CASTILLO DE SALOBREÑA: ruta de castillos medievales

22 octubre, 2021 at 12:05

El castillo de Salobreña es el monumento más importante de esta localidad de Granada. Aunque la distribución corresponde a la construcción que se levantó en época nazarí, el castillo árabe es el resultado del aporte de la arquitectura musulmana y cristiana.

El cerro en el que se asienta el castillo ha sido testigo de diversas transformaciones a lo largo de la historia. Hay vestigios desde época prehistórica. Púnicos y romanos también dejaron su huella, pero los restos del periodo andalusí y de la Edad Moderna son los que perduran actualmente en la fortaleza.

El castillo alcanza una altitud de 73 metros sobre el nivel del mar y se halla separado de la línea del mar unos 500 metros, lo que no siempre fue así. En la Edad Media, el mar llegaba hasta la base del promontorio sobre el que se asienta la ciudad y el castillo.

Desde sus murallas descubriremos unas hermosas vistas de todo el casco urbano de Salobreña, la iglesia del Rosario, las imponentes sierras, la fértil vega a sus pies, la costa mediterránea y el peñón que se adentra en el mar.

El castillo está protegido por la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Sin lugar a duda la subida al Castillo de Salobreña es una de las visitas obligadas. Es uno de los monumentos más visitados de la costa granadina, en él se ha habilitado un auditorio veraniego donde se representan obras de teatro, además aquí se celebran cenas medievales. No dudes en consular sus tarifas y horarios de visitas.

Origen e Historia del Castillo de Salobreña

El castillo domina el pueblo de Salobreña y la Costa de Poniente que en época nazarí se convirtió en una de las más importantes ciudades del litoral, tanto por su situación estratégica como por sus posibilidades económicas, sobresaliendo el cultivo en sus territorios de la caña de azúcar, el arroz, los plátanos, así como una importante industria pesquera y en menor medida ganadera.

La importancia de la Salobreña andalusí se inicia en el siglo X. Siendo frecuentes las noticias y hechos en los que aparece referida hasta el siglo XII. Pero será durante el sultanato nazarí (siglos XIII-XV), cuando adquiere relevancia a nivel político y militar, sirviendo su alcazaba, desde finales del siglo XIV, como lugar de descanso del sultán y prisión para los miembros de su familia, caídos en desgracia. Según las crónicas, varios fueron los monarcas que padecieron prisión entre sus muros: Yusuf III, Muhammad VIII el Pequeño, Muhammad IX el Zurdo, Abu Nasr Sad y Muley Hacén.

Con la toma de Salobreña por los Reyes Católicos en 1489, la alcazaba de Salobreña perdió su carácter de residencia y prisión real y se iniciaron grandes reformas para la adaptación de la fortaleza a las nuevas exigencias militares, surgidas por el uso de la artillería. El comendador maestre Ramiro López, artillero mayor e ingeniero, fue el encargado de realizar las obras de fortificación, creando una barrera de artillería orientada hacia la ciudad. Dichas obras se realizaron esporádicamente hasta el siglo XVIII para adaptarla a los avances de la artillería.

A fines del siglo XVIII la línea de costa estaba ya tan separada del promontorio de Salobreña, debido a los aluviones del delta del río Guadalfeo, que el castillo perdió eficacia defensiva respecto al mar, iniciándose un periodo de deterioro y abandono.

Estructura del Castillo de Salobreña

El Castillo es de planta trapezoidal y está formado por tres recintos:

  • uno interior de planta triangular, que se corresponde con la alcazaba o alcázar nazarí, jalonada por cuatro torres (la Torre del Homenaje, la Torre Nueva, la Torre del Polvorín y la Torre Vieja)

  • otros dos estrictamente defensivos construidos por los cristianos a finales del siglo XV. De ellos, uno defiende el frente este y sudeste, y otro el frente norte. Encontramos aquí la torre de acceso y la barrera exterior, flanqueada por dos torres más, El Cubo (de planta elíptica) y La Batería (de planta pentagonal). Finalmente, la Coracha, que hace alusión a un sistema defensivo que protege una toma de agua y que presenta en sus extremos la Torre del Agua y la Torre de la Coracha o el Baluarte.

