MOROS Y CRISTIANOS: fiestas y tradiciones

18 octubre, 2019 at 12:00

Las fiestas de Moros y Cristianos poseen una gran tradición y son muy antiguas, ya que se celebran desde finales del siglo XVI.

Principalmente se celebran en el Levante español, teniendo su epicentro en la provincia de Alicante y sur de la provincia de Valencia donde están las ciudades en las que se celebran las fiestas más masivas y multitudinarias, tales como Albaida, Alcoy, Almoradí, Villajoyosa, etc.

Día de los músicos; Himno de fiestas (Alcoy)

También se celebran en la Región de Murcia, la provincia de Albacete, el este de Andalucía y algunas otras zonas limítrofes con la Comunidad Valenciana. Según cada región o localidad, existen muchas variantes de esta celebración, ya que cada una, en consonancia con su propia historia, añade elementos diferenciadores a la estructura común de las fiestas.

Según la tradición, estas fiestas conmemoran las batallas que se libraron durante la Reconquista, durante la cual los reinos hispánicos cristianos retomaron los dominios ocupados por los musulmanes. Se conmemora asimismo todo el período de rebeliones sarracenas, ataques de piratas berberiscos, y la expulsión de los moriscos, que tiene lugar en el siglo XVII.

Calles engalanadas como en la Edad Media, desfiles fastuosos, luchas incruentas y muy emocionantes… Así son las fiestas de los Moros y Cristianos: días repletos de magia, leyenda y espectáculo. La indumentaria, perfectamente ambientada, logra que se reviva con más intensidad uno de los episodios más relevantes de la historia española.

Por su espectacularidad, destacan las de la localidad de Alcoy y las de Villajoyosa, ambas declaradas de Interés Turístico Internacional.

Origen e Historia de las fiestas de Moros y Cristianos

Las fiestas de Moros y Cristianos poseen una gran tradición y son muy antiguas, ya que se celebran desde finales del siglo XVI. Conmemoran, recreando de una manera festiva, el enfrentamiento que hubo entre las tropas musulmanas y cristianas durante el siglo XIII por el dominio del territorio de España.

Se realizan en honor del santo patrón de la ciudad que, además, tiene un papel fundamental en la batalla ya que, gracias a su intervención súbita, la victoria cae a favor del bando cristiano, a pesar de la superioridad numérica de las tropas árabes.

Espectacular participación popular

El principio de las fiestas es un verdadero espectáculo al que merece la pena asistir: la entrada de los dos ejércitos en la ciudad. Desde primeras horas de la mañana, las calles, balcones y ventanas, se llenan de gente preparada para no perderse ni un solo detalle. Al son de la música y con todo boato y majestuosidad, las distintas agrupaciones que forman el bando moro y el bando cristiano irán desfilando, portando lujosos atuendos y rivalizando en suntuosidad. Suele ser uno de los actos más brillantes y multitudinarios, en algunos casos, como ocurre en Alcoy, desfilan más de 5.000 personas.

Otra parte de la celebración la constituyen las ceremonias religiosas que se realizan en honor al patrón de la ciudad. Sin embargo, en esta fiesta todavía le esperan momentos muy emocionantes, como la espectacular batalla final. Viene precedida de las llamadas «embajadas» en el castillo, en las que cada bando lee un texto intentando convencer al otro para que se rinda. El parlamento negociador no tendrá éxito y, entonces, se iniciará un combate simulado, en el que se llegarán a gastar miles de kilos de pólvora, que terminará con la victoria de los cristianos.

Con la finalización de la lucha, acabarán también los días de fiesta, llenos de alegría, color y fastuosidad.

Alcoy: la cuna de la fiesta

Los Moros y Cristianos de Alcoy (Alicante) son los más populares por su arraigo y espectacularidad, lo que los ha convertido en una fiesta de interés internacional.

Representa la batalla que tuvo lugar en 1276 entre los fieles del caudillo árabe Al Azraq, que intentaban asaltar la villa, y sus habitantes, que lucharon por defenderla. Se celebra desde el siglo XVI y rinde homenaje a su patrón San Jorge que, según cuenta la leyenda, apareció en plena batalla contribuyendo a la victoria de los cristianos.

