Si vas a San Sebastián (en euskera, Donostia) tienes que dar un paseo por La Concha, pero mejor si puedes hazlo al atardecer, cuando una luz rojiza y anaranjada lo inunda todo.
La Playa de La Concha es una playa situada en la Bahía de La Concha en pleno centro de la ciudad de San Sebastián, capital de la provincia de Guipúzcoa (País Vasco). Se ubica a continuación de la Playa de Ondarreta y la reconocerás por su arena blanca y fina. Es una de las playas urbanas más famosas de todo el país.
Es una de las señas de identidad de San Sebastián, y ofrece al visitante la oportunidad de disfrutar de magníficas vistas, como la que nos ofrece su hermosa bahía en forma de concha, con la isla de Santa Clara en el centro, flanqueada por los montes Urgull e Igeldo.
Un elemento característico de la Playa de la Concha es la llamativa barandilla de la Concha, uno de los símbolos indiscutibles de San Sebastián por sus formas ornamentales.
Continuando el paseo, te toparás con el edificio del Ayuntamiento. Muy próximo al Real Club Náutico y los jardines de Alderdi-eder, sus dependencias están en el antiguo Casino de San Sebastián. En el jardín de Alderdi-Eder, un carrusel de aire antiguo nos trasladará a viejos tiempos.
El recorrido por el paseo de la Concha finaliza en el Monte Urgull, que, junto al Monte Igeldo y Monte Ulía, se alzan en afán protector sobre la ciudad.
El Monte Urgull, erigido sobre la Parte Vieja, guarda un secreto en su interior. Se trata del Castillo de la Mota, que data del siglo XII y que fue imprescindible para la defensa de la villa. La fortaleza es uno de los mejores testigos de las batallas que han ido asediando la ciudad a lo largo de los siglos y ha sido reconstruida en numerosas ocasiones.
Entre las playas de Ondarreta y la Concha, en un alto, se encuentra el Palacio de Miramar, un palacio de estilo inglés que data de finales del siglo XIX y desde el que se aprecian unas vistas inmejorables de la Bahía de la Concha. Su situación privilegiada logra un increíble contraste entre el verde de los jardines y el azul del mar. No son pocos los que hacen aquí un alto en el camino y se sientan a contemplar el paisaje.
La Isla Santa Clara es otro de los emblemas de la Bahía de la Concha que, como su nombre indica, es una isla en medio de la bahía, una suerte que no muchas ciudades tienen. Durante los meses de verano hay un servicio de lanchas que posibilitan su acceso para visitar su pequeña y coqueta playa.
La Parte Vieja de San Sebastián
La Parte Vieja, como su propio nombre indica, es el germen de la ciudad actual, y está delimitada por tres elementos naturales: el monte Urgull, el río Urumea y la Bahía de la Concha.
El lugar más visitado de San Sebastián es, sin duda, la Parte Vieja. Sus calles, llenas de tiendas, restaurantes, bares de pintxos y sociedades gastronómicas, suelen estar totalmente animadas en cualquier época del año.
Hasta 1863 estaba delimitada también por la muralla de la ciudad; año en el que se decidió derribarla para acometer el nuevo ensanche de la ciudad. Anteriormente, casi todas las casas de intramuros fueron saqueados y destruidos por las tropas anglo – portuguesas el 31 de agosto de 1813, durante la guerra de la Independencia contra las tropas de Napoleón.
El corazón de la Parte Vieja lo ocupa la plaza de la Constitución. En la misma tienen lugar la mayoría de los acontecimientos festivos de la ciudad. Sus coloridas fachadas, con números pintados en cada balcón, nos recuerdan que antiguamente fue una plaza de toros.
Dentro de este recinto están dos de los templos religiosos más importantes de la ciudad: la Basílica de Santa María del Coro (s. XVIII) y la Iglesia San Vicente (s. XVI).
Cabe visitar, también, el Museo San Telmo, situado en un antiguo convento dominico del siglo XVI, que pasó a ser cuartel militar y hoy es el flamante Museo de Sociedad Vasca, reformado por el arquitecto Miguel Ubarrechena.
Otra parte fundamental de la parte vieja es el puerto de San Sebastián, en el extremo oriental de la bahía de La Concha, al pie de la estatua del Sagrado Corazón que corona el monte Urgull.
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