La leyenda del Castillo de Salobreña

La leyenda del Castillo de Salobreña cuenta que existió un rey llamado Muhammed IX, conocido como el zurdo. Unos aseguran que le llamaban así porque tenía mucha destreza para manejar la cimitarra con la mano izquierda. Otros, en cambio, porque todo le salía al revés ya que fue destituido hasta tres veces. ¡Y no solamente eso! Sino que estuvo varias veces preso en el castillo, pero siempre lograba recuperar ese trono.

La cuestión es que Muhammed IX tuvo tres hijas, trillizas. Aunque siempre prefirió tener varones, estaba encantado con ellas. Tanto es así que pidió a sus astrólogos que les hicieran nada más y nada menos que su horóscopo, algo que era costumbre. En ese momento le avisaron de que las escondiera bien ya que, cuando tuvieran edad núbil, se las podrían robar.

Poco tiempo después, el rey quedó viudo por lo que mandó criar a las niñas, Zaida, Zoraida y Zorahaida, en el Castillo de Salobreña donde crecieron felices. Un día vieron cómo, a la playa, llegaba una embarcación llena de esclavos cristianos. Allí se encontraban tres caballeros jóvenes, con relucientes armaduras. Las tres, que solo habían visto siervos y esclavos durante toda su vida, se enamoraron de ellos.

El rey fue avisado de ese hecho, por lo que hizo que sus hijas regresaran a Granada. Por casualidades de la vida, se reencontraron con esos tres caballeros presos que habían ido a trabajar a la Alhambra. En momentos de desconexión, las princesas se acercaban a ellos sin que nadie lo supiera. Se enamoraron y decidieron huir. Ellos cogieron unos caballos para llegar hasta la torre donde estaban las princesas.

Las dos mayores lograron bajar con facilidad, pero la pequeña se quedó en la torre, realmente asustada. De esta manera, perdía la oportunidad de escapar con su amado. Zaida y Zoraida llegaron, sanas y salvas, al territorio cristiano donde se casaron con sus caballeros. La pequeña se quedó en esa torre, murió muy joven de pena. Según la leyenda, en la Torre de la Cautiva, en las noches de luna llena, se escucha una triste canción y un sonido de un laúd.


LA ALCAICERÍA DE GRANADA: mercadillos de España con historia

25 junio, 2021 at 8:26

La Alcaicería de Granada es un antiguo zoco árabe, una zona comercial llena de tiendas pequeñas, dedicadas en su mayoría a la venta de recuerdos o souvenirs y de artesanía granadina.

Está situada en el centro histórico de Granada, junto a la famosa plaza Bib-Rambla, la Catedral y la Capilla Real, y su entramado de callejuelas, su bella decoración y su forma nos recuerda que estamos en el antiguo zoco o mercado árabe.

El nombre de alcaicería proviene del árabe al-qaysariya, que designa una institución comercial y los edificios que la componen. Aunque también se dice que tiene relación con el nombre del César, al que los árabes estaban agradecidos por permitirles el comercio de la seda.

Si, además de las compras os gusta la historia podéis visitarlo todos los días de 10:00 a 21:00h en, claro está, la calle Alcaicería. Encontrarás numerosas tiendas de recuerdos y artesanía granadina, como la popular loza de Fajalauza o la incrustación de madera o taracea.

Origen e Historia de la Alcaicería de Granada

La Alcaicería se fundó en el s. XIV junto a la Mezquita Mayor en época de Muhammad V. Se accedía a ella a través de nueve puertas que se cerraban de noche para protegerla.

Contaba con más de doscientos comercios, además de vigilantes, inspectores, controles de calidad, etc.…, y un alcaide que vivía en el recinto.

El mercado era un espacio propiedad del rey, donde se entregaba la seda en bruto para recaudar impuestos y marcarla, y donde, además, se vendían mercancías de precio elevado: seda, objetos de plata, orfebrería, ropas suntuosas, cuya venta estaba prohibida fuera de ella.

Con la llegada de los Reyes Católicos el mercado paso a ser dirigido por un gobernador, nombrado directamente por el gobernador de La Alhambra, cargo que estuvo siempre vinculado a la nobleza. La Alcaicería continuó con el comercio de la seda hasta su declive en el siglo XVIII, cuando se permitió abrir en el recinto otros tipos de negocios. En esta época la Alcaicería se dividió en dos zonas, una comercial y otra administrativa.