A lo largo de varios días a principios de mayo se van sucediendo los diferentes homenajes y desfiles de ambos ejércitos. Normalmente se estima que la participación alcanza hasta 5.000 personas. En el tercer día se representa la lucha  y el asalto de las tropas musulmanas al castillo, seguido de la reconquista de la fortaleza por parte de los cristianos. El colofón final lo protagoniza San Jorge lanzando flechas desde la torre por la noche.

Villajoyosa: el desembarco de los piratas berberiscos

En esta celebración, también declarada de interés internacional, se rememora el ataque de los piratas berberiscos y la oposición de los habitantes de la villa.

Foto: Alex Domínguez

El evento más particular de esta fiesta de Moros y Cristianos es la recreación del combate naval y el consiguiente desembarco en la playa. Se trata de un magnífico espectáculo cargado de fuegos artificiales, tambores y luces, que deja a sus espectadores atónitos.

Cada año, los más curiosos tienen la oportunidad de establecer contacto directo con esta tradición durante varios días en la segunda quincena de julio. Otra localidad que ha conseguido que su fiesta de Moros y Cristianos obtenga el reconocimiento de interés internacionales Caravaca de la Cruz (Murcia), la única localidad no valenciana en conseguirlo. Este reconocimiento se debe a su celebración de Los Caballos del Vino de Caravaca.

.

LA FERIA DE SEVILLA: fiestas y tradiciones

21 junio, 2018 at 11:24

feria-de-sevilla-10

La Feria de Abril o Feria de Sevilla es una fiesta de primavera que se celebra anualmente en la ciudad de Sevilla (Andalucía), en la que el público se reúne en un gran recinto denominado Real de la Feria, y en el que destacan los trajes de flamenca, las casetas, la manzanilla, los farolillos y los coches de caballo.

La Feria de Abril es una de las fiestas más internacionales y populares de España.

Se celebra una o dos semanas después​ de la Semana Santa y coincide con los toros en la plaza de la Maestranza. La feria comienza el sábado a las doce de la noche con la popular prueba del alumbrado, con el encendido de su portada de miles de bombillas y farolillos que la convierten  en un ascua de luz, y tras unos interminables días de contento, lujo y señorío, caballistas, amazonas, paseos de caballo y deslumbrantes carruajes, finaliza oficialmente el sábado siguiente a las doce de la noche con un espectáculo de fuegos artificiales a la orilla del Río Guadalquivir.

feria-de-sevilla-5

La Feria es como una pequeña y engalanada ciudad. Un mundo efímero donde las casas son casetas, la iluminación se consigue con farolillos y todas las calles tienen nombres de legendarios toreros.

El suelo de las calles está recubierto de albero, tierra de color amarillento, procedente de la localidad vecina de Alcalá de Guadaira. Ésta es la arena utilizada tradicionalmente en los jardines de Sevilla y en las plazas de toros.

feria-de-sevilla-albero

La Feria se ilumina a lo largo de sus calles con millares de bombillas cubiertas de “farolillos” (especie de mamparas esféricas de papel plegado).

Tiene un gran impacto económico y social en la ciudad y está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Origen e Historia de la Feria de Abril

La Feria, tal como la entendemos hoy, fue creada por iniciativa de dos concejales que solicitaron al Pleno la recuperación de las ferias de Sevilla, una en abril y otra en septiembre. Lo de recuperar tenía todo el sentido ya que el permiso para celebrar ambas lo otorgó Alfonso X el Sabio en 1254, seis años después de que su padre conquistara Sevilla. Los concejales fueron dos sevillanos de adopción: José María Ybarra (vasco) y Narciso Bonaplata (catalán).

feria-de-sevilla-origen

Don José María Ibarra nació en Bilbao y Don Narciso Bonaplata en Barcelona, pero ambos pasaron en Sevilla sus últimos días, y, a mediados del siglo XIX, celebraron por primera vez la famosa feria de la ciudad, que hoy acoge a miles de turistas y que sabe a jamón, a tortilla de patatas, a “pescaíto frito” y gambas y a esa Manzanilla de Jerez, a menudo mezclado con gaseosa que da lugar al afamado ‘rebujito’.

Corría el año 1846 e Ibarra y Bonaplata, durante su concejalía, decidieron organizar una feria que duraría tres días, cuyo objetivo era la exposición y compra venta de ganado. Y un año después, con el beneplácito de la Reina Isabel II, esta reunión de naturaleza mercantil tuvo lugar en el Prado de San Sebastián el 18 de abril de 1847.

feria-de-sevilla-origen-2

Así nació la primera Feria de los tiempos modernos con 19 casetas y con un éxito tal de público y de negocio que, ya al año siguiente, los encargados de organizar la venta de ganado se dirigían al Municipio para pedirle una mayor presencia de agentes de la autoridad porque “los sevillanos y sevillanas, con sus cantes y bailes, dificultaban la realización de los tratos”.

