AYAMONTE: pueblos marineros con encanto

2 junio, 2022 at 11:59

Ayamonte se encuentra situada junto a la desembocadura del río Guadiana, en la frontera con Portugal. También llamada “la ciudad de la Luz”, ha sido siempre un tranquilo pueblo pesquero de casas blancas que se extienden hasta el océano ofreciéndonos una maravilla de la naturaleza y kilómetros de playas increíbles.

Esta ciudad esconde un amplio patrimonio histórico, fruto de todos los pueblos que se han asentado en estas tierras a lo largo de la historia. Los íberos, griegos, romanos y los árabes han dejado en Ayamonte su imborrable huella, desde pequeños vestigios a monumentos, cultura, tradiciones y costumbres gastronómicas. Y por supuesto también notaremos la influencia del vecino Portugal que se encuentra al otro lado del Guadiana, donde no tan solo un puente de 2km les separa, ya que además de la proximidad, esta población fue arrebatada a los árabes por los portugueses a quienes perteneció en el siglo XIII hasta que fue reconquistada por el reino de Castilla.

Foto de Toño Méndez

En lo más alto de la población encontramos, sobre las ruinas de lo que fue una fortificación romana, el Parador Nacional de Ayamonte, desde donde hay unas vistas increíbles de la ciudad, así como una fantástica panorámica de la desembocadura del Guadiana.

Sin duda Ayamonte es conocido por sus kilómetros de playas de arena fina y clara, donde destacan dos núcleos de población: Punta del Moral una antigua aldea de pescadores reconvertida en un gran centro turístico, e  Isla Canela  con su pequeña Marina donde pueden verse sus embarcaciones sobre la arena cuando baja la marea y un infinito arenal en forma de media luna de 6km de longitud bañado por aguas tranquilas, considerado un paraíso donde perderse entre pura naturaleza, ambas rodeadas por marismas.

Foto de Toño Méndez

El principal atractivo de Punta Canela reside en sus 7 km de arena muy fina y dorada con el toque salvaje y natural que le dan las dunas y sus aguas muy azules habitualmente tranquilas. Situada en un precioso paraje natural entre las desembocaduras del río Guadiana y el río Carreras.

El casco antiguo de Ayamonte

En el Barrio de la Villa o casco antiguo, que es el barrio más antiguo de la población, destacan sus empinadas y tortuosas callejuelas de casas encaladas, que parten de la zona más alta de la ciudad cayendo por la ladera hacia el Guadiana.

Este barrio está presidido por la plaza de la Laguna donde destacan los azulejos que representan famosos cuadros marineros del pintor Joaquín Sorolla. Uno de los rincones más emblemáticos de la plaza contiene un azulejo que representa la pintura de Sorolla, «Ayamonte» (1919), también conocida como «La pesca del atún», resguardado bajo una bonita pérgola azul y blanca.

Es un lugar muy pintoresco entre los que destacan las Iglesias de Nuestra Señora de las Angustias, la Iglesia de San Francisco y la Iglesia Parroquia del Salvador, todas ellas del siglo XV y XVI. También aquí encontraremos en Palacio de los Marqueses de Ayamonte que es muy conocido por su Patio de la Jabonería, un patio típicamente andaluz del siglo XVI.

Destacar la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias, dado que alberga a la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad. Es un edificio declarado de Bien Interés Cultural. Destacan los colores amarillos de sus columnas adosadas de estilo neoclásico sobre el blanco de la fachada, su escalinata de obra vista y su torre reformada en el siglo XVIII después del terremoto de Lisboa. Es un bonito templo católico que data del siglo XVI. En su interior destaca el retablo mayor, que consta de 3 piezas de estilo rococó y cuya iconografía relata escenas de la Pasión de Cristo.

Si seguimos paseando por las pequeñas calles del barrio de La Ribera de Ayamonte, disfrutando de las blancas casitas bajas con sus detalles de color. No pasa desapercibido el Convento Mercedario y el Templo de las Mercedes, su origen data del siglo XVII y se incluye en la historia urbana de Ayamonte.

Iglesia de El Salvador

Considerada Bien de Interés Cultural Local, la Iglesia de El Salvador de Ayamonte es un tesoro de estilo mudéjar. Se encuentra en la zona más antigua y de más altura de todo el municipio. En su interior se exhiben pinturas flamencas de renombre, la fachada minimalista hace contraste con la torre. Desde el Mirador de la Villa se puede obtener una preciosa panorámica de toda la ciudad y el río Guadiana.

