Prácticamente cualquiera de nosotros hemos pasado grandes ratos jugando a las cartas, un invento que, al igual que muchos otros juegos, fue inventado en China e importado por los europeos hacia 1375.
La baraja española consiste en un mazo o conjunto de cuarenta y ocho naipes o cartas de la baraja. Antiguamente era muy frecuente la baraja de cuarenta naipes. Existen versiones más modernas de cincuenta y cinco naipes para poder jugar a otros juegos.
El aspecto actual de la baraja española se lo debemos a un impresor burgalés de origen francés y afincado en Vitoria, Heraclio Fournier, quien en 1868 presentó una baraja litografiada, que fue premiada en la Exposición Universal de París. Sin embargo, el diseño que ha llegado hasta nuestros días es el que realizó Augusto Ríus para el propio Fournier.
La rica historia de la baraja española ha llevado a que, desde 1986, posea su propio museo , en la ciudad de Vitoria. Consta de más de tres mil juegos de naipes coleccionados por los herederos del fabricante Heraclio Fournier. En el Museo Fournier se encuentra una baraja europea, considerada como la más antigua que se conoce, datada de finales del siglo XIV.
Origen e Historia de la Baraja Española
Se relata que los naipes empezaron a utilizarse como elemento de adivinación, para convertirse después en un mero entretenimiento popular. Se ha mencionado a los gitanos y sus barajas adivinatorias, pero cuando las grandes migraciones gitanas llegaron a Occidente hacía tiempo ya que las cartas eran sobradamente conocidas en Europa. No obstante, podemos asegurar con toda seguridad que esta invención, al igual que los dados y el ajedrez, viene de Oriente.
La creación de los naipes parece derivarse de la combinación de dos juegos: Ajedrez y Dados. El Ajedrez era privilegio de la inteligencia y los Dados, de la suerte. De la fusión de estos dos factores nacieron los naipes.
Si buscamos precedentes, se cree que los naipes ya existían en China allá por el año 1120, cuando empleaban el grabado sobre madera para el estampado de las cartas.
Luego llegaron a Oriente Medio durante el siglo XIII, donde se encontraron las primeras barajas de 52 naipes, coloreados a mano y divididos en 4 palos: oros, copas, espadas y palos de polo.
Tras su llegada al Viejo Continente, en plena Edad Media, cada pueblo sustituyó los palos y figuras orientales por otros más cercanos a su tradición cultural, creando símbolos como los bastones, bastos, cetros, corazones o cascabeles.
Una de esas evoluciones de los naipes orientales tuvo como resultado la baraja española, que destaca entre todos los juegos de cartas del mundo por la riqueza de sus diseños. Ello se debe a que las figuras son de inspiración medieval y sus palos representan los distintos estamentos de la época: los comerciantes (Oros), el clero (Copas), la nobleza (espadas) y los siervos (Bastos). Pueden ser de 40, 48 o de 50 naipes dependiendo del juego.
Las cartas de juego se extendieron hacia el norte hasta Francia y Alemania, dando origen a las barajas nacionales de ambos países. Desde Francia los naipes pasaron a Inglaterra, donde el modelo francés adoptaría la forma de la que actualmente se conoce como baraja inglesa.
La baraja española fue adoptada en Nápoles, entonces perteneciente a la corona aragonesa. Posteriormente, su diseño evolucionó más en España que en Italia, por lo que la baraja napolitana es más parecida a la antigua baraja española.
En España se utilizan 3 estilos diferentes, el de Cádiz, el catalán y el castellano. Principalmente se ven los dos últimos ya que el estilo de Cádiz es más antiguo y es el que se utilizaba para las cartas destinadas a la exportación.
Curiosidades de la Baraja Española
Los naipes o figuras de la baraja española poseen una serie de curiosidades que suelen pasar desapercibidas entre los jugadores. Así, aunque los reyes se suelen representar como hombres mayores y barbados, los de copas y de oros suelen parecer más jóvenes. Además, desde el siglo XVIII, los caballos de copas y oros suelen mirar hacia la izquierda, mientras que los de bastos y espadas lo hacen hacia la derecha.
Con diseños de 40, 48, o 50 naipes, en función del juego en el que se emplee, la baraja española es la única en el mundo que no posee una figura femenina. Consta de reyes, caballeros a lomos de corceles y unos pajes ligeramente afeminados —conocidos como sotas—, pero no de reinas.
En cuanto a la curiosa Sota, pese a su apariencia afeminada, en realidad se trata de un paje de pie y simboliza al criado o mensajero. Los colores de las calzas, inicialmente todas rojas, y de los sayos, así como la posición de sus piernas y la colocación del motivo del palo, varían según los palos y la inventiva de los autores del diseño.
Junto a ello, hacia el siglo XVI la baraja española introdujo una innovación que la hizo única. Se trata de las pequeñas discontinuidades que aparecen en los lados inferior y superior del rectángulo que enmarca los motivos de cada naipe. Según se cree, estas discontinuidades se crearon para dificultar la visión de las cartas a los mirones, objetivo que posteriormente sería perfeccionado con la utilización de los índices. Efectivamente, ambos recursos hacen que el jugador no necesite extender las cartas que tiene en la mano para saber cuáles son, ya que con sólo separarlas un poco conoce a qué palo pertenecen y qué figura o carta numeral es cada una. El palo de oros no tiene pintas; el de copas tiene una; dos, el de espadas y tres, el de bastos.
Nuestra vida y dichos cotidianos hacen mención constantemente a todo lo relacionado a la baraja, son muy normales los dichos; Sota, Caballo, Rey. Cantar las cuarenta. Lanzar un órdago. Barajar (varias posibilidades).Tener un As en la manga. Un As del volante. Se desmoronó como un castillo de naipes.
Juegos de la Baraja Española
Se puede jugar a muchas clases de juegos con la baraja española como: la escoba, el cinquillo, el burro, la brisca, las siete y media, el tute, el chichón, el mus, el pokarin, el tute, el conquian, el guiñote, la perejila, la pocha…infinidad de ellos.
El 70% de los trofeos que se fabrican en España son para Torneos de cartas.
El Mus, debido a sus cualidades estratégicas y por la posibilidad de relaciones interpersonales, se ha erigido como asignatura optativa en varias Universidades españolas, entre ellas está la de Barcelona.
También se suelen usar las cartas para hacer juegos y trucos de magia, desde tiempos inmemoriales. Así como también se utilizan para leer el futuro o el pasado con el Tarot, pero también con la baraja española.
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