DOLMEN DE SORGINETXE: cultura megalítica en España

25 enero, 2019 at 8:04

La cultura megalítica, es decir, las civilizaciones cuyos restos conservados consisten en “grandes piedras” (dolmen) dispuestas de manera estudiada son una forma magnífica para poder ver cómo vivían nuestros antepasados de la Prehistoria hace más de 6.000 años.

Desde el Neolítico y hasta la Edad del Bronce, periodos de la Edad de Piedra, la cultura megalítica se desarrolló en todo el mundo, aunque el término localiza la etapa entre el Mediterráneo y la zona Atlántica de Europa.

Lo primero que suele aparecerse en la mente del viajero al ver estos enormes monumentos prehistóricos es, ¿pero cómo pudieron construirse sin los avances técnicos modernos? La cuestión en sí misma ya otorga cierto acercamiento a una cultura tan alejada de la nuestra, porque nos ofrece una nueva dimensión de los seres humanos: pensaban, planeaban, estructuraban, se comunicaban, todo ello para conseguir erigir estos monumentos.

Ahora bien, ¿por qué razón se construían, con el esfuerzo y la dedicación que debía conllevar? Tampoco está claro que fueran grupos estables en un territorio, por lo que todavía da más misterio a la cuestión.

Algunos estudiosos coinciden en la función sepulcral del monumento, una costumbre que revela la conciencia religiosa del grupo y la creencia en el más allá, además del recuerdo sentimental de la persona que los deja, no muy diferente de las formas actuales. Por otro lado, otros investigadores apuntan a una función de tipo amenazante, en la que estas construcciones pondrían de manifiesto la pertenencia del territorio a un determinado grupo, reforzando la identidad (otro factor inesperado) frente a los demás.

Sea como sea, en España han quedado muchos de estos testimonios de arquitectura prehistórica y muchos de ellos se encuentran en un estado de conservación muy buena.

Hoy te invitamos a conocer el dolmen de Sorginetxe (traducido del euskera “La casa de las brujas”), en Arrizala (Álava), construido aproximadamente en el año 2500 antes de Cristo. A 5 kilómetros de Zadorra Etxea, junto a la Sierra de Entzia, el dolmen se encuentra muy bien conservado y es de fácil acceso.

Fue descubierto por los científicos en 1831 y excavado por el señor J. Apraiz en 1890, quien recogió puntas de flechas y restos óseos humanos. Todos ellos en paradero desconocido.

Nunca se ha conocido túmulo y según los estudios de J.M. Apellaniz de 1973 “La losa de la pared oeste forma ventana y tiene rastros de labrado formando un suave levantamiento o convexidad”. Y además informa que “existieron próximas al dolmen cuatro losas grandes que fueron destruidas y de las que no se conoce la relación con el dolmen”.

Se trata de uno de los monumentos megalíticos mejor conservados de Euskadi. Está formado por cinco piedras calizas verticales, y la que las cubre, alcanza en su punto más alto unos 2,3 metros.

Según JM de Barandiaran (1972) que recoge muchas leyendas relacionadas con estos monumentos megalíticos, comenta que “el dolmen de Arrizala, que fue construido con grandes piedras, aún tiesas, traídas por la Sorguin (Brujas) en las puntas de sus ruecas durante una noche…” Al menos 16 dólmenes alaveses han sido declarados por el Gobierno Vasco como Bien Cultural Calificado en la categoría de Conjunto Monumental.

Las construcciones megalíticas que han obtenido este reconocimiento son las de Sorginetxe, en Arrizala; Aizkomendi, en Eguilaz; San Sebastián I, San Sebastián II, Gurpide Sur y Gurpide Norte, en Kuartango; el Montecillo, en Villabuena de Álava; la Chabola de la Hechicera y el Encinal, en Elvillar; Layaza, San Martín, Alto de la Huesera y los Llanos, en Laguardia; el Sotillo, en Leza; y la Mina y la Lastra, en Lantarón.

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