CASTILLO DE LA CALAHORRA: ruta de castillos medievales

14 mayo, 2021 at 10:03

El castillo de La Calahorra (Granada), levantado sobre la única colina que al pie de Sierra Nevada domina el extenso llano del Marquesado del Zenete, es uno de los monumentos más simbólicos del turismo andaluz.

El castillo de La Calahorra constituyó una revolución en la arquitectura española de su época, al ser la primera obra edificada en la Península Ibérica en estilo renacentista.

Su imponente presencia encima de la propia localidad de La Calahorra hace justicia con su importancia en la historia, no sólo a nivel local y regional, sino a nivel nacional, siendo testigo de alguno de los episodios históricos más relevantes y memorables desde su construcción en 1512.

El castillo fue mandado construir por don Rodrigo de Vivar y Mendoza, conde del Cid. Vivar recibió este marquesado del Zenete (como los árabes llamaban a la comarca) y sus ocho pueblos de los Reyes Católicos en agradecimiento por su ayuda en la toma de Granada en 1492. Esta fortaleza-palacio sirvió como ubicación clave para su que, aprovechando La Calahorra como localización estratégica para la conexión entre Almería y Granada, y como puerta que inicia la ascensión hacia el puerto de La Ragua que comunica con La Alpujarra.

En la actualidad el castillo de La Calahorra está en desuso, pero en buen estado de conservación.

Declarado Monumento Nacional, pertenece actualmente a la Casa del duque del Infantado y se encuentra en un incomprensible estado de abandono, pero en buen estado de conservación. Aunque es de propiedad privada, su interior se puede visitar, no sin dificultad. Para consultar sus horarios de visita se aconseja contactar directamente con el ayuntamiento de La Calahorra o con el teléfono de nuestra oficina de turismo.

Origen e historia del castillo de La Calahorra

En 1490, conceden el título de señorío de estas tierras al Cardenal Mendoza, que más tarde sería el Marquesado del Zenete. Este presente la fue otorgado como premio a los servicios que el Cardenal prestó a los Reyes Católicos.

El Cardenal Mendoza, en su búsqueda de prestigio y reconocimiento, trató de establecer una línea de sucesión entre Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid Campeador”, héroe de leyenda conocido por todos, y su vástago. En este intento de manipulación heráldica, el cardenal llamó a su hijo Rodrigo Díaz de Vivar, además de heredar éste el condado del Cid, situado en Jadraque, Guadalajara.

Tal era el poder del Cardenal y la gallardía demostrada por él en tiempos de guerra, que incluso la Reina Isabel, fiel creyente de la ortodoxia matrimonial cristiana, perdonó sus constantes devaneos amorosos, además de pasar por alto que tenía un hijo.

Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, primogénito del Cardenal, heredó el título del Marquesado, siendo el primer señor de estas tierras.

El Castillo-Palacio de La Calahorra es fruto del peculiar carácter del Marqués. Éste, además de tener fama de violento, era un tanto mujeriego. Al enviudar de su mujer, quedó prendado de una joven de quince años, a quién raptó y forzó para que se casase con él. Con la vehemencia habitual del Marqués, mandó construir el Castillo, como regalo a su joven esposa. Su hija fue Mencía de Mendoza, sucedió a su padre a la edad de 14 años como Marquesa del Zenete.

El Castillo fue construido entre los años 1509 y 1512 sobre las ruinas de una fortaleza árabe como prueba de la conquista del imperio Nazarí.

Desconociéndose en la actualidad la traza original del edificio, la dirección de obras se encarga en un principio al arquitecto segoviano Lorenzo Vázquez que, por desavenencias con el marqués del Zenete, se traslada al genovés Michele Carlone. Este trabajaría primero en su taller de Génova, desde donde enviaría los mármoles de Carrara ya labrados al puerto de Almería, para posteriormente ejercer la dirección en el propio castillo para inspeccionar el montaje y el trabajo con materiales locales. La Calahorra es considerada la primera obra de envergadura en la que se documenta el trabajo de artistas italianos en España, si bien el diferente origen de los autores que labran sus piezas (lombardos, genoveses y carraresis), explica las diferencias estilísticas en la decoración del inmueble, que no obstante exhibe una sorprendente unidad a diferencia del paralelo ejemplo en el castillo de Vélez-Blanco.

Características del castillo de la Calahorra

Como ya hemos dicho anteriormente, el castillo-palacio de La Calahorra constituyó una revolución en la arquitectura española de su época, al ser la primera obra edificada en la Península Ibérica en estilo renacentista.