Los alrededores de Ayamonte

Los amantes de la naturaleza y la vida salvaje encontrarán aquí un punto estratégico para conocer el Parque Nacional de Doñana y si desearan aventurarse en el país vecino, Portugal, podrán conocer el famoso y bellísimo Algarbe. Desde aquí pueden realizarse multitud de actividades, desde deportes acuáticos, hacer kayak por los pantanos de las Marismas de Isla Cristina, senderismo en el Parque Natural de la Sierra de Aracena o excursiones en barco a la vecina Isla Cristina, a pueblos costeros de Portugal, sin olvidar la cantidad de paseos fluviales que se organizan para navegar por el río Guadiana.

Por otro lado, nos encontramos también con el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina, al cual se puede llegar desde Ayamonte a pie, en bicicleta e incluso a caballo por una vía verde que tiene su inicio al este de la ciudad. Las marismas ofrecen infinidad de actividades, desde caminar o ir en bicicleta entre sus caminos de tierra, ir en kayak por sus canales, hacer pádel surf o realizar salidas para el avistamiento de aves.

La gastronomía de Ayamonte

Al igual que en toda la Costa de la Luz, y en toda Andalucía, la comida ocupa un lugar primordial en la vida de los Ayamontinos, su gastronomía es espectacular, si te gusta el pescado y el marisco, disfrutarás muchísimo con las famosas coquinas, la gamba blanca de Huelva y el omnipresente atún preparado de muchas maneras diferentes, tampoco puedes perderte la oportunidad de comer un buen arroz marinero.

La tradición del tapeo forma parte del día a día entre la gente del lugar, algunos de los locales más famosos son El Choco, Casa Vicente o la Puerta Ancha, donde podrás deleitarte con una gran variedad de platos deliciosos.

Si quieres ver de dónde viene el pescado fresco que encontrarás en el Mercado de Abastos, tienes que hacerle una visita a la Lonja Internacional de Ayamonte. La pesca es una de las principales actividades económicas de la ciudad y se nota tanto en la lonja, como en el mercado, como en la gastronomía.


ATEGUA: ruta parques arqueológicos de España

13 mayo, 2022 at 10:10

Ategua constituye uno de los yacimientos arqueológicos más destacados de la provincia de Córdoba. Su ocupación está comprendida entre el Bronce Final hasta la Edad Media, lo que lo convierte en un lugar privilegiado para la investigación arqueológica e histórica.

Destaca en Ategua su recinto fortificado ibérico y romano, uno de los mayores de la provincia de Córdoba, y las edificaciones de época ibérica, romana y medieval.

Con una dimensión de 205 hectáreas, el yacimiento fue inscrito como Monumento Nacional en 1982 y como Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona Arqueológica en 2005.

Primeros restos encontrados en Ategua

En el estado actual de la investigación arqueológica, el poblamiento de Ategua se iniciaría en la Edad del Bronce, si bien determinados hallazgos apuntarían a una ocupación anterior ya de la Edad del Cobre, en el tercer milenio a.C. En el siglo VIII a.C., Ategua ya constituía un importante asentamiento tartésico fortificado.

La célebre Estela de Ategua, hallada en el cercano Cortijo de Teba y conservada en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba, sería testimonio de la importancia del oppidum, localizado en el extremo sur del territorio de Corduba.

Del oppidum ibero-romano se han conservado imponentes fortificaciones, especialmente en el sector nororiental de la acrópolis. Sin duda, fueron éstas las defensas que debió forzar César para hacerse con las reservas de trigo que los pompeyanos habían almacenado en la ciudad, y que resultaron fundamentales para abastecer a sus legiones hasta la victoria final en Munda, ya en la cercana campiña sevillana.

La ocupación de Ategua continuó durante la etapa imperial, sin que haya podido determinarse su estatuto jurídico. De esta etapa se han excavado varias casas que disponían de cisternas para el abastecimiento de agua. Igualmente se ha documentado parte de un posible edificio público.