En 1843 sufrió un incendio, pero resurgió de sus cenizas y aunque ahora ocupa un espacio menor que el original, encanta a turistas y locales con sus variados géneros. La Alcaicería es un lugar obligado de visita en la ciudad, donde se puede sentir la esencia del legado árabe y el bullicio de sus zocos.


BENAOJÁN: ruta de los pueblos blancos de Andalucía

19 noviembre, 2020 at 13:34

Benaoján es un pueblo de trazado árabe, con empinadas y serpenteantes calles, y en cuyos suelos se esconde uno de los sistemas de cuevas más importantes de España.

El pueblo se encuentra situado al oeste de la provincia de Málaga, integrado en la comarca de la Serranía de Ronda formando parte del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.

El relieve es muy accidentado en estas tierras, destacando los cerros kársticos en los que se encuentran dos formaciones geológicas de gran importancia: el sistema hundidero-Gato y Cueva de la Pileta, de gran importancia por sus pinturas prehistóricas que datan del Paleolítico superior, motivo por el que ha sido declarada Monumento Nacional de Arte Rupestre. Así mismo, existen otras cavidades de mayor o menor importancia repartidas por el término municipal.

Foto de Lui G. Marin

Accidentado por las sierras de Líbar y Montalate y avenado por el río Guadiaro, destacan sus encinares y pastos, cultivos de secano mediterráneos y ganadería lanar.

Sus sierras, caminos y cuevas han sido utilizados como cobijo por los bandoleros durante la ocupación napoleónica, la cual no fue muy dañina para Benaoján, y por los maquis al finalizar la Guerra Civil.

Hoy en día, Benaoján encuentra un motor importante en su economía la cría del cerdo ibérico y el tratamiento de todos sus productos derivados. También tiene importancia dentro de la agricultura el cultivo del pero rondeño y de higuerales.

En su gastronomía destacan las chacinas y otros productos derivados del cerdo así como los frutos secos (principalmente almendras), el gazpacho caliente y el sabroso conejo al ajillo. Por cierto, si quieres probar las mejores chacinas no te puedes perder su Feria de la Chacina, declarada de Interés Turístico por la Diputación Provincial de Málaga.

Origen e historia de Benaoján

Los primeros hallazgos de vida humana en el término municipal de Benaoján aparecen en la Cueva de la Pileta, habitada por el hombre desde el Paleolítico y donde se han encontrado pinturas rupestres y utensilios.

Su nombre, de evidente origen árabe, unos lo hacen significar hijos de Oján, tribu bereber, y otros casa de panadero. Llamado Benaoxan en tiempos de los moriscos, fue liberado por D. Felipe, Rey de Granada, el día 6 de Noviembre de 1571; ordenando a D. Francisco de Peñalosa, Juez de comisión de S. M., y D. Diego de Salcedo, escribano del Rey, tomar posesión de todos los bienes de los moriscos y efectuar el Apeo de las Haciendas.

Su influencia musulmana se refleja en su arquitectura, con sus estrechas y sinuosas calles, su torre vigía y sus casas blancas.

Tras la conquista cristiana de Benaoján en 1485, sus habitantes mudéjares convivieron en este territorio hasta su expulsión en 1570, tras la rebelión que llevaron a cabo. En 1571 Benaoján fue repoblado por familias cristianas de Ardales, El Saucejo, El Coronil y Morón.

En 27 de Octubre de 1575, fueron nombrados los primeros pobladores de Benaoján; un total de 60 familias, a las que se facilitó casas y ventajas a unos, y medias ventajas a otros, con sus correspondientes suertes de tierras. Estos primeros pobladores procedían de Teba, Daimiel, Cañete la Real, Osuna, Marchena, Porcuna, Antequera. Bornillo, Olvera, Villegas, Priego de Córdoba, Morón, Fregenal de la Sierra, Jerez de la Frontera, Villanueva del Fresno, Los Molares, Ardales, Berlanga, Trujillo, Fuente del Maestre, Algámitas, Zahara de la Sierra y Cabra.

La llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX, supuso un impulso para el municipio de Benaoján a la vez que la aparición de un nuevo núcleo de población alrededor de la estación de tren, conocido hoy en día como Estación de Benaoján.