Este estilo por entonces ya se imponía en Italia y marcó el abandono de la estética gótica imperante en casi toda Europa. Fue construido en tan solo tres años, entre 1509 y 1512.

Su exterior muestra un edificio de planta rectangular, flanqueado en cada uno de sus ángulos por cuatro torres cilíndricas rematadas por cúpulas. Torres con base circular, y no cuadradas como era típico en la edad media. Para acceder al Castillo, tan solo se puede entrar por el muro Este, por una puerta de pequeñas dimensiones, que desemboca en la Sala de Guardias.

El macizo y austero exterior contrasta, sin embargo, con su magnífico y elegante patio interior renacentista de dos pisos, don doble galería de delicados arcos, bellas balaustradas de mármol de Carrara y una escalera claustral de gran valor artístico. Las espaciosas dependencias interiores están cubiertas con diversos artesonados.


GARRUCHA: pueblos marineros con encanto

6 mayo, 2021 at 9:22

Garrucha es un precioso pueblo pesquero de la costa de Almería, situada en el litoral del Campo de Vera, entre Mojácar y Palomares. Muy próxima al Parque Natural del Cabo de Gata, posee uno de los puertos más activos del Mediterráneo.

Garrucha es muy conocida por su famosa gamba roja, uno de los pocos y mejores sitios de todo el litoral donde se pesca este manjar tan apreciado por los sibaritas del marisco. Pero, además de este crustáceo, a la lonja pesquera de Garrucha, llega cada día una variada y excelsa selección de mariscos, pescados y moluscos, como gallopedros, pargos, caballas o rapes. Con algunos de estos pescados, se hace el guiso marinero, que se elabora con ingredientes sencillos, como vino, almendra, ajo y pan frito.

Una buena forma de ver lo que cada día entra en el puerto pesquero es acercarse, previa cita, a la lonja, donde cada tarde tiene lugar la tradicional subasta. De esta forma, el visitante podrá comprobar la calidad y la frescura de estas delicias del mar Mediterráneo.

Si visitas Garrucha en octubre, podrás disfrutar de la fiesta de la gamba Roja, que se celebra en la explanada del puerto deportivo.

El puerto pesquero, que está unido al deportivo, es sólo uno de los enclaves relacionados con la tradición pesquera en Garrucha. A él se accede a través de su célebre malecón, un paseo centenario en el que se respira el ambiente marinero de esta apacible villa del levante almeriense.

Además, Garrucha cuenta con un monumento a los pescadores y un centro de interpretación dedicado a esta actividad y al medio marino, en general. Conocido como Nautarum, está situado en el antiguo Castillo de Jesús Nazareno, en la zona conocida como Las Escobetas.

La playa de las Escobetas es la única playa que existe en Garrucha. De hecho, en Garrucha no existía apenas playa, pues la porción de arena que separaba las casas del mar era tan pequeña que solo cabían un puñado de personas. En la actualidad, cuenta con más de un kilómetro de playa artificial de arena finísima en la que poderse tirar a pierna suelta y disfrutar de un día de sol y calor.

El Castillo de Jesús de Nazareno, construido en 1769 por orden de Carlos III, es una batería semicircular de artillería que mira al mar y que tiene dos torreones circulares. Todo ello, servía para defender las costas de los ataques de la piratería hace que Garrucha forme parte de la ruta de Castillos por Tierras Andaluzas.

En el ámbito religioso, Garrucha cuenta con la Ermita del Carmen, dedicada a la Virgen del Carmen patrona de los pescadores y de la localidad la Iglesia de San Joaquín. Construida en el emplazamiento de una antigua Capilla que había en lo alto del pueblo, tiene una fachada muy peculiar, siendo muy poco habitual para este tipo de edificios, lo que la convierte en una iglesia única. Frente a ella, en la plaza, está situada la imagen de la Inmaculada mirando al mar, sobre un pilar de mármol.

Otro sitio de interés es el Ayuntamiento, construido sobre un antiguo depósito de sal. Preside una plaza de corte moderno cuyos bancos evocan pequeñas barcas pesqueras.

Tampoco te puedes perder la visita a la Torre de fundición de San Jacinto, una antigua chimenea conocida popularmente como el Calvario. Fue construida en lo más alto de Garrucha a finales del siglo XIX. Tiene forma piramidal y 72 pies de altura. A través de la misma, se evacuaban los humos de las antiguas fundiciones de mineral del municipio.  Hoy en día se ha habilitado una zona peatonal y un mirador, pues las vistas que ofrece desde lo alto del pueblo son muy singulares, de ahí que sea el punto perfecto para despedirse de la visita de este encantador pueblo.