Lo que comenzó como un evento puramente comercial, con el paso de los años el pueblo de Sevilla ha ido haciéndolo suyo hasta llegar en el presente a considerarse como una de las más singulares expresiones de color y alegría donde el sevillano y aquellos que nos visitan disfrutan de la fiesta durante 6 días cada año.

Noche del “alumbrao”

feria-de-sevilla-alumbrao-2

La Feria de Abril de Sevilla comienza la noche del “alumbrao”, momento inaugural en el que se encienden las luces del recinto ferial. Hay personas en Sevilla que viven la «noche del alumbrao» como si se tratase de la «noche de fin de año».

También esta noche se degusta el tradicional “pescaíto frito” en las casetas.

Otro de los grandes elementos distintivos de la Feria de Abril es el arco que hace de entrada al recinto, la portada, que cada año presenta un diseño diferente para conmemorar algún evento vinculado con la ciudad. El encendido de la portada supone en cierto modo un año más, un nuevo año cargado de ilusiones y emociones que se desarrollan de forma fulgurante en esa semana. Algo así como si la vida estuviera concentrada en una semana.

Las casetas de la Feria de Sevilla

feria-de-sevilla-casetas

Las casetas son el lugar donde se vive la feria. Formadas por varios socios, son entendidas como un espacio familiar en el que agasajar a amigos, parientes e invitados con los productos típicos de la tierra.

En las casetas, sencilla y bellamente engalanadas, no falta el Fino de Jerez o la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, el jamón, las gambas, el baile, las sevillanas, las palmas, la guitarra y también, por qué no, la gaita y el tamboril rociero,… y  nunca, nunca  debe faltar «ese caldo del puchero» con un chorreón de fino, capaz de hacernos sentir como nuevos…

feria-de-sevilla-carruaje-2

Este ambiente cálido y festivo se traslada también al exterior: la gente suele bailar en la calle y el carácter abierto de los sevillanos invita a unirse a la celebración a todo el que pasa.

Conviene que tenga en cuenta que la mayoría de las casetas son privadas y que se accede por invitación de algún socio o conocido. Aunque también las hay públicas y de acceso libre. En la oficina de información situada en la entrada de la feria le indicarán cuáles son.

.


FESTIVAL PATIOS DE CÓRDOBA: fiestas y tradiciones

2 mayo, 2016 at 17:09

patios-de-cordoba-3

El Festival de los Patios de Córdoba (Andalucía), es posiblemente la más elegante de todas las fiestas populares andaluzas. Es un concurso para ver quién tiene los patios más bellos.

Es una tradición única en el mundo basada en las características de la forma de vida cordobesa, en casas con patios y balcones ajardinados, en los que el elemento decorativo son las flores.

patios-de-cordoba

Foto de Angel Gimeno Pastor

Tiene lugar durante la dos primeras semana de mayo, donde en plena época de floración, la intimidad de los patios cordobeses se abre para el visitante. La ciudad de Córdoba abre las puertas en torno a 40 patios, más los que nos podamos encontrar en diferentes municipios de la provincia.

Este concurso de Patios se viene celebrando desde el año 1921, en el que los propietarios de estos patios engalanan sus viviendas con ahínco para conseguir el prestigioso galardón ofertado por el Ayuntamiento de Córdoba.

Paralelamente se celebra un festival con numerosas actuaciones folclóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra. Todo esto acompañado del vino Montilla-Moriles, fino de la tierra con tapas típicas.

patios-de-cordoba-vino-Montilla-Moriles-2

Estas casas privadas están repartidas por más de 600 calles, callejas y callejones, que dibujan el casco histórico más grande de Europa, y que hoy es Patrimonio de la Humanidad.

El barrio más característico es el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, aunque también los encontramos por el barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo y la Magdalena. En el entorno de la Mezquita Catedral, el barrio de la judería presenta también ejemplos de gran belleza y antigüedad. El exponente más bello lo encontramos en el Palacio de Viana, que ofrece doce patios diferentes.

