CATEDRAL DE ALMERÍA: catedrales de España que merece la pena visitar

27 junio, 2023 at 8:14

La Catedral de Almería, dedicada a Nuestra Señora de la Encarnación y sede episcopal de la diócesis de Almería, se encuentra en la denominada Plaza de la Catedral, en pleno casco antiguo de la ciudad.

Es una de las manifestaciones artísticas y culturales más destacadas de Andalucía y de España, ya que es la única Catedral-fortaleza del siglo XVI. Está declarada Bien de Interés Cultural, y Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional.

Te recomendamos que mires bien los horarios y tarifas para visitar la catedral así como la posibilidad de poder comprar tu entrada con anterioridad y no hacer colas.

Origen e Historia de la catedral

Fue construida tanto para el culto como para la defensa ante los ataques de piratas berberiscos en la ciudad. Tras una primera construcción sobre la antigua Mezquita Mayor, se comenzó en 1524 después del terremoto que hubo dos años antes. Se proyectó su primer trazado por Diego de Siloé y se continuó por Juan de Orea.

Decoración de la catedral

En la catedral la decoración exterior se concentra en sus dos fachadas renacentistas, realizadas por Juan de Orea: la portada principal, en la que podemos ver el escudo de Carlos I de España y V de Alemania, y la portada de Los Perdones, en la que aparece el escudo de Felipe II.

En el siglo XVI se proyectan también el Altar Mayor, el Coro y la Sacristía, de carácter renacentistas, siendo de finales del gótico la capilla del Cristo de la Escucha, donde se halla el sepulcro de Fray Diego Fernández de VillaIán.

Renacentistas son también las capillas de San Indalecio y la de la Virgen de la Piedad.

En el muro exterior de la catedral, en un lateral, nos encontraremos uno de los símbolos de la ciudad de Almería, el Sol de Puertocarrero. Se trata de una escultura en bajorrelieve donde hay representado un sol con cara humana y adornado con guirnaldas.

Su interior es de planta de salón de tres naves con cuatro tramos. Su estructura es de estilo gótico tardío al igual que sus cubiertas de bóveda estrellada. Tiene dos crujías en su lado sur. En una se aloja la sacristía, rematándose con un cubo adaptado para la Sala Capitular. En la otra crujía se abre el claustro.

No te lo puedes perder

Destacan la Sacristía y la Sillería del Coro, ambas fueron obra de Juan de Orea en estilo renacentista.

También sobresale el trascoro y el Claustro, que se realizaron a finales del siglo XVIII en estilo neoclásico. El encargado de construir el claustro fue J. Antonio Munar después de morir Ventura Rodríguez (autor del trascoro y del tabernáculo). Está considerado el mejor en estilo neoclásico de todas las catedrales de España.

El Altar Mayor se remodeló en el siglo XVIII. Lo preside el tabernáculo o templete. En su frontal destacan a modo de retablo pinturas de la vida de la Virgen, y dos relieves del siglo XVI en el centro: La Anunciación y El Calvario de Cristo.

Detrás del Altar Mayor se encuentra la girola, a través de la cual se puede acceder a tres capillas, que se corresponden exteriormente con tres torres o baluartes.

Las capillas más destacadas se encuentran en la girola de la Catedral, concretamente detrás del Altar Mayor: la de San Indalecio, El Cristo de la Escucha y la Virgen de la Piedad.

La torre campanario está en el lado noroeste del templo. Es una torre sencilla y robusta de planta cuadrada, que alberga en su interior una escalera de caracol. Se comenzó a construir en el siglo XVI y se finalizó en 1622 por el cantero Mancio Infante. El cuerpo de campanas mantiene la misma sencillez decorativa y se corona por una espadaña de 1780.


CATEDRAL DE PLASENCIA: catedrales de España que merece la pena visitar

17 abril, 2020 at 14:18

La catedral de Plasencia (Cáceres) está formada por dos edificaciones: la vieja, antigua o de “Santa María” y la nueva, dedicada a la Asunción a los Cielos de Nuestra Señora.

Ambas edificaciones, la Catedral Nueva y la Catedral Vieja o de Santa María, forman el conjunto arquitectónico y artístico más relevante de la ciudad. Las dos están incompletas. La primera tiene cabecera y crucero, faltándole las naves del cuerpo y el hastial o fachada de los pies de la iglesia. La segunda carece de cabecera y crucero, que fueron derribadas para construir la Nueva. Exteriormente una fractura plástica, no muy convincente, une las dos catedrales. El conjunto goza de una diversidad de espacios, de fachadas, de figuras,… que produce las delicias del visitante. La Catedral Nueva es más espaciosa, lujosa y moderna que la Antigua, que es más austera y primitiva; también más intima y misteriosa.

La Antigua Catedral está declarada como Bien de Interés Cultural y cuenta con la protección de ser patrimonio histórico de España. Previamente a esta categorización, fue considerada como Monumento histórico-artístico y pertenecía al Tesoro Artístico Nacional, en el año 1931.

Origen e Historia de la catedral de Plasencia

El rey castellano Alfonso VIII fundó la ciudad de Plasencia en el año 1189. Quiso crear un importante núcleo de población que hiciese frente a los musulmanes, situados al sur, y que limitase el territorio al rey cristiano de León que reconquistaba las regiones del oeste peninsular.