Origen e Historia de Garrucha

La historia de este pueblo pesquero, situado a unos 90 km de la capital, empieza como casi todos, en la prehistoria, pero es a partir del siglo XVIII, con el descubrimiento y explotación de las minas, donde empieza realmente la historia de Garrucha.

Antes de eso, ya era uno de los puertos pesqueros más importantes del Mediterráneo, presentando ya una actividad frenética en la Edad Media. Ahora, cuenta con un puerto deportivo, uno comercial, donde antaño dedicado al transporte de mineral y hoy día al yeso de Sorbas. También tenemos el puerto pesquero que nos abastece, entre otras delicias, con las gambas rojas de Garrucha.

El gran auge minero y económico del pueblo en el siglo XIX, llevó a que muchas familias ricas e influyentes se construyeran grandes mansiones. Las utilizaban como viviendas de verano, llegando a ser residencia de vicecónsules de diez países y conocerse el municipio como “la pequeña San Sebastián”.

Reflejo de esta riqueza también es el paseo marítimo, conocido como el paseo del Malecón. Durante este paseo podemos ver la deslumbrante y magnífica baranda de mármol blanco de Macael y un suelo de losas rojas y blancas.

La gamba roja de Garrucha

La gamba roja que se captura en Garrucha es uno de los mariscos más exquisitos de cuantos atesora el Mar Mediterráneo. Su zona de cría y reproducción está circunscrita al Levante Almeriense, más concretamente a la franja costera que queda frente a Garrucha.

La diferencia de esta gamba tiene mucho que ver con el caladero donde se pesca. Como gran parte del levante almeriense, el litoral garruchero se caracteriza por tener fondos profundos muy cerca de la costa. A menos de un kilómetro del puerto hay unos 200 metros de profundidad, que es el límite al que llega la luz bajo el agua. A 10 kilómetros de la costa la profundidad es de 1.000 metros y al final del trayecto del cañón, de más de 50 kilómetros, la profundidad alcanza los 2.400 metros.

Como explican los pescadores de la zona, este caladero acantilado supone un hábitat perfecto para la gamba roja debido a su relieve lleno de honduras. En Garrucha puedes capturar gamba roja a tres millas de la costa, mientras que en otros lugares del Mediterráneo español tienes que navegar hasta 14 millas.

Y si el relieve submarino es determinante, también lo son los fondos fangosos que permiten que la gamba roja se críe en Garrucha de manera espectacular. La temperatura del agua en Garrucha permite encontrarlas a unos 800 metros de profundidad en los meses cálidos y a unos 500 en los más fríos.

El resultado de todo este ecosistema es una gamba roja de calibre grande y con una carne dura y llena de sabor. Sus cabezas, para quienes disfrutamos de ese travieso chupeteo, son de una exquisitez e intensidad que condensa todo el mar en unos pocos centímetros.


CARMONA: ruta parques arqueológicos de España

23 abril, 2021 at 9:38

El Conjunto Arqueológico de Carmona (Sevilla) está constituido por edificaciones singulares datadas en época romana, entre los siglos I y II d.C. El yacimiento fue inaugurado en 1885, y es uno de los más antiguos de la Península Ibérica. En la actualidad, recibe cada año cerca de 40.000 visitas, formando parte del itinerario turístico-cultural de la Ruta Bética Romana.

El yacimiento está protegido como Monumento Histórico-Artístico desde 1931, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Zona Arqueológica, en 2003.

La ciudad de Carmona (Sevilla) permitió la existencia de un núcleo de población, ininterrumpido desde la Prehistoria hasta nuestros días, que conserva abundantes testimonios de su pasado. Bajo la dominación romana es cuando alcanza su mayor esplendor, siendo conquistada por Roma en el 206 a.C., en el transcurso de las guerras púnicas contra Cartago. Se convirtió en un importante municipio romano, que tuvo el privilegio de acuñar moneda propia, y causó admiración al propio Cesar por la robustez de su emplazamiento.

Aparecen vestigios por todas partes siendo la Puerta de Córdoba, la Puerta de Sevilla, el recinto funerario y el Anfiteatro las manifestaciones más singulares. En las afueras del recinto amurallado se conserva un sector considerable de la Necrópolis romana junto a otros testimonios propios de la actividad de un arrabal urbano: las canteras de extracción de sillares para la construcción, los alfares y el Anfiteatro dedicado a espectáculos públicos.

