La Alpujarra de Granada: Ruta de Pueblos Blancos de Granada

1 agosto, 2023 at 19:56

La Alpujarra (en ocasiones las Alpujarras) es una región recóndita entre las provincias de Granada y Almería, llena de historia y leyendas, y que destaca por sus paisajes espectaculares y pueblos de gran belleza. Es una de las regiones más visitadas de la provincia de Granada.

Es un territorio de contrastes y en parte es debido a toda la historia que tiene detrás. Se trata de una zona sucesivamente colonizada, primero por los íberos y los celtas, el Imperio Romano, el pueblo visigodo y por último durante la conquista árabe hasta su posterior liberación por los Reyes Católicos.

Prácticamente intacta desde la época árabe, aún conserva la arquitectura beréber original, única en España. Sólo a finales del siglo XIX comenzaron a aventurarse por la zona artistas, bohemios y viajeros.

La arquitectura típica de la Alpujarra

La original construcción de la Alpujarra constituye uno de los elementos más típicos del paisaje alpujarreño. Se dice que su arquitectura está emparentada con modelos bereberes.

Las casas de Las Alpujarras son de forma cúbica con un tejado plano, propio de una zona de escasas lluvias. La cubierta está compuesta de arcilla magnesiana que se impermeabiliza con la lluvia y tiene un alero de piedra. Estos terraos que en la actualidad suelen funcionar como secaderos tienen una especie de caperuza, una chimenea casi cilíndrica coronada por una pequeña losa.

En muchos casos existen pasos que salvan las distancias entre una casa y otra, así la calle queda cubierta.

Las casas de las Alpujarras suelen tener dos plantas y, normalmente, están encaladas. En la planta de arriba estaban las habitaciones y la cocina, y en la de abajo las zonas destinadas al ganado y a los aperos de labranza.

En la Alpujarra, los pueblos se adaptan a su geografía. De esta manera, nos encontramos casas encaramadas en la montaña, unas debajo de otras formando terrazas y orientadas al sur, ya que en esta altitud los rayos de sol son muy apreciados. Este tipo de casas tradicionales se encuentran sobre todo en los pueblos pequeños, como Pampaneira o Bubión, donde las calles son estrechas y las casas pequeñas.

 

Muchas de las casa de la Alpujarra han sido restauradas respetando su sabor antiguo, pero incorporando las comodidades de la vida actual. Los vecinos las alquilan a turistas y visitantes que quieran disfrutar de la vida sana y tranquila de estos pueblos de montaña.

Las Fiestas de Moros y Cristianos

Entre las tradiciones que se han conservado en Las Alpujarras destacan las fiestas populares, entre ellas las de Moros y Cristianos, representación simbólica de los enfrentamientos que se desarrollaron en el siglo XVI.

En Lanjarón la noche de San Juan se celebra la Noche del Agua. Un evento muy especial en el que participa mucha gente, locales y visitantes. Durante una hora la fiesta en las calles del pueblo consiste en mojarse unos a otros, con cubos, pistolas de agua o cualquier cosa que tengas.

Al día siguiente, tiene lugar la fiesta del jamón. Tradicionalmente se hace una paella gigante en el Parque del Salaillo y se degusta el jamón de la tierra.

En cuanto a la música, su folklore es sobre todo con guitarras, bandurrias y laudes, las tradicionales canciones de rueda y de mecedores. Hay que hacer una mención especial a los troveros.

Artesanía de la Alpujarra

Las manifestaciones artesanales más interesantes las encontraréis en los tejidos; ya existieron antiguamente talleres de seda en la zona.

En los telares de la Alpujarra tradicionalmente se hacen jarapas, alfombras de «mota», tapices, etc… Uilizando ropas viejas que se hacían jirones y se mezclaban en el telar originando así bonitos coloridos.

También la alfarería, de origen nazarí, tiene un carácter propio en estas tierras altas.

La artesanía del esparto o la mimbre son otras de las tradiciones que se van perdiendo, aunque todavía se pueden ver algunas tiendas turísticas que venden estos productos.

