El mirador de Abrante se encuentra en lo alto del risco del norte de La Gomera (Islas Canarias) y además de sus vistas excepcionales, se caracteriza por flotar sobre un precipicio. Se encuentra ubicado sobre el acantilado de Abrante, a 620 metros del nivel del mar.
Abrante es el nombre de una joven doncella de la isla de La Gomera. De ella toma el nombre el mirador y roque. La leyenda de Zula y Abrante es una de las numerosas historias de amor y desamor de la isla colombina.
El mirador de Abrante tiene una pasarela de vidrio de siete metros sobre el vacío donde te olvidas del vértigo luego del segundo paso. El suelo y las paredes de cristal nos dejan tener vistas hacia todos lados. La verdad que es una muy buena idea quizás inspirada en el mirador de cristal de la Willis Tower en Chicago aunque unos 200 metros más alto.
Si miramos desde el mirador cuatrocientos metros más abajo, y en ausencia de nubes, se ve el pequeño valle de Agulo, con sus racimos de casas y terrazas agrícolas, encajonado entre riscos casi verticales y abiertos al océano Atlántico.
Este enclave ofrece una de las mejores vistas de toda Canarias: el Teide (3.718 metros) y parte de la isla de Tenerife. Cabe señalar que, debido a que está situado en una especie de anfiteatro natural, su localización permite divisar constantemente la estampa del Teide, como si fuese un espejismo o un mágico cuadro al óleo. Los días nublados también tienen su encanto, con las nubes creando formas complejas y acariciando el paisaje.
El edificio donde se encuentra el mirador es un proyecto diseñado por el arquitecto canario José Luis Bermejo y que se inauguró en enero de 2013. Construcción de acero y cristal que ha sido calificada en cientos de menciones alrededor del mundo como un «auténtico espectáculo para los sentidos», y es uno de los puntos de interés turísticos indispensables de toda Canarias.
Para acceder al interior del mirador es necesario entrar en el restaurante. El horario del restaurante es de lunes a viernes de 11:00 a 18:00, y los sábados y domingos de 11:00 a 19:00 horas.
Cabe recordar que para visitar el mirador se necesita vehículo, ya que está lejos de las rutas principales. Si vas con coche propio, las recomendaciones para conducir por el camino hasta el mirador son simples, baja velocidad, conservar la derecha, no detenerse si no es necesario y dejar pasar a los vehículos más grandes. Tengamos en cuenta que los últimos kilómetros del acceso la calzada es reducida y apenas caben dos coches.
El Parque Nacional del
Teide es sin duda el lugar que más
identifica a Tenerife. Está localizado en el centro de la isla, a una
altitud media de 2.000 metros, y su cima representa el pico más alto de España, con 3.718 metros. Sus cifras de récord
también incluyen que es el parque
nacional más visitado de España y Europa, al recibir unos tres millones de
turistas al año.
Su paisaje se configura
alrededor del mayor volcán de España: el Teide, cuya última erupción se remonta a 1798.
El parque se creó en
1954 en reconocimiento a su singularidad volcánica y biológica. Su extensión es
de casi 19.000 hectáreas, lo que lo convierte en el mayor y más antiguo de entre todos los parques nacionales de las
Islas Canarias. Cuenta con una Zona Periférica de Protección, y está
rodeado del Parque Natural de la Corona Forestal, que con 46.612,9 hectáreas de
extensión, es el espacio natural protegido de mayor extensión de toda la
Comunidad Autónoma de Canarias.
En el parque nacional
del Teide puedes encontrar la muestra
más completa de vegetación de piso supra-mediterráneo que existe. Además, constituye una de las manifestaciones más
espectaculares de vulcanismo en todo el mundo, y por supuesto, la más
destacada de Canarias.
Fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la
Unesco en 2007 con la categoría de Bien Natural. Es también Diploma Europeo
por el Consejo de Europa y forma parte de los Lugares Red Natura 2000. Además,
está reconocido como destino para
observar las estrellas por la Fundación Starlight.
Desde el punto de vista geomorfológico estamos ante una maravilla de la naturaleza. La estructura de la caldera y el estratovolcán Teide-Pico-Viejo son únicos en el planeta. Aunque no queda ahí su valor. Los cientos de conos, coladas o cuevas con las que cuenta enriquecen su interés científico y paisajístico. A ello se añaden su riqueza de fauna y flora, con una gran cantidad de endemismos canarios y especies exclusivas del parque.
Lo que no te puedes perder al visitar el Teide
Recorrer
la zona, incluso en
coche, es todo un espectáculo. El paisaje es sobrecogedor se mire por donde se
mire. Para conocerlo con mayor profundidad, lo mejor es que subas por una
carretera y bajes por otra. El mayor contraste se da entre las que llegan por
el norte y las que lo hacen por el sur.
Las Cañadas del Teide
forman una gigantesca Caldera de unos 17 km de diámetro sobre la que se asienta
el Pico del Teide, de 3.718 metros,
que supone la mayor altura de España y el tercer volcán más alto del mundo. La
nieve del pico junto a las coladas de lava que se derraman por sus laderas
forma una combinación única que no te cansarás de admirar.