Vinculado a la Necrópolis, encontramos el Anfiteatro, excavado parcialmente en la roca del alcor y aprovechando la pendiente natural del terreno, lugar en el que se celebraban los juegos gladiatorios y otros espectáculos propios de este tipo de edificio. Parte de este era utilizado como necrópolis.

Puedes visitar el Museo y Centro de Interpretación de la Ciudad de Carmona con una selección de las mejores piezas encontradas durante las excavaciones. El museo está situado en la Casa-Palacio del Marqués de las Torres, del siglo XVI. Su espacio expositivo está compuesto de 16 salas, perteneciendo a la Carmona romana de las salas sexta a la novena.

En el Ayuntamiento de Carmona podemos vislumbrar un excelente mosaico, descubierto en el casco antiguo de la ciudad.

Hay un mirador con unas magníficas vistas de Carmona, de Sevilla y del antiguo Anfiteatro de la ciudad… ¡Y la entrada es gratuita!, no dudes en consultar los horarios y fechas de apertura.

La Necrópolis romana de Carmona

La necrópolis está considerada como uno de los conjuntos funerarios romanos de mayor extensión y mejor conservada de la península. Hay más de 400 tumbas en las que se mezclan las tradiciones cartaginesas con las romanas.

Foto de Emilio López

El uso de la Necrópolis se sitúa en torno al siglo I y II. El ritual de enterramiento más frecuente era la incineración. El mausoleo colectivo, formado por una cámara subterránea, de carácter familiar, es el tipo de enterramiento más generalizado en la Necrópolis de Carmona. La Necrópolis es uno de los yacimientos de la Península que conserva mayor número de pinturas.

Te sorprenderás con la enorme Tumba de Servilia de más de 1300 metros cuadrados y con la curiosísima Tumba del Elefante, que se ha venido interpretando en los últimos años como un santuario dedicado a Cibeles y a Atis.

Las primeras evidencias de enterramientos en la necrópolis se encuentran en una serie de monumentos funerarios tartésicos (siglo VII a.C.), realizados mediante la excavación en el terreno de una fosa central cubierta por un montículo o túmulo de tierra, recientemente significados en el paisaje del conjunto.

Los primeros enterramientos romanos, se conservan al sur del Anfiteatro y pueden ser atribuidos al siglo II a.C. Se trata de una serie de tumbas de inhumación, caracterizadas por un ritual funerario peculiar significado por la colocación del cadáver flexionado y con la cabeza orientada al este.


BODEGAS DIMOBE: bodegas de España que merece la pena visitar

31 marzo, 2021 at 8:48

Bodegas Dimobe (Bodega A. Muñoz Cabrera) es una empresa familiar de 4ª generación establecida desde 1927 en Moclinejo (Málaga), y dedicada desde sus inicios a la elaboración de vinos tradicionales, moscatel y PX, a partir de la uva procedente de sus propios viñedos.

Aunque su especialidad son los vinos de la variedad Moscatel de Alejandría en todas sus versiones, en los últimos años ha ampliado la gama de vinos hacia los vinos tranquilos, blancos, rosados y tintos. Todos los vinos que elabora están acogidos a D.O. Málaga y D.O. Sierras de Málaga.

La Axarquía es la cuna de la uva Moscatel de Alejandría y de la Pedro Ximénez desde tiempos de los fenicios. Las características de esta zona, también llamada los Montes de Málaga son muy especiales, porque es una zona situada a unos 20km del mar mediterráneo, pero con una orografía accidentada, como dicen los entendidos; es decir, con unas montañas tan empinadas que impiden el uso de cualquier tecnología para recolectar las uvas. Estamos en la cuna de la Agricultura Heróica, porque las vides se cuidan de manera manual: una a una los viticultores limpian cepas y recogen las uvas. El carácter inclinado de las laderas provoca que la floración y posterior maduración de la uva sea diferente de una zona a otra, por lo que los viticultores organizan su labor en función de la zona en la que se ubica la uva.