Trevélez y su manjar más exquisito

Hay muchas razones por las que visitar este pueblo de la Alpujarra, pero la fundamental es por el jamón que aquí se hace. Apto exclusivamente para los paladares más exigentes, el jamón de Trevélez es un manjar de lo más exquisito.

Además es saludable, ya que es menos salado que el jamón al que estamos acostumbrados, ya que las condiciones meteorológicas de la zona permiten que esté menos tiempo en salazón.

Senderismo: rutas por la Alpujarra

Una de las mejores maneras de descubrir los alucinantes paisajes de la Alpujarra y el inagotable encanto de sus pueblos es recorriendo las distintas rutas y senderos, homologados y señalizados, que atraviesan la región.

Así, entre las rutas más atractivas se encuentra, por ejemplo, el GR 142 o Senda de La Alpujarra, un camino que conecta la localidad granadina de Lanjarón con Fiñana, ya en la provincia de Almería; 144 kilómetros de paisajes imposibles, huertas y olivares, arquitectura popular, fuentes y molinos, ermitas… Su primera etapa –de las 13 que conforman la ruta–, entre Lanjarón y Órgiva, es un buen ejemplo de la riqueza de estos itinerarios, puesto que junto con su auténtico despliegue natural nos ofrece un interesante vistazo a la historia y la cultura de la zona. En particular, a los primeros momentos de la Rebelión de las Alpujarras de 1568, cuando los guerreros moriscos de Aben Farax partieron de Lanjarón hacia Órgiva por el mismo camino que hoy sigue esta primera etapa del GR 142.

Otras grandes rutas, como el continental GR 7-E4 –más de 10 mil kilómetros, desde Chipre a Tarifa– o el GR 240 Sulayr (Montaña del Sol) que recorre unos 300km rodeando todo el macizo de Sierra Nevada, así como itinerarios de Pequeño Recorrido (PR), como el sendero PR A-27 hacia la Cañada de las Siete Lagunas, la ruta Capileira–La Cebadilla atravesando el barranco del Poqueira, el Sendero La Contraviesa (PR-A 32), el Sendero de las Encinas o el Sendero General Brenan, entre muchísimos otros, terminan por crear una gran red de caminos que no solo conecta un territorio sino que invita a descubrir todo su encanto.


BENAOJÁN: ruta de los pueblos blancos de Andalucía

19 noviembre, 2020 at 13:34

Benaoján es un pueblo de trazado árabe, con empinadas y serpenteantes calles, y en cuyos suelos se esconde uno de los sistemas de cuevas más importantes de España.

El pueblo se encuentra situado al oeste de la provincia de Málaga, integrado en la comarca de la Serranía de Ronda formando parte del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.

El relieve es muy accidentado en estas tierras, destacando los cerros kársticos en los que se encuentran dos formaciones geológicas de gran importancia: el sistema hundidero-Gato y Cueva de la Pileta, de gran importancia por sus pinturas prehistóricas que datan del Paleolítico superior, motivo por el que ha sido declarada Monumento Nacional de Arte Rupestre. Así mismo, existen otras cavidades de mayor o menor importancia repartidas por el término municipal.

Foto de Lui G. Marin

Accidentado por las sierras de Líbar y Montalate y avenado por el río Guadiaro, destacan sus encinares y pastos, cultivos de secano mediterráneos y ganadería lanar.

Sus sierras, caminos y cuevas han sido utilizados como cobijo por los bandoleros durante la ocupación napoleónica, la cual no fue muy dañina para Benaoján, y por los maquis al finalizar la Guerra Civil.

Hoy en día, Benaoján encuentra un motor importante en su economía la cría del cerdo ibérico y el tratamiento de todos sus productos derivados. También tiene importancia dentro de la agricultura el cultivo del pero rondeño y de higuerales.

En su gastronomía destacan las chacinas y otros productos derivados del cerdo así como los frutos secos (principalmente almendras), el gazpacho caliente y el sabroso conejo al ajillo. Por cierto, si quieres probar las mejores chacinas no te puedes perder su Feria de la Chacina, declarada de Interés Turístico por la Diputación Provincial de Málaga.

