en funcionamiento como balneario, siendo la mayor fuente de ingresos turísticos del municipio. Si quieres obtener más información sobre el balneario puedes entrar en Balneario de Alange.

Las termas romanas del Balneario de Alange, junto con otros veintiocho monumentos históricos entre los que destacan el anfiteatro, el teatro y el circo romanos, además de otras grandes obras hidráulicas como las presas, acueductos, puentes y el sistema de alcantarillado, forman parte del Conjunto Arqueológico de Mérida, distinguido con el título de Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

.


EN UN LUGAR DE LA MANCHA; segunda etapa de la ruta de Don Quijote

15 abril, 2014 at 19:13

don quijote de la mancha - etapa 2

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho que vivía un hidalgo al que se llamó Don Quijote… Hace ahora cuatro siglos, Miguel de Cervantes estaba dando al mundo una de las grandes joyas de la literatura mundial. Su protagonista, Don Quijote de la Mancha, sería un prototipo literario íntimamente ligado a la tierra por la que discurren sus desventuras.

En varios artículos te vamos a ofrecer diferentes etapas de la ruta que te permitirá acercarte con profundidad para conocer al héroe literario y su tierra, La Mancha.

La Ruta de Don Quijote ha sido declarada por el Consejo de Europa Itinerario Cultural Europeo, el cuarto de España, tras el Camino de Santiago, el legado de Al-Ándalus y las Rutas de los Sefardíes.

Estos parajes no sólo nos permiten conocer alguno de los conjuntos monumentales más importantes de La Mancha, sino también acercarnos a una de las mayores extensiones lagunares españolas, paso imprescindible de las aves migratorias en su viaje entre Europa y África.

En San Clemente, este itinerario ofrece al viajero tres ramales, pero es aconsejable comenzar en dirección Las Pedroñeras atravesando unas tierras que presumen con justicia de producir los mejores ajos de España.

ajos las pedroñeras

Siguiendo después hacia el oeste, visitar la laguna de Pedro Muñoz.

Nuevamente en el tramo principal, se encuentra El Provencio, rodeado por las aguas del río Záncara. Desde allí, la Ruta de Don Quijote continúa su camino hacia Villarrobledo, que ha sabido conservar importantes vestigios de su pasado como la Plaza Mayor o las iglesias de San Blas y San Sebastián, junto con numerosas bodegas que son la base de la economía local, donde se sigue almacenando el vino como hace siglos, en gigantescas tinajas centenarias elaboradas con los barros de estas tierras.

Tinajas_de_Villarrobledo

Más al sur, en el entorno de Ossa de Montiel se localizan dos pasajes de especial importancia en las aventuras de Don Quijote: la mágica cueva de Montesinos, donde descendió a través del tiempo y las ruinas del castillo de Rochafrida.

cueva de montesinos

Cerca de aquí, el viajero encontrará en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera uno de los más hermosos conjuntos lagunares de origen tectónico, protegidos en la actualidad no sólo por su interés paisajístico sino por la importancia de la abundante fauna que cobija, entre la que destacan el pato colorado o el aguilucho lagunero.

Parque Natural de las Lagunas de Ruidera

Retomado el camino, poco después se divisará la silueta de Villanueva de los Infantes, declarado conjunto histórico por ser un importante enclave del Renacimiento y del Barroco. Aquí murió Quevedo, en una celda del Convento de Santo Domingo, ahora convertido en alojamiento turístico. Salpicada de iglesias, conventos y casas palacio, como la casa de D. Diego de Miranda, quien según la tradición fue el famoso Caballero del Verde Gabán, cuyas hazañas, Cervantes, tantas veces puso en boca de Don Quijote.

Villanueva de los infantes

.