La bodega y sus características

La bodega se encuentra en el centro del pueblo de Moclinejo y está dividida en 3 salas en las que se puede ver cómo ha evolucionado la forma de elaborar vino en la Axarquía desde 1927 hasta la actualidad:

  • Sala 1, el Museo. Es un grupo de pequeñas habitaciones donde se elaboraba el vino los primeros años de la bodega, allí podremos encontrar una prensa con 200 años de antigüedad, un antiguo Lagar y una sala repleta de herramientas utilizados hasta 1950 en la bodega. La barrica más antigua de esta sala está grabada en 1845.
  • Sala 2, la bodega. Es la sala donde se elaboraban los vinos en la segunda mitad del siglo pasado, aunque dichas maquinas, como la prensa hidráulica de capachas, aun hoy en día funcionan y son fundamentales en la elaboración de vinos moscatel provenientes de uvas asoleadas.
  • Sala 3, de la prensa. Es la parte más actual de la bodega, donde se encuentran los maceradores y depósitos de acero con temperatura controlada, el laboratorio y una de las salas de crianza de Zumbral. Esta sala está presidida por una gran prensa de 1850 que le da nombre.

Desde la bodega se realizan actividades de enoturismo tales como visitas a la bodega, a las viñas y los paseros, catas de vinos y diferentes eventos relacionados con la enología.

Las viñas de Bodegas Dimobe

La base de la alta calidad de los vinos elaborados por la bodega reside sin duda, en la ubicación de sus viñas, un clima excepcional y la buena adaptación de la variedad Moscatel de Alejandría a su vida en la Axarquía. Las viñas se ubican en la cornisa que separa las poblaciones de Moclinejo y Almachar, y esta franqueada por la Maroma (pico más alto de Málaga), los montes de Comares y el Mar Mediterráneo. El suelo está formado por placas de pizarra en descomposición unidas entre sí por finas capas de tierra donde se retiene el agua. Este suelo evita los encharcamientos superficiales y mantiene bien el agua en su interior.

La buena adaptación de la uva moscatel se debe a su gruesa piel capaz de resistir las numerosas horas de sol de las que gozamos en la Axarquía. La producción media de viña es de 1kg. por cepa, por lo que la concentración de azucares es muy alta.

Todos los vinos que embotella la bodega están amparados por 2 organismos de control que han dado su aceptación a su buen hacer certificando su calidad. Estos organismos son:

  • El consejo regulador de denominaciones de origen de Málaga, que ha certificado todos sus vinos de licor con la Denominación de Origen Málaga y todos sus vinos tranquilos con la Denominación de Origen Sierras de Málaga.
  • La Junta de Andalucía que con la concesión de sus sello de Calidad Certificada demuestra y deja patente al consumidor que todos estos vinos han tenido un control exhaustivo en todas sus fases de elaboración y embotellado.

Origen e historia de Bodegas Dimobe

La historia de Bodegas Dimobe comienza con Juan Muñoz Navarrete, quien a principios del siglo XX se adentra en el mundo del vino y emprende un negocio de elaboración de vinos con la variedad Moscatel de Alejandría. Con la segunda generación, representada en Antonio Muñoz Cabrera, se desarrolla y amplía la bodega, la producción de moscatel se consolida y disfruta de un crecimiento constante, lo que le permite a Antonio, el hijo del fundador, tener una vida desahogada pero dedicada constantemente al trabajo en la bodega y en la viña. Sus hijos, como parte de la tercera generación de bodegueros, disfrutan de una infancia en pleno contacto con la viticultura y la vinicultura, lo que da pie a que continúen dedicando su tiempo y su trabajo al negocio familiar.

Esta tercera generación, formada por los hermanos Juan, Antonio y María Luisa Muñoz, es la que dirige y administra la bodega desde finales de los años 90, junto con la cuarta generación, que ya trabaja en ella, siendo conscientes de que son casi 100 años de existencia y actividad continuada sin descanso, de trabajo y de cariño a una herencia que han acogido con el mayor orgullo.

A principios del siglo XXI se produce la incorporación de Bodegas Dimobe a la Denominación de Origen Málaga y, posteriormente, a la Denominación de Origen Sierras de Málaga, lo que conlleva una modernización en la imagen de sus vinos, la elaboración de nuevos productos (blancos secos, tintos, rosados, naturalmente dulces, espumosos, vermuts… y así hasta 23 referencias distintas) y la ampliación y mejora de las instalaciones dedicadas a la elaboración de los vinos de Moclinejo.

El despliegue de la bodega se completa con dos hitos importantes que marcan las líneas de actuación del negocio: por un lado, la incorporación a Asprodibe, cooperativa de distribuidores andaluza a través de la cual logra una ampliación de su cartera de productos y, en consecuencia, un destacado incremento de su cartera de clientes, lo que le permite llegar a un mercado más amplio en el que forjar el desarrollo de la línea de vinos.

