El charco Azul, en la isla de El Hierro (Canarias), es una de las zonas de baño más espectaculares y entrañables de la menor de las Islas Canarias. Una fantástica piscina natural formada por el propio oleaje del mar, algo que puede verse en muy pocos lugares de Europa.
El estado prácticamente virgen de la costa herreña es un aliciente más para acercarse a esta isla singular que, por suerte, se ha cuidado de los excesos del turismo de masas.
Esta piscina natural está compuesta por agua salada y se encuentra situada en El Golfo, impresionante valle de costa escarpada, es un enclave virgen que representa como pocos los caprichos deliciosos de los volcanes.
El Charco Azul consta de dos piscinas naturales en las que podrás bañarte sin correr ningún tipo de riesgo. Pero además de poder pegarte un buen baño, la espectacularidad de este lugar reside en su paisaje. Además, una parte de la piscina forma una pequeña cavidad, ideal para protegerse del sol y del viento.
Su nombre proviene del color azul turquesa, aunque también se puede disfrutar de un entorno dominado por las lavas característico de la costa herreña.
El Charco Azul está acondicionado para el visitante, siendo de fácil acceso a pie, con protecciones frente al mar y unas escaleras para facilitar el acceso, ya que se tiene que bajar al nivel del mar desde la costa, lo que puede llevar unos 20 minutos. Lo mejor es que al ser un espacio público, es totalmente libre y gratuito. En los alrededores encontrarás baños públicos, un bar-restaurante y sombrillas.
Debes tener en cuenta que en las Islas Canarias hay más de un lugar conocido por este nombre, aunque el que hablamos hoy se encuentra en el municipio de la Frontera, y más concretamente en el barrio de Los Llanillos.
El municipio está en la zona norte de la isla ocupando increíblemente un enorme boquete que dejo hace millones de años un grandioso derrumbe que envió la mitad de la geografía dentro de los mares, por lo que es un perfecto lugar para imaginarte lo que sucedió en uno de los miradores, como el Mirador de Bascos situado sobre la Playa de Arenas Blancas.
La isla Del Hierro
Una de las señas de identidad de la Isla de El Hierro es haber renunciado, con muy buen criterio, al turismo de masas. Esta sabia elección ha dejado la costa herreña en un estado de conservación que roza lo virgen.
El Hierro se ha especializado en un modelo turístico basado en el respeto escrupuloso de la naturaleza y la cultura local. Una completa red de alojamientos rurales y pequeños núcleos turísticos conforman la oferta de un destino ideal para descubrir la Canaria más auténtica.
Pero no todo está tierra adentro. Más allá de los bosques; los volcanes; los lagartos gigantes; los senderos cumbreros o los pueblecitos encantadores, El Hierro es isla. Y es mar. Y también ofrece un buen puñado de espacios para tomar el sol y disfrutar de temperaturas que, rara vez, bajan de los 20 grados centígrados a lo largo de todo el año.
Otros detalles de Hierro Natural, es el bosque milenario el Sabinar con formas caprichosas y espectaculares, así como el Pozo de la Salud, el cual tiene efectos mineromedicinales.