Si acudes en primavera
no te puedes perder el maravilloso tajinaste
rojo, que puede llegar a medir 3 metros de altura y que presenta miles de
minúsculas flores de un rojo intenso. Otro tesoro único en el mundo es la violeta del Teide, emblema y orgullo
del Parque, que sólo se encuentra por encima de los 2.500 m de altitud. Si
consigues verla, siéntete muy, muy afortunado.
Si el paisaje y la
vegetación son como de otro planeta, la fauna no se queda atrás. Fíjate bien en
los animales más pequeños. Gran parte de los insectos que veas no lo encontrarás en ningún otro lugar. También
te tropezarás con reptiles únicos,
como el lagarto tizón, el perenquén o la lisa. Si eres un amante de los
pájaros, aquí podrás avistar al cernícalo, al alcaudón real y a algunas
especies endémicas como el pinzón azul. Aunque se trate de una especie
introducida por el hombre, hay que destacar a un mamífero notable: el muflón de Córcega. Te retamos a que
lo encuentres porque suele ser muy huidizo ante la presencia humana.
¿Qué actividades puedes hacer en el Teide?
Una de la experiencias
más excitantes que te aguardan en el Parque Nacional es la de subirte al teleférico. La estación base está a
2.356m de altitud y la estación superior a 3.555m. El tránsito entre estaciones
dura unos 8 minutos y la sensación es electrizante. Una vez finalizado el
recorrido disfrutarás de unas vistas
extraordinarias desde el mirador.
Aunque hayas subido en el teleférico hasta la estación superior, aún no puedes decir que has estado en el punto más alto de España. Desde aquí parte un sendero para ascender al cráter a pie. Se tardan unos 40 minutos y la dificultad es alta pero podrás presumir ante tus amigos de que has llegado al techo del país a golpe de calcetín. Si tienes la suerte de encontrar un día despejado, podrás embelesarte con la vista de hasta 4 islas desde la cima de esta mole impresionante: Gran Canaria, La Palma, El Hierro y La Gomera, además de la propia isla de Tenerife que se mostrará a tus pies orgullosa de su belleza. Para disfrutar de esta inolvidable experiencia es necesario obtener un permiso especial que se solicita en la web del parque. Es aconsejable reservar con uno o dos meses de antelación según la época del año. El permiso es gratuito y es sólo válido para la fecha seleccionada. Si por causas meteorológicas o de otra índole no se puede realizar la visita, el permiso caduca.
Si pasas la noche en el Refugio de Altavista, no necesitarás
tramitar el permiso de acceso al Pico del Teide para ver el amanecer. Eso sí,
deberás haber abandonado el sendero antes de las nueve de la mañana. Es decir,
¡madruga, sube y vuelve a bajar cuanto antes! Te aseguramos que merece la pena.
Mantener un contacto
pleno con la naturaleza salvaje del Parque Nacional es posible gracias una Red de Senderos que te permitirá
realizar rutas auto-guiadas o con el acompañamiento de guías oficiales (todos
los días del año excepto el 1 y 6 de enero y 25 de diciembre). Los itinerarios
varían en longitud, tiempo de recorrido y grado de dificultad. En el caso de
que optes por una ruta guiada, es necesario que la solicites en la oficina del
Parque Nacional en horario de lunes a viernes (de 9 a 14 h.), en el teléfono
922 92 23 71, en el email teide.maot@gobiernodecanarias.org o en los Centros de
Visitantes del Parque Nacional.
Te recomendamos a llevar
a cabo la ruta de Los Roques, la
zona alrededor del sendero Roques de García, que es una de las más visitadas
dentro del Parque Nacional. Es un buen lugar desde el que hacer la mejor foto
del Teide con el famoso Roque Cinchado
en primer plano, esta curiosa formación es conocida por haber sido imagen de
los antiguos billetes de mil pesetas (los Roques son chimeneas volcánicas que
terminaron solidificándose). La ruta tiene un recorrido de 3,5 kilómetros, que
suele realizarse en un par de horas.
En pocos lugares del mundo se da la circunstancia de que un paisaje extraordinario acoge también instalaciones científicas de primerísimo orden. Las instalaciones del IAC (Instituto Astrofísico de Canarias) se encuentran entre las más importantes del planeta. Puedes visitarlas y conocer de cerca los secretos del Universo contactando con la empresa Volcano Life que ofrece visitas guiadas en español, inglés y alemán previa reserva a través del 637 365 429 ó del email reservas@volcanolife.com También puedes visitar su web.
Este Observatorio se
instaló en Tenerife porque, junto a La Palma, Chile y Hawai, cuenta con el mejor cielo del mundo para observar las
estrellas. Una ley autonómica, conocida con el poético nombre de Ley del
Cielo, controla la contaminación lumínica y evita que el “progreso” le robe a
los tinerfeños uno de esos maravillosos pequeños placeres que proporciona la
naturaleza: la contemplación de la
bóveda celeste. Además, la isla posee la certificación internacional de
destino Starlight. Existen instituciones y empresas especializadas en el
“turismo de las estrellas” que ofrecen información y rutas guiadas.