Origen e historia de Benaoján

Los primeros hallazgos de vida humana en el término municipal de Benaoján aparecen en la Cueva de la Pileta, habitada por el hombre desde el Paleolítico y donde se han encontrado pinturas rupestres y utensilios.

Su nombre, de evidente origen árabe, unos lo hacen significar hijos de Oján, tribu bereber, y otros casa de panadero. Llamado Benaoxan en tiempos de los moriscos, fue liberado por D. Felipe, Rey de Granada, el día 6 de Noviembre de 1571; ordenando a D. Francisco de Peñalosa, Juez de comisión de S. M., y D. Diego de Salcedo, escribano del Rey, tomar posesión de todos los bienes de los moriscos y efectuar el Apeo de las Haciendas.

Su influencia musulmana se refleja en su arquitectura, con sus estrechas y sinuosas calles, su torre vigía y sus casas blancas.

Tras la conquista cristiana de Benaoján en 1485, sus habitantes mudéjares convivieron en este territorio hasta su expulsión en 1570, tras la rebelión que llevaron a cabo. En 1571 Benaoján fue repoblado por familias cristianas de Ardales, El Saucejo, El Coronil y Morón.

En 27 de Octubre de 1575, fueron nombrados los primeros pobladores de Benaoján; un total de 60 familias, a las que se facilitó casas y ventajas a unos, y medias ventajas a otros, con sus correspondientes suertes de tierras. Estos primeros pobladores procedían de Teba, Daimiel, Cañete la Real, Osuna, Marchena, Porcuna, Antequera. Bornillo, Olvera, Villegas, Priego de Córdoba, Morón, Fregenal de la Sierra, Jerez de la Frontera, Villanueva del Fresno, Los Molares, Ardales, Berlanga, Trujillo, Fuente del Maestre, Algámitas, Zahara de la Sierra y Cabra.

La llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX, supuso un impulso para el municipio de Benaoján a la vez que la aparición de un nuevo núcleo de población alrededor de la estación de tren, conocido hoy en día como Estación de Benaoján.

Lugares recomendados para visitar en Benaoján

El municipio de Benaoján destaca más por el entorno natural que presenta que por el patrimonio cultural que alberga. Sin embargo, antes de que empieces a descubrir sus cuevas y su ambiente rural, te da la oportunidad de que aprecies dos elementos pertenecientes a las civilizaciones más representativas que han pasado por estas tierras.

En primer lugar, podrás encontrar la Torre del Moro, construida por los musulmanes para controlar el importante paso del valle del Guadiaro, además servía de refugio en caso de ataque a los habitantes de la alquería próxima. Actualmente sólo queda en pie una de sus paredes.

Por otro lado, verás la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XV. Elemento del cristianismo que consta de una única nave cubierta con armadura de madera. La capilla mayor es cuadrada y está cubierta por una bóveda gótica. La entrada se efectúa bajo un arco de medio punto flanqueado por pilastras que sostienen un frontón triangular con una pequeña hornacina. La torre del campanario tiene dos cuerpos, uno inferior de planta cuadrada y otro superior octogonal, en el que están instaladas las campanas.

CUEVA DE LA PILETA

La Cueva de la Pileta marca el inicio de la historia de Benaoján, ya que en las diferentes excavaciones realizadas en su interior, han sido encontrados numerosos restos de cerámicas e importantes pinturas rupestres, la mayoría de animales, atribuidas al paleolítico superior.

La cueva la conforman una serie de galerías situadas a distintos niveles y con alturas que llegan hasta los 15 metros. Destaca, por sus grandes dimensiones, la nave central, con 60 metros de recorrido, y ha sido declarada Monumento Nacional.

CUEVA DEL GATO

La Cueva del Gato es en realidad la boca sur y de salida del sistema espeleológico Hundidero-Gato, que con más de 9.000 metros topografiados, es el más importante de Andalucía y uno de los mayores de España, y está declarado Monumento Natural.