Lugares recomendados para visitar en Benaoján

El municipio de Benaoján destaca más por el entorno natural que presenta que por el patrimonio cultural que alberga. Sin embargo, antes de que empieces a descubrir sus cuevas y su ambiente rural, te da la oportunidad de que aprecies dos elementos pertenecientes a las civilizaciones más representativas que han pasado por estas tierras.

En primer lugar, podrás encontrar la Torre del Moro, construida por los musulmanes para controlar el importante paso del valle del Guadiaro, además servía de refugio en caso de ataque a los habitantes de la alquería próxima. Actualmente sólo queda en pie una de sus paredes.

Por otro lado, verás la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XV. Elemento del cristianismo que consta de una única nave cubierta con armadura de madera. La capilla mayor es cuadrada y está cubierta por una bóveda gótica. La entrada se efectúa bajo un arco de medio punto flanqueado por pilastras que sostienen un frontón triangular con una pequeña hornacina. La torre del campanario tiene dos cuerpos, uno inferior de planta cuadrada y otro superior octogonal, en el que están instaladas las campanas.

CUEVA DE LA PILETA

La Cueva de la Pileta marca el inicio de la historia de Benaoján, ya que en las diferentes excavaciones realizadas en su interior, han sido encontrados numerosos restos de cerámicas e importantes pinturas rupestres, la mayoría de animales, atribuidas al paleolítico superior.

La cueva la conforman una serie de galerías situadas a distintos niveles y con alturas que llegan hasta los 15 metros. Destaca, por sus grandes dimensiones, la nave central, con 60 metros de recorrido, y ha sido declarada Monumento Nacional.

CUEVA DEL GATO

La Cueva del Gato es en realidad la boca sur y de salida del sistema espeleológico Hundidero-Gato, que con más de 9.000 metros topografiados, es el más importante de Andalucía y uno de los mayores de España, y está declarado Monumento Natural.

La Cueva del Hundidero es la boca norte y de entrada, situada a unos 3 km al norte de Montejaque y a una altura de 593 metros. El sistema se desarrolla en un total de 7.818 m y un desnivel de 219 m, con un recorrido principal de 4.500 m en dirección norte-sur hasta la boca sur de la Cueva del Gato a una altura de 423 metros, justo en el río Guadiaro. La belleza y dificultad de su prospección han atraído a espeleólogos y a amantes de los deportes de aventura de todo el mundo.

Otras cuevas dentro del municipio de Benaoján son la Cueva de la Higuera y la Cueva de los Alfaques. Esta última se ubica en las últimas estribaciones nororientales de la Sierra del Palo y ella destaca su gran boca de entrada con una anchura de más de 20 metros, tras una galería de 30 metros se accede a una gran sala de cuyo techo parte una chimenea a una serie de pequeñas galerías.

Rutas de Senderismo por Benaoján

Para conocer más allá de las cuevas, Benaoján te ofrece distintas rutas de senderismo por las diferentes zonas del municipio, aunque algunas de estas rutas te llevan a parar a estas cuevas. Ese es el caso de la Ruta Estación de Benaoján – Cueva del Gato que te lleva hasta la Cueva del Gato.

Dos de las rutas que pasan por el municipio de Benaoján, pertenecen a dos etapas de la Gran Senda de Málaga, la cual conecta municipios a través de senderos rurales.

Etapa 24, Ronda – Estación de Benaoján – Es un itinerario de 12,8 km que comienza en Ronda, bajando a la base del Puente Nuevo que se encuentra sobre el Tajo de Ronda. Buena parte del sendero discurre en paralelo al cauce del río Guadalevín-Guadiaro, donde, cerca de la Estación de Benaoján, podrás contemplar las aguas subterráneas que surgen del interior de la Cueva del Gato.

Etapa 25, Estación de Benaoján – Jimera de Libar – Una ruta de 9,3 km, de gran belleza que discurre entre encinas, quejigos, chopos y fresnos por un sendero paralelo a la línea férrea de Bobadilla a Algeciras y al río Guadiaro, en el que es habitual poder contemplar el descenso en kayak sobre sus aguas.

