Las Casas Colgadas, encaramadas a la cornisa de la roca sobre la hoz del Huécar, son un símbolo indiscutible de Cuenca (Castilla La Mancha) y verdaderas joyas de la arquitectura gótica popular.
En el año 2016 fueron declaradas Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, título más que merecido.
Las casas colgadas de Cuenca están construidas sobre un acantilado, y dan la sensación de que van a caerse en cualquier momento, aunque no es así. Realizadas en mampostería con sillares en las esquinas y asentadas en ménsulas, se asoman al río desde sus balcones voladizos de madera sobre el acantilado.
Del conjunto de estas casas sólo tres son visitables: la casa de la Sirena, que aloja un mesón donde degustar la tradición, y las Casas del Rey, que permiten observar elementos originales de construcción en su interior, como la viguería de madera y que albergan, para deleite de todos, «el más bello pequeño museo del mundo”: el Museo de Arte Abstracto Español.
Si quieres ver las casas desde bien cerca deberás ir a la ciudad antigua de Cuenca. Es fácilmente reconocible porque se ve cómo está en la parte más elevada del territorio. Para llegar deberás acceder por el Puente de San Pablo, una joya de la arquitectura industrial que se levantó en 1902, mide 60 metros y se apoya sobre los estribos de un puente de piedra del siglo XVI que se derrumbó. Este puente de piedra era el que utilizaban los antepasados de los conquenses para poder acceder a esta parte de la ciudad, algo que sin duda le da un toque mágico a este lugar cada vez que las personas pasan por este lugar. Una vez que pasas este puente llegar a las casas es fácil puesto que tan sólo tienes que recorrer la ciudad hasta llegar a ellas.
Origen e Historia de las Casas colgadas de Cuenca
Su origen exacto no está claro, se tiene constancia de que ya existían estas casas en los siglos XIV y XV, aunque se piensa que en el mismo emplazamiento donde están las casas, el Rey Alfonso VIII allá por el año 1177 instauró por un tiempo la sede de su corte (esto no esté históricamente demostrado).
La teoría más extendida es que fueron construidas por los musulmanes del Al Andalus aunque no existen pruebas que lo reafirmen. Lo que sí es cierto es que desde sus bacones se puede disfrutar de las mejores vistas de la Hoz del Huécar, donde se ubica el famoso Parador de Cuenca, situado dentro del convento de San Pablo. El edificio fue construido en la primera mitad del siglo XVI, como residencia monacal de la Orden de Predicadores.
A día de hoy solo han quedado 3 Casas Colgadas, pero se cree que había casas “suspendidas” por toda la Hoz del Huécar, incluso recientemente se han hecho estudios donde se afirma que pudo haber este tipo de edificaciones en otras partes de la ciudad.
El aspecto que lucen a día de hoy las casas, son fruto de una reconstrucción hecha en el siglo XX, hay fotos que demuestran el estado que presentaban las edificaciones antes de la restauración.
La ciudad de Cuenca
La ciudad de Cuenca cuenta desde 1996 con el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Además de “Las Casas Colgadas” tienes muchos lugares a donde ir para poder descubrir todo lo que esta ciudad tiene para ofrecerte. A continuación tan sólo te daré algunos ejemplos, pero puedes acceder a la web de turismo de la ciudad e informarte de hoteles, lugares para comer y sobre todo, sitios que no puedes olvidar visitar.
- La catedral. La catedral es un lugar estupendo para visitar donde podrás disfrutar de grandes aportaciones arquitectónicas. Comenzó a construirse sobre la antigua mezquita a finales del siglo XII, en estilo gótico normando.
- El castillo. Aunque no queda mucho de la muralla árabe y de la fortaleza cristina merece la pena visitarlo para poder apreciar su belleza y toda su historia.
- Cerro del Socorro. Si quieres disfrutar de unas vistas increíbles no podrás perderte la visita a este mirador en la ciudad, situado en lo más alto. Se llega a través de la carretera de la Palomera.
- El Convento de las Petras, del siglo XVI.
Sendero de las Hoces
No te puedes perder el sendero de las Hoces de Cuenca (SL-CU 10), un itinerario periurbano señalizado con letreros y marcas de pintura blanca y verde que parte del Auditorio y describe un círculo de cuatro kilómetros alrededor del casco histórico, subiendo primero por el cañón del río Huécar y bajando después por el del Júcar.
El túnel de la calle Alfonso VIII
El subsuelo de Cuenca está lleno de túneles que han dado lugar a los cuentos más disparatados, como que fueron construidos por los templarios para ocultar el Santo Grial o por la Inquisición para torturar a herejes. Lo cierto es que tuvieron usos mucho más prácticos y cotidianos. El que se esconde bajo la calle Alfonso VIII, de 90 metros de longitud y 250 metros cuadrados de superficie, fue vivienda hasta el siglo XIX, refugio durante la Guerra Civil y luego cueva para cultivar champiñones y almacén municipal. Hay vistas guiadas y teatralizadas.
Cuenca es de la ciudades más bonitas de España