La Cueva del Hundidero es la boca norte y de entrada, situada a unos 3 km al norte de Montejaque y a una altura de 593 metros. El sistema se desarrolla en un total de 7.818 m y un desnivel de 219 m, con un recorrido principal de 4.500 m en dirección norte-sur hasta la boca sur de la Cueva del Gato a una altura de 423 metros, justo en el río Guadiaro. La belleza y dificultad de su prospección han atraído a espeleólogos y a amantes de los deportes de aventura de todo el mundo.

Otras cuevas dentro del municipio de Benaoján son la Cueva de la Higuera y la Cueva de los Alfaques. Esta última se ubica en las últimas estribaciones nororientales de la Sierra del Palo y ella destaca su gran boca de entrada con una anchura de más de 20 metros, tras una galería de 30 metros se accede a una gran sala de cuyo techo parte una chimenea a una serie de pequeñas galerías.

Rutas de Senderismo por Benaoján

Para conocer más allá de las cuevas, Benaoján te ofrece distintas rutas de senderismo por las diferentes zonas del municipio, aunque algunas de estas rutas te llevan a parar a estas cuevas. Ese es el caso de la Ruta Estación de Benaoján – Cueva del Gato que te lleva hasta la Cueva del Gato.

Dos de las rutas que pasan por el municipio de Benaoján, pertenecen a dos etapas de la Gran Senda de Málaga, la cual conecta municipios a través de senderos rurales.

Etapa 24, Ronda – Estación de Benaoján – Es un itinerario de 12,8 km que comienza en Ronda, bajando a la base del Puente Nuevo que se encuentra sobre el Tajo de Ronda. Buena parte del sendero discurre en paralelo al cauce del río Guadalevín-Guadiaro, donde, cerca de la Estación de Benaoján, podrás contemplar las aguas subterráneas que surgen del interior de la Cueva del Gato.

Etapa 25, Estación de Benaoján – Jimera de Libar – Una ruta de 9,3 km, de gran belleza que discurre entre encinas, quejigos, chopos y fresnos por un sendero paralelo a la línea férrea de Bobadilla a Algeciras y al río Guadiaro, en el que es habitual poder contemplar el descenso en kayak sobre sus aguas.

De esta última modalidad existe una ruta acuática que podrás realizar haciendo piragüismo, así como mediante otras modalidades. Una ruta que transcurre por el río Guadiaro, dentro del municipio de Benaoján y que va desde Estación de Benaoján hasta Estación de Jimera de Líbar. Podrás iniciar el recorrido en una pequeña presa conocida como Charco de la Barranca, en la Estación de Benaoján. A partir de este punto se suceden los rápidos, los obstáculos y estrechamientos del río, siempre rodeado por una vegetación de ribera exuberante, hasta llegar al Centro de Piragüismo “Vagones de Jimera”.

Otro deporte que destaca en Benaoján es la escalada, con multitud de lugares preparados para ello.


RONDA: ruta de los pueblos blancos de Andalucía

26 febrero, 2020 at 13:42

Pensar en Andalucía es llenarse de los colores de las buganvillas y gitanillas, del blanco de sus paredes encaladas, del azul profundo de sus mares bajo el sol. Así, la conocida como Ruta de los Pueblos Blancos nos lleva a recoger un sinfín de imágenes populares salidas del corazón mismo de Andalucía.

Esta ruta es una de las más conocidas y cada año, miles de viajeros se dispersan por los caminos andaluces haciendo su recorrido. Es una red de caminos que nos llevan a unos 20 municipios de las provincias de Cádiz y Málaga. Pueblos y ciudades que comparten esas casas con fachadas de blanca cal tan características en gran parte de la comunidad andaluza.

Nuestro siguiente punto a visitar es Ronda (Málaga), donde palacios, baños árabes, atalayas, teatros romanos e incluso cuevas primitivas te sumergirán en un viaje en el tiempo hacia el pasado de Andalucía.

Una ciudad dividida por un cañón natural, el Tajo que forma el río Guadalevín, y unida por un espectacular puente del siglo XVIII que atrae a viajeros y turistas desde todos los rincones del mundo. Un balcón que se asoma a la Serranía de Ronda, de trazado medieval y reminiscencias árabes, de ambiente romántico e historias de bandoleros. Por cierto, si quieres conocer cómo eran los bandoleros de la época,  puedes acercarte al Museo del Bandolero.