De esta última modalidad existe una ruta acuática que podrás realizar haciendo piragüismo, así como mediante otras modalidades. Una ruta que transcurre por el río Guadiaro, dentro del municipio de Benaoján y que va desde Estación de Benaoján hasta Estación de Jimera de Líbar. Podrás iniciar el recorrido en una pequeña presa conocida como Charco de la Barranca, en la Estación de Benaoján. A partir de este punto se suceden los rápidos, los obstáculos y estrechamientos del río, siempre rodeado por una vegetación de ribera exuberante, hasta llegar al Centro de Piragüismo “Vagones de Jimera”.

Otro deporte que destaca en Benaoján es la escalada, con multitud de lugares preparados para ello.


LA SIDRA: productos auténticos de la tierra

23 octubre, 2020 at 10:53

Como es bien conocido, la sidra es una bebida alcohólica de baja graduación fabricada con el zumo fermentado de las manzanas.

En España la tradición y consumo de la sidra se concentra sobretodo en Asturias, aunque también en el País Vasco, especialmente en la zona de Guipúzcoa. No obstante, esta bebida no es exclusiva de nuestro país ya que también se produce fuera de España.

Un rasgo común de las zonas productoras de sidra, -norte de España, Francia, Bélgica, Alemania, Gran Bretaña o Irlanda-, es que se encuentran en el arco atlántico y que son de clima frío donde la manzana es capaz de soportar bajas temperaturas. A pesar de estos rasgos comunes, la forma de elaboración y hasta los gustos de los amantes de la sidra cambian de unas regiones a otras y de unos países a otros. En el norte de España la sidra natural, llamada en inglés ‘hard cider’ se impone a la achampanada que habitualmente es dulce y es la más extendida en el resto de Europa. Ello no quita para que en la cornisa cantábrica se elabore también sidra con gas, como la conocida de El Gaitero, en gran parte destinada a la exportación.

En Asturias la sidra debe servirse escanciada para que aflore el carbónico. Asimismo, se debe tomar rápidamente, de un único trago.

La segunda región española con una muy relevante tradición sidrera es Guipúzcoa y, aunque allí la sidra o sagardoa no se escancia, también lleva aparejada su propio ritual. Consiste en que, alrededor de una suculenta comida en una sidrería, los comensales prueban la sidra del año. Cada vez que uno de ellos grita ¡txotx!, todos se levantan a llenar el vaso en la kupela (barrica de sidra) para posteriormente degustar la sidra.

Origen e historia de la Sidra

No existe constancia escrita del verdadero origen de la sidra, aunque el Antiguo Testamento, redactado entre los siglos XIII-I antes de Cristo, se menciona una bebida alcohólica que los hebreos elaboraban usando como materia prima cereales o frutas.

En el caso de los griegos y romanos, éstos consumían un vino procedente de la manzana, a la que denominaban «sikera» en griego y «sicera» en latín. Es claro el origen del término actual de sidra, que evolucionaría a partir de la expresión propia del latín vulgar, hablado en el norte de la Península Ibérica.

En la Edad Media se encuentran las primeras referencias escritas. La Catedral de Oviedo conserva un testamento del año 793 en el que se entregaban villas, bosques, viñas y manzanos para elaborar mostos y sidra.

Proceso de elaboración de la Sidra

Se desconoce cómo se elaboraba la sidra en la época grecorromana, aunque no tenía que ser muy diferente a la receta actual. Hoy en día, se parte de una selección de distintas variedades de manzanas que otorgan el sabor característico a cada variedad de sidra. Las manzanas son trituradas y prensadas hasta conseguir un mosto, que posteriormente se fermenta y madura hasta conseguir el producto final.

La sidra natural tiene un inconveniente principal, y es que conserva sus propiedades organolépticas intactas durante un corto espacio de tiempo, ya que es un producto no estabilizado y se degrada con facilidad. Fundamentalmente, se produce una pérdida del dióxido de carbono formado durante la fermentación inicial.

La producción artesanal de sidra no sería un problema salvo por la obligatoriedad de ser consumida por rapidez. Por este motivo, a mediados del siglo XIX se creó la sidra espumosa o achampanada, a la que se le añadía dióxido de carbono.

La cultura asturiana de la sidra

La sidra asturiana es un símbolo de identidad, muy arraigado y diferencial con otros territorios y culturas.

Uno de los frutos más característicos de Asturias es la manzana, donde existen más de 500 tipos, y constituye la esencia de la sidra. Este proceso de elaboración comienza en la primavera con la floración del manzano, todo un espectáculo a contemplar en las pomaradas – conjunto de manzanos -, y continúa en el lagar o ‘llagar’ en asturiano, donde se transforma en sidra.

