YEMAS DE SANTA TERESA: productos auténticos de la tierra

30 agosto, 2013 at 10:48

 

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Las Yemas de Santa Teresa son uno de los dulces más representativos de la provincia de Ávila (Castilla y León). Un dulce tradicional hecho a partir de yemas de huevo, azúcar y limón, en ocasiones lo vemos con zumo de limón y otras veces sencillamente infusionando la piel del cítrico. El resultado son unas bolitas anaranjadas cubiertas con azúcar glas, con una fina capa crujiente, provocada por el endurecimiento del azúcar, y muy suaves en el interior, un bocado que se funde en el paladar.

Las Yemas poseen un origen árabe. Existen varias teorías acerca del comienzo de la fabricación de las Yemas de la ciudad de Ávila. Algunos dicen que es un producto de origen monacal elaborado por monjas antes de la Reforma Carmelitana, que adquiere popularidad durante la vida de Santa Teresa de Jesús. Posteriormente la fórmula se consolidó en las pastelerías de la ciudad de Ávila y de forma tradicional, artesana y secreta, se fue transmitiendo de padres a hijos.

Por el contrario, otra teoría dice que este origen es incorrecto, pues las Yemas comienzan a fabricarse en las pastelerías. Según algunas fuentes comenzaron a fabricarse, hace 130 años por Don Isabelo Sánchez, dueño de una de las pastelerías de Ávila que aún existe (La Flor de Castilla), y que corresponden a las hoy denominadas Yemas de Santa Teresa. El nombre de Yemas de Santa Teresa que adquieren es debido a que Ávila es una ciudad convento donde se respira un aire teresiano en todas las esquinas.

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Esta tradición artesanal, ha sido un secreto transmitido boca a boca, de padres a hijos, y ha permitido la elaboración de forma idéntica a lo largo de los años. Antiguamente se fabricaban y vendían 100 cajas diariamente, y no llegaba a todos los que querían adquirirlas. Por esta razón, según cuentan, hace unos 20 años surgieron las Yemas de Ávila con el fin de abastecer esta escasez.

La popularidad de este dulce lo ha convertido en la actualidad en una especie de souvenir ligado a la ciudad de Ávila.

Las Yemas de Santa Teresa están registradas bajo una Marca Comercial, que se distinguen por un sencillo jeroglífico que lleva en el interior de la caja. Aunque se pueden encontrar a lo largo de toda la provincia, no se asegura que posean las características típicas de las Yemas que se adquieren en la ciudad, ya que aunque su composición básica y aspecto sean idénticos, su sabor difiere ligeramente dependiendo del establecimiento productor.

Una de las pastelerías tradicionales más populares de Ávila y donde son fabricadas las Yemas de Santa Teresa es La Flor de Castilla, ubicada en el casco histórico de la ciudad de Ávila. Fundada en la segunda mitad del siglo XIX la pastelería comenzó a elaborar en su obrador, en 1860, las Yemas de Santa Teresa o conocidas también, como las Yemas de Ávila.

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RECETA CASERA DE LAS YEMAS DE SANTA TERESA

Ingredientes para 4 personas:

12 yemas de huevos

100 g de azúcar glasé

150 g de azúcar

1 ramita de canela

la corteza de un limón

Preparación:

Pon en una olla 10 cucharadas de agua, el azúcar y la canela. Con estos ingredientes, haz un almíbar a punto de bola.

Ahora bate en un bol grande 11 yemas junto con un huevo entero y la ralladura de limón.

Cuando el almíbar esté en su punto, añádele el batido anterior y sigue cociendo, sin cesar de batir, hasta que las yemas se cuajen. Para saber si el almíbar ha alcanzado el “punto de bola”, toma un poco entre los dedos. Si eres capaz de formar una bolita con ellos, entonces el almíbar estará en su punto.

Retira la olla del fuego y vierte la masa sobre una superficie lisa y espolvoreada con azúcar glass.

Trabaja bien la masa y forma un rollo alargado. Espolvoréalo y córtalo en 24 porciones de igual tamaño.

Forma las yemas con las manos, rebózalas con más azúcar glass y colócalas en moldes de papel para magdalenas pequeñas, también llamados “pirotines”.
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EL SOBAO PASIEGO: productos auténticos de la tierra

1 agosto, 2013 at 21:22

Sobao Pasiego de Cantabria

El sobao o sobao pasiego es un producto típico de los Valles Pasiego (Cantabria) y su producción es originaria del municipio Vega de Pa,   en el límite de Cantabria con Burgos, en el nacimiento del río Pas, al que debe su nombre. La comarca se caracteriza por inviernos fuertes y veranos cálidos, con abundantes lluvias durante todo el año.

Según distintos autores, el Sobao era una torta que se hacía primitivamente con masa de pan (para aprovechar las sobras), azúcar y mantequilla. Este Sobao antiguo se mejoró por la adición de huevos, cáscara de limón rallada y anís o ron. El gran salto en la elaboración del Sobao se produjo con la sustitución de la masa de pan por harina de trigo de buena calidad, además de otras variantes cuantitativas en los demás ingredientes.

El sobao es una delicia tanto para desayunos, postres ó meriendas. En toda Cantabria se elabora este producto, ya que es el producto típico por excelencia, junto con las anchoas y la quesada. Productos típicos tradicionales. En Selaya hay dos empresas muy famosas como son Joselín y El Macho. En La Vega, sobaos Ortiz.

La Asociación de Fabricantes de Sobaos Pasiegos y Quesadas de Cantabria se sienten orgullosos de poder decir que este típico producto de la repostería cántabra se ha añadido a la lista de productos con Denominación de Origen Protegida (AOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP) por la Comisión Europea.

RECETA CASERA DEL SOBAO PASIEGO

En primer lugar, necesitamos los siguientes ingredientes:

250 gramos de mantequilla
ralladura de un limón
3 huevos
250 gramos de harina
250 gramos de azúcar
2 cucharaditas de levadura
1 cucharada de ron
Sal

Para entender correctamente dónde reside el secreto de la receta del sobao pasiego podemos aprovechar el origen de su nombre. Para elaborar un auténtico sobao hay que llevar a cabo un amasamiento muy minucioso de los ingredientes. Se dice que «hay que sobar bien la masa» para obtener un buen resultado y de esta acción de sobar la mezcla es de donde viene el nombre del postre.

Los ingredientes que debemos tener en nuestra cocina son harina (250 gr), azúcar (250 gr), mantequilla (250 gr), huevos (3), ron (una cucharada), sal y levadura en polvo (dos cucharadas pequeñas). El primer paso es trabajar la mantequilla, ligeramente reblandecida, con el azúcar, la ralladura de limón, una pizca de sal, los huevos batidos y el ron. Todos ellos deben ser bien trabajados con las manos hasta que estén perfectamente mezclados.

Por otro lado hay que mezclar la harina con la levadura en polvo y después añadirlo a la pasta anterior. Una vez que tengamos formada una masa homogénea hay que preparar unos moldes de papel que llenaremos hasta la mitad con la pasta que hemos creado.

Unos cinco minutos antes de introducir los moldes en el horno, deberemos haberlo encendido a una temperatura de 180 ºC. Pasado este tiempo los introducimos dentro y esperamos 15 minutos, hasta que veamos que han adquirido un color dorado. En este paso es esencial retirarlos del horno antes de que queden resecos, puesto que perderían su esencia.

Sólo falta dejarlos enfriar y ya podemos hincar el diente a nuestro sobao.

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