Si hablamos de monumentalidad posiblemente Ronda será uno de los puntos de este recorrido donde más puedas disfrutar. No es casualidad que su casco antiguo esté declarado Bien de Interés Cultural, y es que tras sus primeros habitantes neolíticos pasaron por aquí celtas, fenicios, romanos y árabes hasta que los Reyes Católicos la conquistaron en 1485.

La ubicación de Ronda, en un promontorio rocoso cortado por el Tajo, contó en sus orígenes con una importante función estratégica. Aún se pueden visitar diferentes paños de su muralla de época musulmana, donde destaca especialmente la Puerta de Almocábar, situada en el lado sur de la antigua medina y construida en el siglo XIII.

No te puedes perder visitar la Plaza de Toros de Ronda, una de las más antiguas de España y una de las más monumentales que existen.

Los Baños Árabes de Ronda

Los Baños Árabes de Ronda, de época nazarí (s. XIII-XIV), están situados en la zona de la antigua judería y, a pesar de su extraordinario interés arquitectónico, fueron abandonados (la moral cristiana no permitía ciertas prácticas), y las crecidas del río Guadalevín acabaron sepultándolos.

Su estado de conservación es sorprendente y podrás apreciar cómo este hammam sigue el modelo romano dividiendo sus estancias en aguas frías, templadas y calientes. Podrás ver perfectamente cómo se mantienen en pie sus bóvedas, sus arcos de ladrillo y sus columnas. Está considerado como uno de los más grandes y mejor conservados de la Península Ibérica.

Palacio del Marqués de Salvatierra

Localizado en el Conjunto Histórico de Ronda y próximo al Barrio de Padre Jesús, posee una espléndida fachada barroca en sillería de piedra con puerta adintelada, columnas corintias y un gran balcón de forja rondeña. La fachada se remata con un frontón quebrado que alberga figuras desnudas, de clara influencia indiana.

Las figuras masculinas se burlan y sacan sus lenguas; mientras las femeninas ocultan pudorosamente “sus partes”. Ambas soportan el dintel en el que se encuentra el escudo nobiliario de la familia que encabezara Vasco Martín de Salvatierra, continuo de los Reyes Católicos tras la conquista de Ronda.

El interior del Palacio representa la austeridad de la casa rondeña palaciega de los siglos XVII y XVIII.

Iglesia del Espíritu Santo

La Iglesia del Espíritu Santo fue erigida por los Reyes Católicos sobre la mezquita que había en el Arrabal Alto. Se consagró en conmemoración del día en que fue tomada la ciudad. El edificio presenta una gran homogeneidad en su construcción. La obra se debió hacer a finales del siglo XV y principios del XVI. Corresponde al estilo híbrido gótico-renacentista propio de la época.

El templo consta de una sola nave dividida en tres tramos cubiertos por bóvedas de crucería estrellada, muy tardía. La capilla mayor se abre por medio de un gran arco triunfal, de medio punto, sobre gruesos y elevados pilares embutidos en el muro. El frente del templo está ocupado por un retablo sobre el que existen tres escudos tallados en piedra: dos de ellos pertenecen a fray Bernardo de Manrique, en cuyo obispado se realizó la obra, y el otro es el escudo imperial de los Austrias.

Casa del Gigante

Situada en el centro histórico de Ronda, la Casa del Gigante es una casa señorial de origen árabe construida en el siglo XIIV, con capiteles reutilizados del XIII. La casa toma su nombre de los relieves en piedra, tal vez de origen ibérico, que decoraban las esquinas del edificio de los que tan solo queda uno, muy deteriorado. En el interior se conservan unas magníficas yeserías decoradas con motivos florales, algunas de las cuales debió de estar ricamente decorada por los restos de policromía que conservan.

La Casa del Gigante es una interesante muestra de construcción señorial en época musulmana en Ronda, única conservada en todo el reino nazarí si exceptuamos las de Granada o las de la Alcazaba malagueña.

No olvides consultar los horarios y tarifas.

