Si piensas en hacer un regalo para un momento especial que sea de calidad y digno de recordar, diferente, original y que hable de la tierra de Andalucía, la cerámica tradicional de Granada —es decir, la cerámica Fajalauza— será una elección perfecta.
Utilizada en las casas rurales desde el siglo XVI, la cerámica de Fajalauza ha dado el salto y ha pasado de ser una artesanía popular granadina poco valorada a una adquisición con carácter para las nuevas generaciones.
Ahora, el regalo artesanal está de moda ya que es algo único y exclusivo al que se le da un valor añadido y diferencial.
La cerámica Fajalauza además de por su atractivo y funcionalidad, es un producto totalmente único ya que cada una de sus piezas está pintada a mano, lo que hace que no haya dos piezas exactamente iguales.
La historia de la cerámica de Fajalauza
Los primeros indicios de esta cerámica provienen de principios del siglo XVI. Aunque quizás ya existiera en los años finales del siglo XV. Sin embargo, no llevaba este nombre de Fajalauza por aquel entonces, sino el nombre de la familia alfarera que lo creaba.
Era una artesanía ligada exclusivamente al apellido Morales, llegados a Granada tras la conquista cristiana, aunque no sabemos de dónde procedían. En Granada nació un estilo de cacharrería muy particular, que tiene resabios de estilos preexistentes durante la Edad Media en Cataluña, Teruel, Úbeda, Triana, Talavera, etc. Aquellos primeros cristianos de la familia Morales establecieron su taller por debajo de la Puerta de Fajalauza, pegados a la mismísima muralla del Alabaicín y por encima de lo que sería, a partir de 1636, el Convento de San Antonio.
No obstante, a pesar de los influjos que tuvo esta cerámica, la ahora conocida como Fajalauza se creaba ya entonces de forma única. Su origen es cristiano, pero su modus operandi es árabe. Esto se debe a que se utilizaban hornos moriscos en la elaboración de esta y a que la forma de trabajarla está contemplada bajo la influencia mudéjar.
Piezas de cerámica pintadas a mano
El diseño de esta cerámica cambio con el paso del tiempo hacia una donde abundaban gran cantidad de motivos además de los vegetales: la representativa fruta de la granada, los pájaros o las flores. En el mismo ítem de cerámica se plasmaban varias de estas figuras que se hacían compañía en colores ya más vivos, que se añadieron a los que antes había.
Esta cerámica popular es conocida por sus motivos en azul y verde.
En el comienzo de la elaboración de esta cerámica Fajalauza, se singularizaba por su estilo sencillo donde se utilizaban los tonos blancos alternándose éstos con los azules o los verdes.
Actualmente, muchos talleres están recuperando estos colores y añadiendo otros, como el amarillo y el rojo. Una manera de actualizar la tradición con los elementos contemporáneos.
Dónde podemos encontrarla
Te invitamos a descubrir nuestros sets de cerámica tradicional Fajalauza, donde podrás adquirirlos en una gama de cuatro colores posibles: amarillo, verde, rojo o azul. Ideales para regalar o para que los puedas disfrutar en tu hogar.
- Set Gazpacho Andaluz: juego compuesto por seis cuencos medianos y una gazpachera grande.
- Set Brindis Albaicín: juego compuesto por una jarra, seis vasos y una cesta artesanal.
- Set Desayuno Alhambra: set compuesto por una aceitera, dos tazas de café con leche, dos platos de desayuno y una panera artesanal de palma.