La Cascada de Colores es
una de las grandes atracciones del Parque
Nacional de la Caldera de Taburiente (isla de La Palma, Canarias), un salto
de agua seminatural casi escondido en una desviación del sendero del barranco de las Angustias.
El Parque Nacional de la
Caldera de Taburiente es un inmenso
cráter erosivo, con unos 8 km de diámetro y casi 20 km de circunferencia.
Situado en el centro de
la isla de La Palma, es la mayor atracción turística de la llamada Isla Bonita,
una Reserva de la Biosfera de la Unesco.
Aquí, la naturaleza guarda un valioso tesoro de diversidad geológica y biológica.
Los tonos amarillos y
naranjas de la cascada provienen del hierro disuelto en las aguas del barranco y
los verdes los aportan las algas y musgos. El resultado es una paleta de tonos que cambia con la época del
año y el caudal del barranco. Para disfrutar de este regalo para los ojos
solo hace falta recorrer el sendero
de acceso a este escondido rincón del parque.
Por el interior del Parque Nacional solo se puede transitar a pie. De ahí que disponga de una red de senderos realmente envidiable, de óptima señalización y excelente mantenimiento. Los principales accesos al parque son dos: el mirador de La Cumbrecita, a 15 minutos en coche del centro de visitantes de El Paso, y Los Brecitos, a una hora de la población de Los Llanos de Aridane. No debemos olvidar reservar aparcamiento si queremos acceder antes de las 16.00 horas.
El parque también
dispone de una zona de acampada,
situada en el centro mismo del Parque Nacional. Es la única opción de
alojamiento en el interior de este espacio natural y la mejor manera de sentir
su esencia agreste. La estancia es gratuita, pero es necesario reservar plaza
con anterioridad.
Playa de Taburiente
En el interior del
Parque Nacional, lejos de la costa de la isla de La Palma, encontramos un tipo
especial de playa: el arroyo de
Taburiente. Aquí, podremos deleitarnos con el murmullo del agua mientras
contemplamos de fondo las espectaculares vistas de la caldera.
Foto de Jfcolopez
Para acceder a la playa de Taburiente se debe descender por el sendero de Los Brecitos a la zona de acampada. La ruta discurre durante dos horas por laderas cubiertas de pinos canarios, algunos de ellos monumentales.
Los acantilados de los Gigantes situados en el municipio de Santiago del Teide, en el sur de la isla de Tenerife (Canarias) constituyen uno de los paisajes más espectaculares de la isla.
Sus impresionantes paredes verticales caen sobre el océano desde alturas que pueden alcanzar, en algunas zonas, los 600 metros. Estos acantilados no se continúan por debajo del nivel del mar. Los fondos marinos de esta zona tienen alrededor de unos 30 metros de profundidad y poseen un gran valor científico y ecológico ya que albergan una gran riqueza natural, destacando comunidades de algas calcáreas, de coral negro, y esponjas que atraen a entusiastas del submarinismo y de la pesca de altura.
Apodados por los guanches con el nombre de la «muralla del infierno» los consideraban sagrados ya que para ellos representaban el final del mundo.
Estos espectaculares despeñaderos se pueden observar desde cualquier punto del pueblo, pero una de las mejores maneras de explorar su magnitud es de cerca. Sin duda, la mejor manera de contemplarlos en toda su plenitud es desde el mar (por tierra son prácticamente infranqueables). Hay fantásticas excursiones en barco para avistar ballenas Calderones y delfines que parten desde el puerto de Los Gigantes. Es un sitio ideal para practicar submarinismo y bañarse en pequeñas calas desiertas de aguas totalmente cristalinas.
Acantilados de Los Gigantes es hoy en día un pequeño pueblo turístico que posee una playa de arena negra, un puerto náutico y una piscina natural. Cerca de dicho pueblo se encuentran diversos enclaves turísticos como Acantilados de los Gigantes, Playa de La Arena, Puerto de Santiago, etc. Esta zona dista 125 km de la capital insular, Santa Cruz de Tenerife, y 45 km del aeropuerto internacional Tenerife Sur.
La situación panorámica, así como la climatología, ha favorecido el desarrollo de una importante urbanización turística en los últimos años., disponiendo de puerto deportivo, así como de amplia zona residencial y hostelera. La localidad no aparecía como topónimo en los mapas de los años cincuenta, convirtiéndose en nuestros tiempos en un importante núcleo económico de Santiago del Teide.
Las condiciones ambientales de limpieza, temperatura, alimento… de las aguas que rodean a este impresionante acantilado han permitido el establecimiento de varias especies de Cetáceos como los Delfines mulares, que podemos encontrar a muy poca distancia de la orilla, y los Calderones o ballenas piloto.
Los delfines mulares viven en grupos de 10 a 12 individuos y nadan a una velocidad de 5 a 10 Km/h. Cada 5 a 8 minutos deben salir a la superficie a respirar. La observación de cetáceos en el archipiélago está regulada por el Gobierno de Canarias desde el año 1995.
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