Casa del rey Moro

La Casa del Rey Moro es un palacio del s. XVIII que alberga en su interior una mina de captación de agua, de origen árabe, declarada Bien de Interés Cultural. Se trata de una compleja obra islámica que desciende al fondo del Tajo donde discurre el Río Guadalevín. Se construyó aprovechando una grieta natural vertical donde se desarrolla una escalera tallada en la roca con más de 200 peldaños y que desciende en vertical unos cien metros. En su interior se localizan una serie de estancias, desde aljibes a habitaciones, que fueron utilizadas como polvorín y depósito de grano.

También son muy interesantes de ver sus valiosos jardines aterrazados, con presencia constante de agua en fuentes y canalillos, diseñados y construidos por el prestigioso arquitecto y paisajista Forestier. Se trata de un jardín en diferentes niveles, salvados por escalinatas decoradas con azulejos y jalonadas por fuentes y estanques cubiertos por nenúfares. No olvides consultar los horarios y tarifas.

Convento de Santo Domingo

Convento que fue de frailes dominicos, llamado en su fundación de San Pedro Mártir. En la escritura del fuero que concedieron los Reyes Católicos para el Regimiento y buen Gobierno de la ciudad de Ronda, a raíz de su conquista, y que aparece firmada en Córdoba el 25 de Julio de 1485, se puede leer una orden referida a la fundación de los dos Monasterios instituidos por Isabel y Fernando, el de San Francisco y el de Santo Domingo. Sabemos pues que la situación del Convento fue donde tuvo su real el conde de Benavente, que, según nos dice Moreti, se encontraba en las Huertas de los Molinos, debajo de los tajos del Mercadillo.

Actualmente se ha convertido en el Palacio de Congresos de Ronda, rehabilitado para el uso de pequeños o medianos Congresos, Simposios, Convenciones, Jornadas, Muestras y Exposiciones. Con unas magníficas instalaciones, y sobre las que se ha logrado conservar el sabor, la paz y la tranquilidad monacal que tuvo en su primitiva función.

Yacimiento arqueológico de Acinipo

El Yacimiento Arqueológico de Acinipo está situado a 21 kilómetros de Ronda, en una meseta con una altitud media de 980 metros sobre el nivel del mar, desde donde se contemplan unas amplísimas panorámicas de la comarca. Según Plinio y Ptolomeo, Acinipo pertenecía a la Beturia Céltica, pero en tiempos romanos se convirtió en una de las principales ciudades de la Bética.

De la antigua ciudad romana sólo se conserva el teatro, construido en el siglo I a.C sobre un desnivel del terreno, al modo griego, y de ahí que la cávea esté esculpida en la roca. En aceptable estado de conservación se encuentran buena parte de las gradas, la orquesta y el frente de la escena, realizada en sillería de granito sin argamasa. También se han encontrado restos de unas termas, de dos viviendas y del templo oficial, la basílica y los pórticos.


SETENIL DE LAS BODEGAS: ruta de los pueblos blancos de Andalucía

12 julio, 2019 at 12:42
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Pensar en Andalucía es llenarse de los colores de las buganvillas y gitanillas, del blanco de sus paredes encaladas, del azul profundo de sus mares bajo el sol. Así, la conocida como Ruta de los Pueblos Blancos nos lleva a recoger un sinfín de imágenes populares salidas del corazón mismo de Andalucía.

Esta ruta es una de las más conocidas y cada año, miles de viajeros se dispersan por los caminos andaluces haciendo su recorrido. Es una red de caminos que nos llevan a unos 20 municipios de las provincias de Cádiz y Málaga. Pueblos y ciudades que comparten esas casas con fachadas de blanca cal tan características en gran parte de la comunidad andaluza.

Nuestro siguiente punto a visitar es Setenil de las Bodegas (Cádiz), a 15 km de Ronda (Málaga) y cuyo centro está incrustado en la roca del tajo formado por el río Guadalporcún a su paso por la ciudad.