Etapa medieval de Ategua

Ya en la etapa medieval, destaca un recinto fortificado de la segunda mitad del siglo XII, que aprovecha las defensas ibero-romanas en el lado este, en tanto que en los flancos norte, oeste y sur se levanta una nueva muralla con zócalo de sillería y alzado de tapial, reforzada con diez torres cuadrangualres. Esta fortaleza debe ponerse en relación con los esfuerzos del nuevo poder almohade por garantizar el control militar de las principales vías de comunicación de al-Andalus.

Finalmente, tras la conquista castellana de la zona, en los años cuarenta del siglo XIII, se procedió al refuerzo de las puertas almohades mediante una torre octogonal y un baluarte dispuesto en el extremo nororiental, destinado a controlar las comunicaciones entre Córdoba y Granada.

En el siglo XIV se dispuso, en el espacio extramuros entre dos torres del sector suroeste, un mercado dispuesto en torno a una pequeña plaza rectangular pavimentada con lajas de piedra. Poco después, el asentamiento fue abandono, convirtiéndose Ategua en un despoblado junto al Cortijo de Teba la Vieja.


MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO: monasterios y conventos con encanto

14 enero, 2022 at 11:41

El Monasterio de San Jerónimo es uno de los iconos más representativos del renacimiento granadino y se encuentra ubicado en pleno centro de Granada a muy pocos metros de la Basílica de San Juan de Dios.

El Monasterio de San Jerónimo es un conjunto arquitectónico del Renacimiento formado por iglesia y monasterio, y fue el primer monasterio que se construyó en Granada tras la conquista de la ciudad por los cristianos.

Considerado Bien de Interés Cultural, ha sido restaurado en varias ocasiones, recuperando su malograda torre en los años 80, aunque con el transcurso de los siglos ha perdido por el camino dos patios, la hospedería y otras dependencias.

Origen e Historia del Monasterio de san Jerónimo

Sobre unos terrenos que se cree que pertenecieron a Boabdil, el último rey nazarí, comenzó a construirse en 1504 el primer monasterio cristiano de Granada, el Monasterio de San Jerónimo. Así, con piedras de la muralla árabe y la antigua Puerta de Elvira, se levantó la nueva sede que los Reyes Católicos habían prometido a los miembros de la orden de los jerónimos, quienes estaban asentados en otro templo en la cercana localidad de Santa Fe desde 1492.

Promovido por los Reyes Católicos en reconocimiento al monje jerónimo fray Hernando de Talavera, el primer arzobispo de Granada y figura clave en la cristianización de la ciudad, las obras del Monasterio de San Jerónimo comenzaron bajo la estética gótica que era habitual entonces en los monumentos patrocinados por la realeza. Todo cambió alrededor de 1520, cuando la viuda del Gran Capitán (personaje clave en la rendición de los musulmanes), asumió el patrocinio de la construcción a cambio de que se reservara la Capilla Mayor de la iglesia para enterramiento suyo y de su esposo, que había muerto en 1515 de una enfermedad.

Por tanto, aunque en un principio el edificio estaba planteado en estilo gótico, el resultado final fue un monasterio renacentista con una gran iglesia de planta de cruz latina en su interior.

La orden de los jerónimos habitó en el monasterio hasta la invasión napoleónica, cuando las tropas francesas ocuparon el edificio y derribaron la torre principal. Tras la desamortización de Mendizábal, el monasterio se utilizó como cuartel.

Durante los siglos XX y XXI, las partes más defectuosas del Monasterio de los Jerónimos se restauraron, así como las obras artísticas que alberga, para dotar al complejo religioso del aspecto que tiene hoy en día.

Qué ver en el Monasterio de San Jerónimo

El monasterio está formado por la Iglesia de San Jerónimo y dos claustros rodeados por las distintas dependencias y alguna capilla. En la actualidad, solo es posible visitar la planta baja, pues en la superior viven monjas de clausura.

Durante la visita es posible ver el claustro principal, que está decorado con naranjos y cuenta con siete portadas que conducen a las diferentes capillas.

En una de las esquinas del monasterio se levanta la iglesia de San Jerónimo, la parte más espectacular de la visita. Fue construida en el siglo XVI y se trata de una de las iglesias más espectaculares de Granada. Destaca el retablo minerista de la capilla mayor donde yace el Gran Capitán junto a su mujer. Esta gran obra cumbre de la escultura andaluza representa las escenas más heroicas de este noble y guerrero procedente de Córdoba.


