BARBADILLO: bodegas de España que merece la pena visitar
Barbadillo es propietaria de 500 hectáreas de viñedos repartidos en dos fincas “Gibalbin” y “Santa Lucia”, situadas en la zona de “Jerez Superior” (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz).
Sus 17 bodegas repartidas por toda Sanlúcar de Barrameda, rodeando el medieval Castillo de Santiago, ocupan una superficie total de más de 73.000 m2 con capacidad para más de 30 millones de litros, equivalentes a 60.000 botellas, lo que la convierte en la mayor de la zona.
La bodega denominada “La Catedral” ha recibido el premio a la bodega más bella del mundo, y no deja de ser uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Las Bodegas Barbadillo son unas bodegas 100% familiares que elaboran Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla Sanlúcar de Barrameda, Brandy de Jerez, Vinagre de Jerez y Vinos de la Tierra de Cádiz.
La Manzanilla, insignia de Barbadillo, es un vino singular, distinto, único en el mundo. Sólo las fértiles tierras de la zona y su especial micro-clima permiten su crianza bajo el velo “el velo de flor”, durante todo el año. Solo las bodegas sanluqueñas tienen ese microclima especial “único en el mundo” para el nacimiento y crianza de la Manzanilla.
Origen e Historia
La historia de las Bodegas Barbadillo se remonta a 1821 llegando a ser una de las 10 empresas familiares más antiguas de España.
Su historia es también la historia de un empeño de quien vino de más allá. El primer Barbadillo, Antonio Pedro, conocido como Tito Barbadillo, llegó a nuestro país, concretamente a Sanlúcar de Barrameda en un barco que procedía de México. Justo cuando ese país se independizaba de España. Arribó en un barco con la idea de hacer fortuna aquí y no venía, precisamente, de trabajar en el mundo del vino. Sin embargo, pronto vio que el vino formaba parte del alma de la tierra que pisaban y sólo tenían que dejarse embragar para crear la primera manzanilla embotellada del mundo y el blanco más vendido en la actualidad: el Castillo de San Diego.
Los primeros pasos en el arte de hacer vino, los dieron en la hoy denominada Bodega del Toro, bello ejemplo de la arquitectura popular andaluza.
Sólo tardaron seis años en embotellar y poner nombre oficial a una bebida de siglos en la bahía: la manzanilla. En definitiva, fueron unos innovadores, fueron los primeros en tener una planta embotelladora de acero, en vendimiar de noche…
De hecho, el Castillo de San Diego, el vino blanco más demandado que cumple ahora 42 años de vida, no deja de ser el fruto de una de esas innovaciones.
Museo Barbadillo de la Manzanilla
Ubicado en un edificio de principios del siglo XIX, el Museo Barbadillo de la Manzanilla, contempla todos los aspectos relacionados con el vino del Marco de Jerez, desde la viña, pasando por la crianza, hasta el embotellado y la comercialización.
Además muestra la evolución, a través de la historia de la manzanilla, de los aspectos más relevantes de la familia Barbadillo y de su gran patrimonio cultural, el más variado de la arquitectura enológica de España.
El museo tiene entrada libre y está abierto todos los días de 10 a 15h, excepto los Domingos de Noviembre a Marzo que permanecerá cerrado. También hay visitas guiadas, catas y otro tipo de eventos que puedes consultar.
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