Historia

Debido a la climatología seca y calurosa de Córdoba, los habitantes de la ciudad, primero los romanos y más tarde los musulmanes, adaptaron la tipología de casa popular a las necesidades, centrando la vivienda en torno a un patio, que normalmente tenía una fuente en el centro y en muchas ocasiones un pozo que recogía el agua de lluvia.

patios-de-cordoba-2

Los musulmanes readaptaron este esquema dando entrada a la vivienda desde la calle a través de un zaguán (sala o pieza de una casa inmediata a la puerta principal de entrada: recibidor) y colocando vegetación abundante para aumentar la sensación de frescor.

patios-de-cordoba-7

Tipos de Patios

Existen dos tipos claros de patios: Un primero de casa unifamiliar donde las estancias se distribuyen alrededor de este. Suele estar enclaustrado y el suelo es enlosado o de mosaico empedrado.

Un segundo, de casa de vecinos, hoy en día menos populares, desde donde se accede a las viviendas. Suele tener dos plantas, con lo que el patio se enriquece con balcones corridos, escalera y tejadillo. Los suelos suelen ser empedrados. Es frecuente el pozo en lugar de la fuente y lavadero común.

patios-de-cordoba-casa-patio-vecinos

Visita y Horarios

La visita a los Patios de Córdoba es libre y gratuita. No se necesitan pases especiales ni reservas de ningún tipo.

Cualquier persona o grupo que lo desee puede pasear por la ciudad y visitarlos del 2 al 15 de mayo ambos incluidos, en horario de 11:00 a 14:00 h y de 18:00 a 22:00 horas.

Parte de los patios fuera de concurso tienen un horario especial y/o restringido especificado en las fichas de descripción de cada patio accesibles a través del mapa interactivo.

PALACIO DE VIANA

patios-de-cordoba-palacio-de-viana

El Palacio de Viana, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y Jardín Artístico, es uno de los principales atractivos turísticos de Córdoba. La singularidad que le confieren sus 12 patios hace que se le conozca como el Museo de los Patios.

Consulta los Horarios de museos y monumentos.

Concurso Popular de Cruces de Mayo de Córdoba

En Córdoba el mes de Mayo es el mes por excelencia, al coincidir en la ciudad eventos tan atractivos para el visitante como Los Patios, las Cruces y la feria.

cruces-de-mayo-cordoba

Previo al concurso de los Patios, el concurso de las Cruces de Mayo, está considerado el punto de partida de las fiestas que coinciden en este mes.

La cruces se levantan llenas de flores en plazas, pasajes y recintos abiertos de la ciudad, adornados con mantones de manila y colchas multicolores. La ciudad de Granada también celebra esta festividad, una de sus tradiciones más coloridas.

El recorrido de las cruces se suele hacer de noche, cuando la ciudad se torna mágica, acompañado por el vino, bailes y canciones.

Tras la Batalla de las Flores tiene lugar el concurso de cruces, con especial intensidad en los barrios de San Basilio, San Andrés y San Agustín.

Batalla-de-las-flores-2

A finales de Mayo la Feria de Nuestra Señora de la Salud es el colofón al mes más florido y alegre de Córdoba.

.


LAS FALLAS: fiestas y tradiciones

14 septiembre, 2014 at 19:55

fallas de valencia

Las Fallas (Falles en valenciano) son unas fiestas que se celebran del 15 al 19 de marzo, con una tradición arraigada en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana. Oficialmente empiezan el último domingo de febrero con el acto de la Crida (en valenciano; pregón, en castellano).

crida-fallas-valencia

El origen de la fiesta de las Fallas se remonta a la antigua tradición de los carpinteros de la ciudad, que en vísperas de la fiesta de su patrón San José, quemaban frente a sus talleres, en las calles y plazas públicas, los trastos viejos e inservibles junto con los artilugios de madera que empleaban para elevar los candiles que les iluminaban mientras trabajaban en los meses de invierno. Por ese motivo, el día de la cremà (momento en el que arden los monumentos falleros) siempre coincide con el día 19, Festividad de San José.

origen de las fallas

En el siglo XVIII, las Fallas se reducían a piras de materiales combustibles que recibían el nombre de Fallas y quemaban al anochecer de la víspera de San José.

Estas Fallas fueron evolucionando y cargándose de sentido crítico e irónico, mostrándose sobre todo en los monumentos falleros escenas que reproducían hechos sociales censurables y crítica social siempre con sentido del humor.