Cuevas con encanto: CUEVA DEL GATO

17 septiembre, 2021 at 12:06

La cueva del Gato, ubicada a unos 2 km del pueblo de Benaoján en plena Sierra de Grazalema (Málaga), es en realidad la boca sur del sistema espeleológico denominado sistema Hundidero-Gato, aunque habitualmente se suele conocer a todo el conjunto por el nombre de esta, su boca más famosa.

Como ya hemos dicho, este sistema de cuevas tiene dos entradas, una al norte en Hundidero y la otra al sur en la Cueva del Gato. El nombre de esta cueva proviene de su supuesta apariencia felina, ya que se dice que la boca de la cueva se parece a la cara de un gato.

La cueva del gato es uno de los complejos de cuevas más importantes de Andalucía con más de 9000 m topografiados y uno de los mayores de España, con agua permanente, simas, lagos y sifones. Está considerada Bien de Interés Cultural, por sus pinturas rupestres, y también está declarado Monumento Natural de Andalucía.

Los más enérgicos no deberíais perder la oportunidad de practicar senderismo por la zona, ya que es inigualable. Un paseo muy recomendable es el del ferrocarril del Sr. Henderson, un recorrido de 9 km que une la estación de Benaoján con Jimera de Libar. Te recomendamos realizarla durante el otoño o la primavera. Son las mejores épocas debido a las suaves temperaturas.

Dos pueblos cercanos que definitivamente merecen una visita son Zahara de la Sierra y Setenil de las Bodegas. Una parada en Setenil es especialmente recomendable durante la vuelta a Málaga y nos asegura un cierre perfecto para despedir un día fantástico por la zona.

Interior de la cueva del Gato

La Cueva del Gato, de 17 metros de ancho y 25 metros de alto, ofrece un espacio natural ahuecado, donde el río Gaduares resurge y se une al río Guadiaro. El paso principal tiene más de 4 km de longitud.

Durante las estaciones más secas, aparecen 25 lagos individuales dentro del complejo de cuevas. El más largo de ellos es el llamado Cabo de las Tormentas y tiene 114 metros de largo. Los lagos sólo se pueden atravesar a nado.

La cueva tiene una longitud de poco más de 8 km con una inclinación de 112 metros entre las entradas del Hundidero y el Gato. Alberga algunas estructuras únicas y de gran belleza, como la Sala de Los Gours, la Gran Estalagmita o el Cabo de las Tormentas, al que ya nos hemos referido. También destacan la Plaza de Tores, de 50 metros de diámetro, y la Galería de las Cabras.

Además de su valor geológico e hidráulico, en el Hundidero-Gato hoy habita una de las mayores colonias de murciélagos de cueva, motivo por el que fue necesaria su protección. Según el viajero Sir Francis Carter, autor de Viaje de Gibraltar a Málaga (1760): “La Cueva del Gato merece el primer puesto entre las maravillas de la serranía de Ronda”.

En septiembre de 2004 un grupo de arqueólogos malagueños descubrió en esta cueva restos de pinturas paleolíticas que ponen de manifiesto la existencia de humanos en la zona hace, al menos, 14.000 años.

Explorar la cueva requiere experiencia y el equipo adecuado. No intentes entrar en la cueva por tu cuenta, ya que este complejo de cuevas es extremadamente peligroso, muy frío y propenso a inundaciones repentinas.

Lamentablemente, hoy la cueva no se puede visitar. Según indica la Junta de Andalucía, no está habilitada para el tránsito de personas y solo es posible entrar en su interior con una autorización especial. Hasta hace unos años, algunas compañías de multiaventura tenían permitido organizar salidas de espeleología en ellas. Una actividad que también se ha tenido que suspender hasta nuevo aviso.

De esta forma, ya que no se puede visitar la cueva lo que sí podemos disfrutar es de sus alrededores. De la cascada que cae de la boca de la cueva y de un refrescante baño en las aguas permanentes y cristalinas del río.

El Charco frío

A los pies de la cueva del Gato nos espera una laguna azul turquesa en la que, a pesar de su aspecto paradisíaco, el agua está congelada. Y es que su nombre no puede ser más acertado: Charco frío.