Otra de las apuestas que lleva a cabo en los últimos años es la de ofrecer una experiencia única basada en el turismo enológico, conjugando lo mejor del viñedo de la comarca de la Axarquía con una visita inolvidable a las instalaciones centenarias que la bodega tiene en el municipio de Moclinejo.


ALCAZABA DE ALMERÍA: maravillas de España

19 marzo, 2021 at 14:00

La Alcazaba de Almería es un conjunto monumental declarado Bien de Interés Cultural y máximo exponente de la herencia musulmana en la ciudad de Almería. No sólo es la mayor fortaleza construida por los árabes en la Península, sino también la construcción que dio nombre y supuso el origen de la actual urbe andaluza.

Este monumento se alza en el cerro de San Cristobal y es visible desde cualquier parte de la ciudad convirtiéndose en todo un símbolo de Almería. Desde lo alto de las murallas de la Alcazaba se pueden observar unas maravillosas vistas de la ciudad y del puerto.

El conjunto monumental Alcazaba de Almería posee tres recintos amurallados, uno de los cuales fue construido por los Reyes Católicos. Fue residencia real y hoy permanece en pie el palacio de Al-Mutasin con todas sus estancias, su mezquita, convertida en iglesia desde finales del siglo XV, y sus baños.

Antes de ir a visitarla, no olvidéis consultar sus horarios . Cuenta con visitas guiadas y su entrada es totalmente gratuita desde 1994, tanto para los almerienses como para el resto de personas.

Origen e Historia de la Alcazaba de Almería

En Andalucía justamente en el transcurso del siglo VIII y el siglo XV, bajo el reinado musulmán llegó a construirse un simbólico número de alcazabas, siendo una de las más importantes las alcazabas de Alcalá, Mérida, Granada, Badajoz, Jaén, Guadix, entre otras tantas.

Los casi mil años de historia de la Alcazaba de Almería nos ha permitido conocer la evolución experimentada en la arquitectura civil y militar durante la dominación árabe en Al-Ándalus, debido a su construcción en diferentes fases y épocas, como el castillo y torres de época bajomedieval cristiana (siglos XV-XVI), así como el origen y evolución de la ciudad.

Su construcción fue iniciada en el año 955 por Abderramán III y terminada por Hayrán, rey taifa de Almería, en el siglo XI. Tras la conquista cristiana es reformada por los Reyes Católicos y Carlos I.

En esta popular Alcazaba se llegó a construir de igual forma una especie de mezquita mayor, así como unos muros que lograban cercar el poblado y la ciudad. La alcazaba llegó a ser un fuerte militar y de igual forma fue considerado como centro para los gobernantes, siendo que esta zona poseía para aquel entonces uno de los puertos más extensos de Andalucía.

Estas murallas fueron el perfecto refugio del poblado cuando existía la crecida del mar, además de contar con un impresionante centro de industrias bastante conocido por la producción de telas. Este poblado llegó a progresar y engrandecerse bajo el reinado de Almanzor, y tras el paso del tiempo llegó a obtener su magnificencia con el rey Al-Jairán, específicamente entre el año de 1012 y 1028.

Entorno al año 1522 hubo una gran terremoto en Almería que destruyó la mayor parte de las construcciones de la ciudadela, aun así la visita a este recinto es de gran interés pues se conservan las murallas, las torres de vigilancia, y las bases de los edificios que formaban el conjunto.

Características de la Alcazaba de Almería

Se dice que este castillo llegó a ver su máximo potencial en el siglo XI bajo las órdenes del rey Almotacín, siendo este poeta y gobernador. Actualmente este castillo monumental se encuentra fraccionado en tres enormes entornos, es decir, los primeros dos recintos pertenecen a la etapa donde gobernaron los musulmanes, mientras que y el tercero fue construido por los cristianos.

  • Primer recinto. Es un gran descampado que se utilizaba para que acampara la tropa y para que se refugiara el pueblo en caso de ataque.

 

  • Segundo recinto. Era la ciudad palaciega donde vivían los gobernantes, sus guardias y sus sirvientes. Contaba con palacios, baños, aljibes, tiendas y una mezquita.

  • Tercer recinto. Mandado construir por los Reyes Católicos, está formado por dos torres defensivas y una torre del homenaje, que se utilizaba como residencia.

  • Murallas de Jairán o del Cerro de San Cristóbal. Se encuentran en el cerro del mismo nombre y son la única parte que se conserva de la enorme muralla que rodeaba a toda la ciudad musulmana. Cuenta con siete torreones.