Sobre 1870 se persiguió duramente los festejos populares como el Carnaval y las Fallas. Esta presión provocó que en 1885 surgiera un movimiento en defensa de las tradiciones típicas, otorgando la revista «La Traca» premios a los mejores monumentos falleros. Este hecho provocó la competición entre los vecinos y dio lugar al nacimiento de la falla artística, donde no desaparecía la crítica, pero predominaba la preocupación estética.

En 1901, el propio Ayuntamiento de Valencia, otorgó los primeros premios municipales a las mejores Fallas. Este fue el comienzo de la unión entre el pueblo y el poder político, evolucionando con pasos agigantados esta fiesta popular en número, estructura y organización.

Actualmente, esta festividad se ha convertido en un atractivo turístico muy importante, ya que están catalogadas como fiesta de Interés Turístico Internacional. Estas fiestas también son llamadas fiestas josefinas o festes de Sant Josep (en valenciano), ya que se celebran en honor a San José, patrón de los carpinteros.

Las Fallas son la fiesta más internacional de Valencia. En un concurso de arte, ingenio y buen gusto, la semana del 19 de marzo la ciudad se llena de gigantescos monumentos de cartón, los ninots.

los ninots

Aunque los actos más importantes se celebran durante la semana del 19, Valencia prepara el ambiente festivo desde el 1 de marzo con las mascletás, las exhibiciones pirotécnicas que tienen lugar todos los días a las 14.00 horas en la Plaza del Ayuntamiento. Por fin, llega la noche del 15 de marzo, cuando se produce la tradicional plantà de fallas. Se trabaja durante toda la noche para instalar más de 700 figuras en las calles y plazas de la ciudad. Algunas incluso se empiezan a montar días antes, ya que estas enormes estatuas pueden alcanzar hasta los 20 metros de altura. La mañana del 16, Valencia amanece habitada por caricaturas y representaciones satíricas que, con gran sentido del humor, critican a políticos, personajes famosos y los acontecimientos más relevantes de la actualidad.

mascletas-fallas

Se puede disfrutar de estas impresionantes escenas durante las siguientes jornadas hasta que, en la noche del 19 al 20, se realiza la cremà, el momento en que arden en medio de un fascinante espectáculo de luz, música y fuegos artificiales. Se queman todas menos un ninot que, elegido por votación popular, se salva de las llamas para formar parte de la colección del Museo Fallero.

noche de la crema

Otro de los momentos más emocionantes de las Fallas es la ofrenda floral a la Virgen, cuando las comisiones falleras desfilan los días 17 y 18 de marzo y, en honor a la patrona, forman una montaña de flores de 14 metros de altura. Verbenas, cabalgatas, corridas de toros, concursos y otros actos lúdicos completan el programa de estos festejos.

Ofrenda_a_la_Virgen_en_Fallas

El traje de fallera

La indumentaria de las falleras es algo que llama poderosamente la atención a los turistas por su ostentosidad y belleza. Los actuales trajes de fallera, llamados más correctamente trajes de valenciana, están basados en la forma de vestir de las mujeres de Valencia en los siglos XVIII y XIX. Ahora bien, aunque hay falleras que buscan la máxima rigurosidad histórica, otras visten con un estilo más personal que alejan sus trajes de cómo vestían las valencianas de los siglos comentados.

el traje de falleras

Empezando por los pies, la fallera se viste con zapatos forrados con tela, generalmente, la misma del traje. Las piernas las cubren con medias de seda o algodón, caladas y bordadas con motivos diversos. Encima, las enaguas, que es ropa interior que se coloca debajo de la falda; normalmente, a esta prenda se le añade un ahuecador para que la falda tenga más volumen. El tejido de la falda puede ser de seda, algodón o rayón, estampado con flores y otros motivos vegetales. Encima se coloca el delantal, que está bordado en hilo de oro o plata formando llamativos dibujos.

En cuanto a la parte superior del traje, la pieza de ropa interior es la camisa o chambra, ya que hasta principios del siglo XX no se comenzó a utilizar ropa interior como la que conocemos actualmente. Encima de ella se coloca el corpiño, que suele confeccionarse con la misma tela que la falda. Existen dos estilos diferenciados: el del siglo XVIII y el del siglo XIX.

