FÁBRICA DE ARMAS DE ORBAIZETA: lugares mágicos de España
En el valle de Aezkoa (Navarra), a 5 kilómetros de la frontera con Francia, se alzan las ruinas de la Real Fábrica de Armas y Municiones de Orbaizeta. Se encuentra ubicada en un frondoso y escondido rincón de la Selva de Irati.
La explotación se erigió en el siglo XVIII sobre la antigua ferrería del monte Aezkoa; la riqueza maderera, la presencia de minas de hierro y cursos de agua propiciaron su instalación en este enclave.
El fin de la fábrica era el abastecimiento de armas y munición al ejército, de hecho llegó a convertirse en el principal centro industrial militar del norte de España. Fue cedida a la corona de Carlos III y su existencia fue corta, apenas un siglo, pero muy azarosa. Su proximidad a la frontera la convirtió en objeto de constantes saqueos e incendios, pero conseguía resurgir una y otra vez hasta que en el siglo XIX fue suprimida definitivamente.
En la actualidad, las ruinas han sido devoradas por la vegetación, y escondidas bajo un manto verde de musgo esperan los trabajos de recuperación. Su aire enigmático y el ser una importante muestra de la arqueología industrial del siglo XVIII le ha valido la declaración de Bien de Interés Cultural.
La Fábrica es una joya de la arqueología industrial peninsular. Construida bajo la influencia del Enciclopedismo francés, con una moderna visión donde además de la producción, cobraba protagonismo la salud y vida diaria de los trabajadores. Más de 150 trabajadores y sus familias, junto a tropas de vigilancia vivieron durante años en este frondoso y perdido rincón de la Selva de Irati.
En su arquitectura buscaron la comodidad de los trabajadores, la adecuación al terreno en tres niveles, los dos superiores con almacenes al otro lado del río, al sur, y al norte las viviendas y servicios: panadería, iglesia, cuartel… y el nivel inferior era para la fabricación, pasando de niveles por escaleras cubiertas para evitar la nieve y lluvia. Tenían zonas cubiertas con tejas de hierro forjado, y cuentan que en este siglo se aprovecharon las placas para construir un pequeño frontón de hierro.
Historia
Aunque de corta existencia, (1784-1884), la Real Fábrica de Armas y Municiones de Orbaizeta tuvo una intensa y azarosa historia, fiel al turbulento siglo XIX.
La antigua ferrería del Valle de Aezkoa, conocida desde 1432, y sus Montes Comunales fueron cedidos gratuitamente a la Corona española a cambio de la construcción de la Fábrica y el trabajo que decían iba a generar.
La Fábrica sólo fue un imán para las cinco guerras de la época, (1793-1875), sufriendo el Valle todas sus nefastas consecuencias. Tras producir durante años munición, y en alguna etapa incluso cañones, pasó a mediados del s. XIX a producir hierro de calidad, que luego era transformado en las fábricas de Trubia y Oviedo en Asturias. Malviviendo desde 1869 tras un incendio fortuito, terminó cerrando sus puertas en 1884 por el auge de los Altos Hornos.
El posterior abandono fue devastando las moles edificadas hasta convertirse en ruinas que la maleza ha ido escondiendo con el paso del tiempo. Aún hoy distinguimos los hornos y la canalización del río Legartza, pero el estado del recinto requiere de una importante restauración.
Cuando cerró la fábrica, La Junta del Valle de Aezkoa, que llevaba 100 años intentando recuperar los bosques de Irati-Monte Aezkoa, pensó que les serían devueltos; pero no fue así hasta 1982, que se recuperó la titularidad sobre el monte, 200 años después de su cesión, como indica la piedra conmemorativa situada a la entrada del bosque por Orbaizeta.
AVISO: pendiente de recuperación, por su estado de ruina, se ruega MÁXIMA PRECAUCIÓN en caso de adentrarse en la parte baja de la fábrica, o descender al río a ver sus arcos.
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