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Disfrutando de una situación privilegiada, en la serranía de Ronda, Setenil de las Bodegas es a primera vista, un bonito pueblo encalado, muy similar al resto de pueblos blancos de la zona, con sus bonitas calles y rincones para perderse. Pero, a medida que nos vamos acercando, su orografía comienza a desvelarnos que Setenil encierra algo que lo hace especial, diferente… y la curiosidad nos incita pronto a adentrarnos a descubrir qué es: ¡el pueblo parece haberse fusionado con las rocas!

Las casas, unas bajo la roca y otras sobre ella crean diferentes niveles de altura, creando rincones singulares y de gran encanto. A diferencia de otras edificaciones semi-troglodíticas desarrolladas en Andalucía, este tipo de vivienda, denominada «abrigo bajo rocas», no excava la piedra, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y desarrolla el habitáculo de forma longitudinal dentro de ella. Hasta hace poco, ahí vivían familias de clase social humilde, hoy son mesones, comercios, bares con sus terrazas o incluso casas rurales.

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Setenil de las Bodegas  ha sido nombrado como 2ª Maravilla Rural 2016 por Top Rural y pertenece a la Asociación de los Pueblos más bonitos de España. Su entramado urbano está declarado Conjunto Histórico.

Destacan dos zonas, las ‘cuevas de la sombra’, donde como su nombre indica, nunca da el sol y las ‘cuevas del sol’. En las cuevas del sol hay más bares y restaurantes, todos ellos de dos plantas y terracita. Es, sin duda, la zona más concurrida y animada de Setenil.

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En la parte más alta, en el centro neurálgico de la antigua fortaleza nazarí, nos encontramos la Torre del Homenaje, único ejemplo conservado del antiguo Alcázar y testigo silencioso de la unión de culturas. Impresionantes las vistas que se obtienen desde lo alto de Torre del Homenaje. ¡De alucinar!

Respecto con el Castillo de Setenil, decir que se trata de una fortaleza de origen medieval de los Siglos XIV y XV, que se construyó aprovechando las paredes verticales de la roca y ha resistido impasible al paso de los siglos, sobresaliendo en medio de la Serranía.

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En la calle Villa están la antigua Casa Consistorial, inmueble construido a principios del s. XVI de rico artesonado mudéjar, único en la provincia, y la Casa de la Damita de Setenil. Ésta es un interesante museo que hace un recorrido por la historia de la villa a través de elementos arqueológicos hallados durante las excavaciones llevadas a cabo en la localidad en 1997.

La pieza más significativa es La Damita de Setenil, una venus paleolítica que acredita la vida en las mencionadas cuevas desde la Prehistoria.

La imponente Iglesia parroquial de la Encarnación, detrás del castillo, es de estilo gótico tardío y su construcción comenzó en el s. XV sobre la mezquita mayor. Símbolo del triunfo sobre el pueblo musulmán, en su interior destaca el Retablo de la Anunciación, con escenas de la infancia de Cristo pintadas a finales del siglo XV.

La mejor época para visitar Setenil de las Bodegas es en primavera, con el verde intenso de la naturaleza que la rodea y el caudal que lleva el río Trejo, que la atraviesa formando un impresionante tajo a su paso. Además, evitaremos el calor agobiante que sufre la ciudad en verano y de que se llene de gente durante las vacaciones.

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OLVERA: ruta de los pueblos blancos de Andalucía

5 noviembre, 2018 at 13:57

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Pensar en Andalucía es llenarse de los colores de las buganvillas y gitanillas, del blanco de sus paredes encaladas, del azul profundo de sus mares bajo el sol. Así, la conocida como Ruta de los Pueblos Blancos nos lleva a recoger un sinfín de imágenes populares salidas del corazón mismo de Andalucía.

Esta ruta es una de las más conocidas y cada año, miles de viajeros se dispersan por los caminos andaluces haciendo su recorrido. Es una red de caminos que nos llevan a unos 20 municipios de las provincias de Cádiz y Málaga. Pueblos y ciudades que comparten esas casas con fachadas de blanca cal tan características en gran parte de la comunidad andaluza.

Nuestro siguiente punto a visitar es Olvera (Cádiz), localidad que está incluida en la comarca de la Sierra de Cádiz, y dentro del partido judicial de Arcos de la Frontera. Olvera obtiene el título de ciudad en el año 1877 concedido por Alfonso XII.