Pasando al peinado, nos encontramos las peinetas clavadas en los moños, que son piezas de orfebrería realizadas normalmente en latón con baño de oro o plata. En el peinado también podemos ver parte del aderezo, en concreto los pinchos y las horquillas, que sujetan tanto el moño de atrás como los rodetes (pequeños moños encima de las orejas); el resto lo forman la joia (que se pone en el escote para sujetar la manteleta), el collar y los pendientes.

peinado de las falleras

.


GRAZALEMA: ruta de los pueblos blancos de Andalucía

25 agosto, 2016 at 20:18

Grazalema-3

Pensar en Andalucía es llenarse de los colores de las buganvillas y gitanillas, del blanco de sus paredes encaladas, del azul profundo de sus mares bajo el sol. Así, la conocida como Ruta de los Pueblos Blancos nos lleva a recoger un sinfín de imágenes populares salidas del corazón mismo de Andalucía.

Esta ruta es una de las más conocidas y cada año, miles de viajeros se dispersan por los caminos andaluces haciendo su recorrido. Es una red de caminos que nos llevan a unos 20 municipios de las provincias de Cádiz y Málaga. Pueblos y ciudades que comparten esas casas con fachadas de blanca cal tan características en gran parte de la comunidad andaluza.

Nuestra siguiente parada es Grazalema, precioso pueblo del noreste de la provincia de Cádiz, enclavado entre las hermosas montañas de la Sierra de Grazalema y con una población cercana a los 2.500 habitantes entre el pueblo y los alrededores. Se encuentra en una zona para las amantes de la naturaleza y los aficionados a deportes al aire libre. Grazalema es una de las visitas imprescindibles dentro de la ruta de los Pueblos Blancos de Andalucía.

Grazalema

Origen e historia

Los verdaderos orígenes de Grazalema todavía son en gran parte desconocidos, envueltos en la noche de los tiempos. Pero la villa romana de Lacidulia, situada cerca del actual pueblo, ha sido tradicionalmente considerado el antepasado de Grazalema.

Grazalema-calles-3

Lo que es cierto es que durante el siglo VIII la zona estaba poblada por los bereberes, población originaria del norte de África que dieron el nombre de “Raisa lami suli” a la zona urbana. Más tarde fue llamado Bensalama o “hijo de Zulema” y posteriormente varió a “Grand Zulema” que durante la época de la Reconquista en 1485 era conocido como “Zagrazalema”.

Grazalema-historia-2

Ya en el siglo XVII Grazalema se hizo famoso por su industria textil, por la fabricación de mantas y tejidos de lana. El valle que se encuentra a los pies del pueblo, conocido como La Ribera, era una zona importante con molinos de agua donde se procesaba la lana para la industria textil. Otros molinos del mismo valle presionaban las aceitunas para extraer el preciado aceite (almacenas) o molían el trigo para obtener harina. Por desgracia, muchos, si bien no todos, de aquellos molinos están ahora en ruinas, abandonados o transformados en casas de veraneo, y han perdido su maquinaria.

Hoy en día todavía se pueden comprar productos de lana de primerísima calidad fabricados al modo tradicional e incluso visitar el Museo de la Fábrica Artesanal de Mantas de Grazalema y poder ver productos fabricados con pura lana del lugar.

El pueblo y sus calles

Grazalema-calles.jpeg

Si nos adentramos en el casco urbano, se puede observar la estructura típica de un pueblo árabe que se ha mantenido a lo largo de los siglos: calles estrechas y empedradas, fachadas de cal blancas, tejados a dos aguas y hermosas plazoletas soleadas, junto a calles impolutas hacen de este hermoso pueblo un referente de la arquitectura popular andaluza, por su cuidado urbanismo.

Cabe destacar las casas nobles que son huella de la época de máximo esplendor por el que atravesó la villa en el sigloXVIII.

Durante este siglo y mediados del XIX Grazalema fue conocida en la provincia como «Cádiz el Chico», debido a la importancia económica y social que tenía la población, llegando a alcanzar los 9.000 habitantes, el mayor número de pobladores de toda su historia en torno a la industria de las mantas de Grazalema.

Fiestas de Grazalema

Grazalema-fiestas

Grazalema  ofrece a lo largo del año numerosas fiestas populares, arraigadas desde hace siglos. Destacan con nombres propios las Fiestas del Carmen que se celebran a mediados de julio, la Feria en agosto y la recreación histórica en torno a la figura del bandolero José María «El Tempranillo» en el tercer fin de semana de octubre.

.