En Asturias se producen más de 45 millones de litros de sidra, repartidas entre los 80 lagares de la región, ubicados sobre todo en Gijón, Villaviciosa, Nava y Siero. De toda esta producción el 95% se consume en Asturias, que a su vez es la Comunidad elaboradora del 80% de la sidra hecha en España. El consumo se realiza preferentemente en restaurantes, sidrerías y ‘llagares’, donde se celebran habitualmente las fiestas gastronómicas típicas conocidas como ‘espichas’, y también es muy común, sobre todo en la primavera y el verano, su consumo en romerías y verbenas.

La sidra asturiana tiene la singularidad de que es la única que se escancia en el mundo. ¿Qué es escanciar la sidra y por qué razón se hace? Es el acto de servirla sidra echándola con el brazo erguido, cogiendo la botella con la mano derecha y el vaso con la izquierda, con el pulgar y el índice rodeando el vaso y el corazón al fondo. Tras adoptar esta posición la sidra cae desde una altura considerable de forma brusca y ‘espalma’, es decir, rompe en forma de espuma al golpear con el borde del vaso. La adecuada ‘oxigenación’ está asegurada y la sidra lista para beber de un trago o ‘culin’, tal como se dice en el ‘argot’. Además no se bebe todo el contenido del vaso, sino que se deja un poco para limpiar por donde se ha bebido, ya que en la sidra natural se comparte vaso. Todo un espectáculo lleno de técnica y tradición.


NÍJAR: los pueblos con más duende de Andalucía

16 octubre, 2020 at 9:13

Níjar es un precioso pueblo almeriense incluido en el listado de la Asociación de Pueblos Más Bonitos de España, que se encuentra a un paso de uno de los espacios naturales más bellos del país, el Parque Natural de Cabo de Gata.

Níjar lleva habitado desde la prehistoria y, si bien no tiene grandes monumentos, sí tiene una estampa fabulosa. Sus laberínticas y estrechas calles repletas de casitas blancas enriquecidas con los colores de las macetas es todo un espectáculo.

Situado a las faldas de Sierra Alhamilla y a 300 metros sobre el nivel del mar el, pueblo de Níjar ha visto el transcurrir del tiempo y el  paso de diversas culturas entre las que destaca el periodo musulmán, que dejó una huella indeleble en el trazado de sus calles, arquitectura, gastronomía y artesanía. Como anécdota destacar que la rendición de Níjar (Nixar) ante los Reyes Católicos se produjo en 1488 y escenas de estos hechos aparecen reflejadas en un relieve de la sillería baja del Coro de la Catedral de Toledo.

El pueblo de Níjar puede ser admirado en su totalidad desde un mirador inmejorable: La Atalaya (torre vigía), ubicada en un promontorio de fácil acceso.

Níjar es pueblo artesano en el que la cerámica, el esparto y las “jarapas” tienen total protagonismo, donde una vez más el pasado árabe queda patente en su fabricación en los talleres que aún perviven.

Para los amantes de los monumentos queda en el mismo pueblo la iglesia de Santa María, del siglo XVI y fuera del centro urbano puedes visitar los castillos de San Felipe y de San Román. Sin olvidarte en ningún momento que te encuentras en el Parque Natural del Cabo de Gata, con su emblemático faro y las torres de vigilancia que encuentras por toda la costa.

En Níjar comerás de lujo auténtica cocina almeriense y de la mejor calidad. Tienen gran fama los tomates de la zona, así como las gachas y las migas, el jamón, la morcilla y los embutidos en general. No te pierdas los caracoles en salsa o el mítico gambón rojo porque son una delicia. ¿Y de postre? La leche frita aquí adquiere un sabor especial.

La Jarapas de Níjar

La confección de las coloridas jarapas se sigue llevando a cabo en los talleres de las propias tiendas, por lo que el visitante que se adentre en uno de estos comercios podrá ver por él mismo los entresijos del telar con el que se transforman los retales sobrantes que llegan desde fábricas de toda España -antiguamente se usaban trapos viejos- en alfombras, mantas, colchas o cortinas. Una tradición que se remonta a la época musulmana de esta región y que es característica de la Andalucía oriental.