
El Palacio Real de Aranjuez es una de las residencias de la Familia Real Española, situada en el Real Sitio y Villa de Aranjuez (Comunidad de Madrid), que es gestionada y mantenida por Patrimonio Nacional.
Conocido como el Real Sitio de Aranjuez, y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta villa es el emplazamiento de un imponente palacio real que se encuentra rodeado de unos jardines de enormes dimensiones.
Origen e Historia
El Palacio Real de Aranjuez tiene sus orígenes en una primera casa-palacio, conocida como de los Maestres de Santiago, que se construyó en la época de los Reyes Católicos, a finales del siglo XV, en el lado norte del emplazamiento del actual edificio.
Con posterioridad, esos terrenos pasaron a ser propiedad real y fue Felipe II quien en 1561 ordenó la construcción de un primer palacio, y ya con la denominación de Real Sitio, se empezaron a construir los jardines.

Este enclave pasó a convertirse en una residencia primaveral de esparcimiento de los Reyes de España, rodeada de un gran coto de caza.
Fue en el siglo XVII cuando Felipe V encargó la construcción del actual edificio del Palacio Real de Aranjuez.
Iniciada la obra por el arquitecto Juan Bautista de Toledo, fue continuada por Juan de Herrera, aunque no llegó a terminarse hasta el siglo XVIII, durante los reinados de Fernando VI y luego Carlos III.
El resultado que ahora puedes visitar en Aranjuez es un gran palacio real, que fue habitado desde Carlos III hasta Isabel II, y que por su fastuosa decoración te recordará bastante al Palacio Real de Madrid, aunque con estancias de menores dimensiones.
Junto al Palacio Real de Aranjuez puedes recorrer los Jardines del Parterre y de la Isla, que le circundan. Pero, ahí mismo, en el Real Sitio de Aranjuez puedes visitar los inmenso Jardines del Príncipe, donde puedes encontrar bellos rincones como la Casa del Labrador, un palacete utilizado como pabellón de caza por los reyes borbones.

Por otro lado, tampoco puedes perderte el estanque con el Jardín Chinesco de Villanueva, el Embarcadero Real a orillas del río Tajo o el Museo de Falúas Reales, en la denominada Casa de Marinos.
Arquitectura

Este Palacio y el conjunto monumental al que está unido fue empezado por Felipe II y terminado por Carlos III, por lo que tiene una gran variedad de estilos.
El Palacio Real de Aranjuez se caracteriza exteriormente por sus colores blanco, de la piedra de Colmenar, utilizada en su construcción, y rojo, de los ladrillos empleados en sus paramentos.
El Palacio es de estilo herreriano.
El frente del edificio, excepto en su cuerpo central, presenta una sucesión de ventanas, en su piso inferior, y balcones, en el superior, que es rematado por una balaustrada.
En el cuerpo central, con un piso más, se encuentra el frontón con el escudo de Fernando VI, sobre el que están colocadas las estatuas de los reyes Felipe II, Felipe V y Fernando VI, según el proyecto de Bonavía. En la parte inferior de este cuerpo central un pórtico de cinco arcos de medio punto, también diseñado por Bonavía, sustenta la terraza del piso principal con su gran balconada.

La fachada orientada al Este, con dos pisos, posee en su centro un cuerpo saliente cuyas ventanas y balcones dominan los Jardines del Parterre. Finalmente, las fachadas Norte y Sur, de características arquitectónicas similares, están compuestas de dos cuerpos rematados por una balaustrada.
Visita del interior del Palacio
Antes de entrar en Palacio Real encontramos la Plaza de Armas, escenario de los desfiles, conmemoraciones y juegos ecuestres propios de la corte del absolutismo.
El acceso al Palacio se realiza a través de los pórticos de la fachada principal. La escalera, obra de Bonavía, cuenta con una balaustrada de estilo rococó, pintada en negro y oro, estando decoradas las mesetas con unas interesantes esculturas de Antoine Coysevox – Luis XIV, el Gran Delfín, María Teresa de Austria…-, colocadas en hornacinas rematadas por arcos de medio punto sobre pilastras.

