Pocos saben que escondido bajo la tierra, oculto a escasos metros de profundidad, se halla el acueducto más largo de la Hispania romana y probablemente el quinto de todo el imperio. El Acueducto de Gades fue la conducción de agua potable construida por el Imperio romano para abastecer a Gades (antigua Cádiz).
El acueducto es una compleja infraestructura hidráulica de 82 kilómetros ideada para abastecer a Gades de agua y que nace en los manantiales de Tempul, en la sierra de las Cabras, y recorre Arcos, San José del Valle, la campiña de Jerez y Cádiz.
Una obra con 20 siglos, 2.000 años, de antigüedad, que asombra a arqueólogos e ingenieros por su monumentalidad y su técnica.
No se sabe con certeza a qué fecha pertenece, pero se cree que, por las técnicas utilizadas, sería del siglo I. Para levantar un acueducto de esa magnitud, hacía falta mucho dinero y mucho poder político. Y creemos que es del siglo I porque entonces en Gades estaba la familia Balbo, una de las más importantes de la oligarquía gaditana.
El acueducto de Gades destaca por el ingenio puesto en práctica para construirlo y sortear los accidentes geográficos que se interponen entre Tempul y Gades, que en el siglo I era una isla.
La técnica de construcción del Acueducto de Gades
El acueducto se construyó de forma que se mantuviera una pendiente desde el punto de origen del agua hasta su terminal que garantizara que el agua llegaría por sí misma con presión suficiente para abastecer a Gades.
Nada más salir de Tempul hay cerros, y los ingenieros romanos tuvieron que sortear eso. ¿Cómo lo hicieron? Con la Mina de los Cuquillos. La mina es la perforación de la montaña y la construcción de pasajes subterráneos que “garantizaban que el agua llegara limpia y sin contaminación a Gades. Por eso, la mayor parte del trazado del acueducto es subterráneo, aunque se sabe perfectamente por dónde discurre. Está identificado.
Otra de las técnicas empleadas por los ingenieros romanos de Gades fue la de las galerías subterráneas, que se realizaban allí donde no había elevaciones del terreno importantes, como las de El Mimbral.
Al llegar a Los Arquillos, los artífices del acueducto se encontraron con una depresión del terreno, que solventaron con un sifón. El sifón funciona por la lógica de los vasos comunicantes. Es decir, dos depósitos de agua conectados entre sí por su parte inferior, mantendrán el mismo nivel en ambos lados gracias a la presión y la gravedad. Este se encuentra entre Torrecera y Paterna.
Y para salvar una bajada abrupta del terreno, se usaron pozos de resalto, que daban fuerza al agua para que llegara con presión suficiente hasta su recta final: el puente de Suazo en San Fernando y Puerta Tierra en Cádiz, donde el agua llegaba a siete depósitos desde los que se distribuía a las casas de la Gades romana, una de las más pujantes de la Bética.
AQUA DUCTA
AQUA DUCTA es una iniciativa centrada en actuaciones para la valorización patrimonial, económica y social del acueducto romano de la sierra a Gades, sin olvidar diferentes tareas arqueológicas de prospección, limpieza, levantamientos topográficos y fotogrametría en varios de los tramos del acueducto.
Para ello se llevó a cabo la publicación de AQUA DUCTA – Guía para la ruta cultural del acueducto romano del Tempul a Gades (descargar en pdf aquí). Junto a dicha guía también se daba a conocer un vídeo 3D en el que se explicaba con detalle.