Este pueblo está considerado la puerta al Parque Natural de la Sierra de Grazalema y es uno de esos pueblos imprescindibles en la ruta de los pueblos Blancos de la sierra de Cádiz.

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Foto de Francesc Morera

Olvera vive sobre todo del olivo, del cual se ha creado la denominación de origen Sierra de Cádiz. Este bonito pueblo tiene una gran peculiaridad y es que por él transcurre la Vía Verde de la Sierra, la única ruta declarada de interés turístico en Andalucía.

Declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1.983, es la segunda declaración de la demarcación de los Pueblos Blancos después de Arcos de la Frontera.

El casco histórico de Olvera es un bello entramado de calles, edificios y plazas, enclavado en un risco, y con un aire medieval que recuerda su época árabe. Recomendamos el paseo por la Calle Llana en dirección a la plaza de la Iglesia.

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El Barrio de la Villa se asienta sobre lo que era el primitivo casco de la ciudad antigua. En su trazado laberíntico y jalonado de lienzos de muralla se abren paso la Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora de la Encarnación y el castillo, fortaleza musulmana del s. XII que aún conserva muros, torreones y la Torre del Homenaje.

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Donde se eleva el castillo, el popular Paseo de Ronda y un espectacular subterráneo nos llevan a lo alto de su torre del homenaje donde las vistas son, simplemente, espectaculares. Por el pueblo hay varios miradores, como el del Sagrado Corazón de Jesús, que os dará la sensación de que tanto iglesia como castillo flotan sobre una nube blanca de preciosas casas encaladas.

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Ya en las afueras encontramos el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios y el Convento de Caños Santos.

Una visita al Museo “Olvera. La Frontera y los Castillos», ubicado en el magnífico edificio de la Casa de la Cilla, permitirá al visitante conocer el importante papel que jugó la serranía gaditana como frontera en el reino nazarí.

Origen e historia de Olvera

Por su situación estratégica fronteriza, Olvera ha sido desde la Prehistoria lugar elegido para los asentamientos humanos. Los restos arqueológicos hallados en el casco urbano y en los alrededores (Sierra de Líjar) así lo atestiguan.

Su historia se presenta llena de incógnitas e interrogantes, siendo para algunos la Hippa o Hippo Nova que Plinio menciona en su “Historia” y para otros una mansión romana, Ilipula Minor, en el itinerario de Cádiz a Córdoba. Se carece de otras noticias de las épocas romana y visigoda y ya en las crónicas musulmanas aparece como un enlace fronterizo en la zona avanzada del poder musulmán en la serranía (Wubira o Uriwila).

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Su origen se dio en torno a la Fortaleza construida en el siglo XII, y a partir de su ubicación, y siguiendo la pendiente, fueron construyendo la villa, un entramado irregular en el que hoy día atesora desde históricos caseríos y viviendas solariegas, a rincones, callejones y castillos con encanto. Conserva aún los restos de su recinto amurallado que protegían todo este Conjunto Histórico-Artístico, desde las cuales se contemplan vistas sin igual de nuestra Comarca.

La fortaleza de Olvera será ocupada por primera vez en 1327 por las tropas del rey Alfonso XI. Ocupada la villa, los cristianos organizan su asentamiento, lo que se lleva a cabo mediante la “Carta de Población” otorgada el 1 de agosto de ese mismo año (1327).

En el año 1407 el señorío de Olvera pasará a formar parte de las posesiones de los Stúñiga (o Zúñiga). Posteriormente es vendida a los Téllez Girón que, convertidos más adelante en los Duques de Osuna, serán los señores de la villa hasta el siglo XIX.

Olvera comienza el siglo XVIII con los problemas derivados de la ocupación francesa de la Península. Será sede de un destacamento de las tropas napoleónicas, que se verá constantemente hostigado por las partidas de guerrilleros que se organizan en el pueblo y sus alrededores hasta la retirada francesa en 1812. La centuria avanza y algunos de los episodios de gran trascendencia en la historia de España, tuvieron eco en Olvera, como la revolución de septiembre de 1868, conocida como “La Gloriosa”.

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