En los últimos años el Charco frío de la Cueva del Gato se ha hecho bastante popular, por lo que es posible que en los fines de semana de los meses de verano esté algo masificado. Lo recomendable, si se puede, es ir durante la semana. Asimismo, aunque la entrada para ver el paraje es gratis, si deseas quedarte y darte un baño hay que pagar 2-2,50 euros los adultos y 1-1,50 los niños (por semana es 50 céntimos más barato). Atención: los perros no tienen permitido bañarse.


CARMONA: ruta parques arqueológicos de España

23 abril, 2021 at 9:38

El Conjunto Arqueológico de Carmona (Sevilla) está constituido por edificaciones singulares datadas en época romana, entre los siglos I y II d.C. El yacimiento fue inaugurado en 1885, y es uno de los más antiguos de la Península Ibérica. En la actualidad, recibe cada año cerca de 40.000 visitas, formando parte del itinerario turístico-cultural de la Ruta Bética Romana.

El yacimiento está protegido como Monumento Histórico-Artístico desde 1931, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Zona Arqueológica, en 2003.

La ciudad de Carmona (Sevilla) permitió la existencia de un núcleo de población, ininterrumpido desde la Prehistoria hasta nuestros días, que conserva abundantes testimonios de su pasado. Bajo la dominación romana es cuando alcanza su mayor esplendor, siendo conquistada por Roma en el 206 a.C., en el transcurso de las guerras púnicas contra Cartago. Se convirtió en un importante municipio romano, que tuvo el privilegio de acuñar moneda propia, y causó admiración al propio Cesar por la robustez de su emplazamiento.

Aparecen vestigios por todas partes siendo la Puerta de Córdoba, la Puerta de Sevilla, el recinto funerario y el Anfiteatro las manifestaciones más singulares. En las afueras del recinto amurallado se conserva un sector considerable de la Necrópolis romana junto a otros testimonios propios de la actividad de un arrabal urbano: las canteras de extracción de sillares para la construcción, los alfares y el Anfiteatro dedicado a espectáculos públicos.

Vinculado a la Necrópolis, encontramos el Anfiteatro, excavado parcialmente en la roca del alcor y aprovechando la pendiente natural del terreno, lugar en el que se celebraban los juegos gladiatorios y otros espectáculos propios de este tipo de edificio. Parte de este era utilizado como necrópolis.

Puedes visitar el Museo y Centro de Interpretación de la Ciudad de Carmona con una selección de las mejores piezas encontradas durante las excavaciones. El museo está situado en la Casa-Palacio del Marqués de las Torres, del siglo XVI. Su espacio expositivo está compuesto de 16 salas, perteneciendo a la Carmona romana de las salas sexta a la novena.

En el Ayuntamiento de Carmona podemos vislumbrar un excelente mosaico, descubierto en el casco antiguo de la ciudad.

Hay un mirador con unas magníficas vistas de Carmona, de Sevilla y del antiguo Anfiteatro de la ciudad… ¡Y la entrada es gratuita!, no dudes en consultar los horarios y fechas de apertura.

La Necrópolis romana de Carmona

La necrópolis está considerada como uno de los conjuntos funerarios romanos de mayor extensión y mejor conservada de la península. Hay más de 400 tumbas en las que se mezclan las tradiciones cartaginesas con las romanas.

Foto de Emilio López

El uso de la Necrópolis se sitúa en torno al siglo I y II. El ritual de enterramiento más frecuente era la incineración. El mausoleo colectivo, formado por una cámara subterránea, de carácter familiar, es el tipo de enterramiento más generalizado en la Necrópolis de Carmona. La Necrópolis es uno de los yacimientos de la Península que conserva mayor número de pinturas.

Te sorprenderás con la enorme Tumba de Servilia de más de 1300 metros cuadrados y con la curiosísima Tumba del Elefante, que se ha venido interpretando en los últimos años como un santuario dedicado a Cibeles y a Atis.

Las primeras evidencias de enterramientos en la necrópolis se encuentran en una serie de monumentos funerarios tartésicos (siglo VII a.C.), realizados mediante la excavación en el terreno de una fosa central cubierta por un montículo o túmulo de tierra, recientemente significados en el paisaje del conjunto.

Los primeros enterramientos romanos, se conservan al sur del Anfiteatro y pueden ser atribuidos al siglo II a.C. Se trata de una serie de tumbas de inhumación, caracterizadas por un ritual funerario peculiar significado por la colocación del cadáver flexionado y con la cabeza orientada al este.