La Feria del Caballo o Feria de Jerez es una feria que se celebra a principios del mes de mayo, durante una semana, en Jerez de la Frontera (Cádiz).
La Feria es alegría, diversión y animales de pura raza. Un festejo que tiene como protagonista el caballo, se realza con el flamenco, y se embellece con sus preciosas y coquetas casetas y luces. Sin olvidarnos lógicamente de la alegría de su gente y la degustación exquisita del vino así como de comidas típicas de la tierra.
La actual Feria del Caballo de Jerez hace mención en su nombre a tan ilustre animal arraigado a esta región desde hace tiempo atrás. El enraizado vínculo con este animal no surge así por así. Antiguamente, era fácil e impresionante contemplar las grandes extensiones de bosque que se hallaban por estas tierras y ver pastar las numerosas manadas de toros bravos y de caballos, ambos en un estado casi salvaje, configurándose un binomio perfecto que ha perdurado a través de milenios y hasta nuestros días.
Declarada de Interés Turístico Internacional, se trata, junto con la Semana Santa una de las mayores y más importante fiesta de la ciudad.
Durante la Feria del Caballo se realizan todo tipo de actividades relacionadas con el caballo, como concursos internacionales de saltos, doma, rally hípico, exposiciones de ganado selecto o subastas.
Una de las actividades más destacada es el desfile de carruajes, también conocido como enganches.
Además, por el día, el parque González de Hontoria se llena con cientos de jinetes, amazonas y carruajes que pasean por las calles del recinto ferial en un majestuoso espectáculo digno de contemplar. En este espacio se colocan las casetas de las hermandades y peñas, cuya decoración gira alrededor de una temática diferente cada año, premiándose a las mejores. En su interior se toma vino fino, se degustan los productos de la tierra y se bailan sevillanas hasta altas horas de la madrugada, en un ambiente de alegría y diversión increíble que parece transformar el parque en un gran tablao flamenco. Hay también puestos de comida, bebidas y atracciones infantiles. Los espectáculos taurinos, los concursos de sevillanas o los fuegos artificiales son otros festejos que completan el programa de la Feria.
Además de la feria de día, también se encuentra la feria de noche, donde destacan el alumbrado y las atracciones mecánicas para los niños. Los mayores también podrán disfrutar de la música y gastronomía que ofrecen las casetas de feria y los puestos de comida rápida.
Origen e Historia de la Feria del Caballo de Jerez
Surgió a partir del comercio equino en la Edad Media (mediados del siglo XIII), en el que la corona otorgaba un periodo excepcional en el que los ganaderos se podían cerrar tratos sin pagar impuestos, lo que provocaba que acudirán tratantes de toda la comarca. Esta actividad es la que ha dado lugar a muchas de las ferias de España. Sin embargo, la Feria de Jerez es de las pocas que actualmente mantienen una feria de importante feria de ganado y caballo paralela a la actual Feria.
En el siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X El Sabio, se otorgó a la ciudad de Jerez dos ferias, una en Abril y otra en Septiembre, siendo confirmada por su hijo Sancho (El Bravo) en Agosto de 1.282, además de un mercado semanal los lunes. Estas ferias alcanzaron gran importancia por su numerosa concurrencia.
Hoy, se han tornado algo las cosas. La ubicación, por ejemplo, ha cambiado. La Feria de Jerez en antaño, ocupó (según los escritos) distintos lugares; las primeras se celebraban entre la Puerta Real y la calle de Francos, pero con los años también se han celebrado en el Arco de Santiago, Calle Muro, Alameda Vieja, … En 1.868, por ejemplo, se celebra por primera vez una feria de ganados en el denominado Hato de la carne, donde se estableció el Real; en 1.872 pasó a las playas de San Telmo, y algo más tarde, en 1.876 a la Cañada de Caulina, donde lució por primera vez alumbrado eléctrico.
El Recinto del González Hontória se compró en el 1902 cuando ese terreno era campo celebrándose en él la primera Feria (como Feria de Septiembre). Un año más tarde (1903) se celebra la primera Feria de Abril (en origen se celebraba en abril pero la competencia con Sevilla la hizo retroceder un mes festejándose finalmente en el mes de mayo) en el mismo Recinto y será en los años 60 cuando estando Miguel Primo de Rivera y Urquijo en la alcaldía, se conocerá con el actual nombre «del Caballo» en referencia a tan nombrado e histórico animal.
Durante muchos años del siglo XX fue una de las dos ferias que se celebraban en Jerez junto a la Feria de la Vendimia en septiembre, que actualmente se celebran bajo otro formato. Fue el alcalde Miguel Primo de Rivera y Urquijo quien decidió potenciarla.
En el año 1985 el Ayuntamiento decidió derribar la mayoría de casetas fijas, excepto las del Círculo Lebrero, Domecq, González Byass, Casino Jerezano y Club Nazaret, permitiendo dar nuevos usos al Parque González Hontoria.
La feria actual ha perdido tradiciones que se mantuvieron muchos años, como la benéfica «Batalla de las Flores» o carreras de caballos.
Los jinetes andaluces
Los andaluces se sienten muy orgullosos por considerar, que su fauna es única en el mundo, gracias a que han sabido mantenerla y mejorarla. Es evidente que sus antepasados debieron ser grandes jinetes, pues por la enorme proliferación de estos animales, sin duda invitaba a ello, ya que sólo era necesario capturarlos y adiestrarlos (tarea nada fácil evidentemente).
Se ha podido constatar, que los jinetes andaluces siempre gozaron de enorme fama a lo largo de la historia, pues ella nos dice que los escuadrones de caballería que el general cartaginés Aníbal, después de las numerosas batallas libradas en la Iberia y a su paso por nuestros lares, en su numeroso ejército se enrolaron numerosos tartéssicos con sus correspondientes caballos, que precedidos de enorme fama caminaron hacia Italia.
Este noble equino era su animal preferido; puesto que incluso lo representaban en vasijas y otros objetos decorativos de la época. En los infinitos hallazgos arqueológicos, se puede observar como reflejan con una perfecta fidelidad y un enorme paralelismo en los arneses o arreos con los actuales, dando la sensación que el tiempo no ha pasado. Aun más, en el gran conjunto monástico de la Cartuja jerezana, fundado en 1475, por el noble caballero Álvaro Obertos de Valeto y Morla, ya eran famosos los caballos que se criaban en sus dehesas.
VIDEO DE LA FERIA DEL CABALLO DE JEREZ