La visita al Palacio Real de Aranjuez se inicia por la Sala de Guardias de la Reina, una habitación situada en el ala Oeste que fue destinada a los Guardias de Corps, encargados de la custodia de los miembros de la familia real. En la decoración de esta sala destacan las pinturas de Lucas Jordán, con pasajes de la vida de Salomón, y una escena de caza, obra de Franz Snyders. Relojes franceses, mobiliario y jarrones de estilo Imperio, completan sus elementos.
La Salita de la Reina, en el ángulo noroeste del edificio, formaba parte de las habitaciones del Palacio ribereño que estuvieron dedicadas a las audiencias reales. De nuevo encontramos aquí cuadros de Lucas Jordán, en esta ocasión dedicados a temas mitológicos: Júpiter y Leda, El Viento y Triptólemo. Otro cuadro más de este mismo pintor, El Prendimiento de Jesús, y una pintura de Carducho, La muerte de un fraile trinitario junto a relojes y candelabros de estilo Imperio, componen los elementos decorativos de esta sala. Las magníficas consolas son obras del taller del ebanista francés Saumier.
Continuando el recorrido por el ala Norte del Palacio llegamos a la Antecámara de Música, sala que fue utilizada para la recepción de grandes personalidades. Cuadros con escenas bíblicas pertenecientes a la escuela italiana del siglo XVII y pinturas religiosas de Solimena, decoran sus paredes.

La Cámara de la Reina, otra de las habitaciones utilizadas como pieza de etiqueta en el siglo XVIII, fue transformada en sala de música por Isabel II. Uno de los relojes de esta sala es de la acreditada firma Geo-Grahan, de Londres, con esfera semicircular y calendario mensual. El tapiz pertenece a la serie Dido y Eneas, tejido en Bruselas en el siglo XVI. En esta sala se conserva el piano regalado por la emperatriz francesa Eugenia de Montijo a la reina Isabel II.
Por el Anteoratorio y el Oratorio de la Reina, con ventanas al patio central del Palacio y decorados con pinturas de Giaquinto, Maella, Bayeu y Villanueva, y mármoles y bronces de Juan Bautista Ferroni, se accede al Salón del Trono, en el centro del ala norte, cuyos paramentos están tapizados con terciopelo rojo. El mobiliario del salón pertenece a la época de Isabel II, excepto los sillones reales de madera tallada y dorada, situados bajo el dosel, que corresponden al estilo Luis XVI. Las pinturas de la bóveda, atribuidas a Vicente Camarón, representan la Monarquía, cuyo símbolo, la Corona Real, es sostenido por las figuras de Venus y la Industria.

El Despacho de la Reina, contiguo al Salón del Trono, cuenta con un gran número de obras pictóricas que decoran sus paredes, entre ellas el magnífico Florero, de Jan Brueghel. Un paisaje de Martínez del Mazo, dos cuadros de pequeño tamaño con vistas de edificios clásicos, pintados por Francisco Galli Bibiena, y tres floreros de Arellano, son algunas otras de las pinturas más interesantes de este despacho. En la decoración de la bóveda, de estilo pompeyano en su arranque, obra de Maella, destacan las representaciones de algunos pasajes de la Pasión de Cristo.
Desde el Despacho de la Reina se accede al Gabinete de Porcelana, una de las piezas más atractivas y famosas del Palacio Real de Aranjuez. Considerada como la obra capital de la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro de Madrid, esta habitación ocupa el ángulo noreste del edificio, con magníficas vistas a los jardines que rodean el Palacio. La totalidad de la extensión de las paredes y techos de este gabinete, presenta una riquísima ornamentación de porcelana en relieve, mezcla de estilos rococó y chinesco, realizada por Giuseppe Gricci entre los años 1763 y 1765, por mandato del rey Carlos III. La exuberante y abigarrada decoración del Gabinete de Porcelana está repleta de hojas, frutas, troncos de árboles y monos. También los seres fantásticos y las figuras humanas con facciones y atuendos orientales, tienen cabida en esta fantástica obra, cuya magnífica pintura en tonos suaves realza aún más la belleza del resultado final. Las sobrepuertas y los sobre-balcones están decorados, asimismo, con grupos escultóricos de porcelana, destacando la policromía de las puertas, también guarnecidas con figuras del mismo material. En el ala este del Palacio, orientadas al Jardín del Parterre, se encuentran situadas las habitaciones privadas de los reyes.

