NECRÓPOLIS DE CUYACABRAS: lugares mágicos de España
El yacimiento arqueológico de Cuyacabras, ubicado en el municipio de Quintanar de la Sierra (Burgos), es uno de los testimonios más ilustrativos de la arqueología medieval española.
Uno de los elementos que hacen más especial la necrópolis de Cuyacabras es el entorno en el que se ubica: un calvero de un extenso bosque en el que compiten los pinos y los robles, a la sombra de una sierra de Neila cuya cima es perfectamente visible.
Cuyacabras es una de las necrópolis más espectaculares de la Península Ibérica que, gracias a las fuentes documentales, se sabe podría corresponderse con la antigua aldea de «Villa Godomar».
Este yacimiento se encuentra situado en un promontorio de roca arenisca entre el río Torralba y el barranco de peñas corvillas. Se compone de una iglesia semirupestre y una extensa necrópolis, delimitada en parte por una cerca y formada por 166 tumbas y 16 nichos, todos ellos excavados en la roca.
El profesor Alberto del Castillo llevó a cabo unas excavaciones entre 1969 y 1971 que descubrieron la monumental necrópolis de la época de la Repoblación (siglos IX-XIII).
Origen e Historia
Aunque estos enclaves siguen ofreciendo casi tantas incógnitas como evidencias, es bastante probable que en su origen fueran construidas por cristianos que se vieron obligados a huir a las montañas ante el acoso de las invasiones árabes que sufrió la península, adoptando un estilo de vida prehistórico, que se refleja en la forma de construcción de las tumbas, excavadas en la roca con herramientas muy toscas. Las boscosas y aisladas vertientes meridionales de la Sierra de Neila les ofrecían seguridad, madera, pastos para el ganado, agua fresca, abundante caza y, sobre todo, la ubicación ideal de sus poblados y necrópolis.
La elección de los asentamientos parece estar ligada a la existencia de grandes rocas en donde poder instalar sus iglesias rupestres o semirupestres, así como los enterramientos circundantes.
Entre las tumbas se encuentran tres tipo de formas, más o menos antropomórficas, según se avanza en el periodo de construcción, y su orientación es siempre en dirección este-oeste, hecho relacionado con la salida y puesta del sol. Llama la atención la abundancia de tumbas infantiles y la existencia de nichos en los laterales de la peña.
Aunque en sus orígenes las tumbas poseían lápidas de piedra, éstas se utilizaron en obras posteriores como materia prima para la edificación.
Arquitectura
En la necrópolis rupestre (65x35m) se han documentado 183 sepulturas excavadas en la roca.
Son frecuentes las tumbas antropomorfas (65) con cabecera en arco de herradura y pies de forma redondeada. Sin embargo el grupo mayoritario está formado por tumbas de tipo bañera (91), que en principio parecen estar destinadas a enterramientos femeninos o infantiles, aunque estos últimos también aparecen en tumbas de forma antropomorfa. En menor medida se han registrado nichos (13), en el cortado norte del afloramiento y son ocasionales las tumbas de lajas y trapezoidales.
Delimitando la necrópolis por sus flancos sur y norte, se han documentado los restos de una cerca construida con bloques de mediano y gran tamaño, trabados a hueso, reducida prácticamente a la cimentación en las zonas que se ha conservado, si bien su trazado se intuye en diversos tramos bordeando el roquedo funerario.
Además del espacio principal, los expertos estudian varios lugares próximos. En uno de ellos quiere verse un recinto ceremonial de tradición pagana, con un pequeño pozo pudo emplearse para lavar a los muertos antes de su inhumación. Muy cerca, en una aislada peña, algunos investigadores han querido ver una figura yacente femenina, que parece una diosa madre protectora.
A unos 500 metros en línea recta desde Cuyacabras, aunque con acceso bastante más escondido, se encuentra el yacimiento de Cueva Andrés, relacionado cronológica y espacialmente con el mismo. Se encuentra en un lugar aún más evocador si cabe, en un fresco entorno en la misma orilla del río Torralba.
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