Foto de Carlos Augusto Malahares
El Salón de Baile, decorado a finales del siglo XIX, ocupa el centro del ala este, separando los aposentos privados del rey y de la reina. Contiguo a él, el Comedor de Gala luce una espectacular bóveda con alegorías del tiempo, pintada por Santiago Amiconi, durante el reinado de Fernando VI. De sus paredes cuelgan cuadros de Corrado Giaquinto, de Amiconi y de Flipart. Un reloj de pie, obra de Peter Kintzing, y otro, de Lépine, son de los mejores de la colección que se conserva en el Palacio.
El Gabinete Árabe, decorado durante el reinado de Isabel II, está inspirado en la sala de las Dos Hermanas, de la Alambra de Granada. La habitación, de reducidas dimensiones, fue utilizada como sala de fumar. En ella destaca un velador de Sévres, elaborado en porcelana y bronce, regalo del rey Luis Felipe de Francia, a Isabel II.
El Dormitorio de la Reina, con una bóveda pintada por Zacarías González Velázquez, en la que aparecen Alegorías de la Ciencia, la Virtud, el Arte, la Ley y la Monarquía, conserva el mobiliario que la ciudad de Barcelona regaló a Isabel II con motivo de su boda con Francisco de Asís de Borbón. Entre sus cuadros destaca un Sagrado Corazón de Jesús, de Ferrant y Fischermans. Comunicando con el dormitorio está situado el Tocador de la Reina, también con muebles de la época de Isabel II, cuyas paredes están recubiertas con seda rayada y decorada con ramos de rosas.
La Cámara del Rey, con acceso desde el comedor y comunicada con el Gabinete Árabe, está decorada con una serie de cuadros de Fernando Brambilla, que representan distintas vistas de los Reales Sitios: Escalera principal del Monasterio de El Escorial, San Lorenzo desde la Cruz del Humilladero, Vista del Monasterio de El Escorial en ocasión de adorar los reyes la Sagrada Forma, Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, Galería de Convalecientes y estanque de los monjes del Real Monasterio de El Escorial, Patio de los Reyes del Real Monasterio de El Escorial, Fuente de la Cascada Nueva en Aranjuez y – Fuente de la Fama en Aranjuez. Los muebles, de la época de Fernando VII, relojes estilo Imperio, así como un piano de cola y una mesa de juego de época isabelina, completan la decoración de la cámara.
En el ala este del Palacio se suceden, a partir del ángulo sureste, el Salón de Espejos, la habitación mejor conservada del edificio real, decorada con grotescos por Juan de Villanueva hacia 1790; el Despacho del Rey, con cuadros de Magadán y mobiliario del ebanista francés Jacob Desmalter; la Sala Estudio del Rey, con mobiliario de estilo Carlos IV; y la Habitación de Pinturas Chinas, que conserva una importante colección de cuadros donados a Isabel II por un emperador chino de la dinastía Quin. También en este ala, con ventanas al patio central, se encuentra la amplia Sala de Guardias del Rey, final de la visita al Palacio de Aranjuez, en cuyas paredes se encuentran seis grandes cuadros de Lucas Jordán, tres de ellos de batallas, y los otros tres de temas bíblicos: La muerte de Absalón, David vistiendo la coraza y Construcción del templo de Salomón. La sillería de esta sala, perteneciente al siglo XVIII, es de las más interesantes del Palacio.

A la Capilla de Palacio, cuya visita se realiza independientemente del resto del edificio real, se accede desde la Plaza de Parejas, situada junto a la fachada Sur. Construida por Francisco Sabatini en el ala izquierda añadida a la fachada de poniente del Palacio en 1798, esta capilla vino a sustituir a la edificada por Felipe II. En ella destacan la bóveda, pintada por Francisco Bayeu, y los tres retablos neoclásicos construidos en mármol y con decoración de bronces, realizada por Fabio Vendetti. Entre las pinturas más interesantes de la Capilla de Palacio se encuentran un San Miguel Arcángel de Lucas Jordán, en el retablo del lado del Evangelio, y La Concepción, en el altar mayor, de Mariano Salvador Maella.
Para ver los horarios y tarifas de visita puedes visitar la web de patrimonio nacional..
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