Unida a la fundación de la ciudad surge la creación de la Sede Episcopal de Plasencia. Administraría una amplia Diócesis que hoy comprende desde las tierras de Béjar hasta las de Trujillo. Las catedrales de Plasencia serán símbolo de la religiosidad que ha tenido históricamente este pueblo y de la   importancia de la organización eclesiástica en estas tierras.

La Catedral Vieja de Plasencia

La catedral vieja o antigua de Plasencia, actual Museo Catedralicio de Plasencia, es un edificio que supone un ejemplo interesante de transición del románico al gótico y constituye una de las edificaciones más notables de la localidad.

Al románico pertenecen los fustes y los capiteles de sus columnas; al gótico, sus arcos y ventanales, descubiertos éstos con motivo de su restauración.

Su construcción comenzó a principios del siglo XIII y las últimas aportaciones protogóticas se dieron en el siglo XV. Durante estos siglos las obras corrieron a cargo de maestros como Juan Francés, Juan Pérez o Diego Díaz. En 1931 se incluyó en la lista de Monumentos Nacionales en el conjunto de Bienes de interés cultural.

Cabe destacar la Torre del Melón, antigua Sala Capitular, que sigue el modelo de torres linterna del grupo de cimborrios leoneses.

En el muro que separa las dos Catedrales, se ha colocado un retablo barroco que se utilizaba para hacer la exposición del Santísimo el día del Jueves Santo. Es de estilo barroco portugués y se pueden admirar altos relieves relativos a la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Coronado todo el retablo, el jarrón y las azucenas, símbolo de la Virgen, a quien estaría dedicado este retablo.

En la hornacina principal se ha colocado un cristo de marfil (finales del s.XVIII) que según Mélida, dice que “fue regalado por la reina María Luisa al obispo D. José Laso”. De factura italianizante, el crucificado aparece con la cabeza levantada. La cruz es de madrea fina con cantoneras y cartela de plata.

La nave de la epístola está dedicada a la Virgen de los Dolores, imagen de ejecución reciente (1959), y la del evangelio al venerado Cristo de los Doctores, imagen gótica primitiva. Ambas esculturas son cobijadas por retablos barrocos.

CLAUSTRO

Corresponde al estilo y época de la catedral antigua: reminiscencias del románico en sus columnas y capiteles, con escenas bíblicas y gótico en los arcos y bóvedas de crucería. Es un bello claustro rectangular, de inspiración cisterciense, que sirve de unión entre ambas catedrales. En su centro se levanta una fuente gótica (s.XV), con armas del Obispo y Cardenal D. Juan de Carvajal.

Si el visitante se detiene en el ala este del claustro podrá observar la unión de las dos catedrales. Los muros de la Catedral Nueva avanzaban en su construcción derribando y utilizando las piedras de la Catedral antigua para consolidar sus muros.

CAPILLA DE SAN PABLO

Desde el claustro se puede acceder a una de las sorpresas más agradables de este edificio religioso: la capilla de San Pablo, antigua sala capitular de la Catedral y conocida popularmente como “la torre del Melón”, llamada así por culminar en su exterior con una bola gallonada, remate parecido a un melón abierto. La parte exterior de esta torre está recubierta de escamas de cantería de clara inspiración bizantina. Su interior es de forma cuadrada con cúpula octogonal.

Su configuración recuerda los cimborrios de la Catedral de Zamora, Colegiata de Toro y a la Torre del Gallo de la Catedral de Salamanca.

PORTADA OCCIDENTAL

Esta puerta es un ejemplo depurado del románico final, con arco de medio punto y seis arquivoltas que descansan sobre columnas románicas y capiteles con formas zoomórficas y vegetales. Las jambas terminan en punta de diamante. Encima del arco, en sencilla hornacina, se contempla un grupo escultórico, tallado en piedra, de la Anunciación de nuestra Señora, que aparece también, sobre el espléndido rosetón en pequeña imagen y ante ella un ángel orante.

La Catedral Nueva de Plasencia

Comenzó a construirse en el año 1498 y continuada a lo largo del siglo XVI dentro del estilo gótico-renacentista.

Fue construida con aportaciones de arquitectos tales como Juan de Álava, Alonso de Covarrubias, Francisco de Colonia, Rodrigo Gil de Hontañón y Diego de Siloé, entre otros. En sus orígenes, se pretendía que la nueva catedral sustituyese a la antigua. Sin embargo, varios problemas fueron obstáculos para ello y se vieron obligados a paralizar sus obras en 1578. Mientras que la vieja, quedaba a medio derruir.

Resultan objeto de especial interés, dentro del nuevo edificio catedralicio, el coro, que sigue la línea de las sillerías de coro españolas del siglo XV, donde se muestran los sitiales de los Reyes Católicos, y la Cátedra del Obispo, que son obra del tallista Rodrigo Alemán. El retablo mayor, tallado por el imaginero Gregorio Fernández y su escuela vallisoletana, con pinturas de los madrileños Francisco Rizi, Luis Fernández y Mateo Gallardo.

Se trata del mayor templo de Extremadura y el que tiene más cantidad de ornamentación de la comunidad autónoma.

EL RETABLO DE LA CAPILLA MAYOR

Es un retablo barroco y está organizado en tres cuerpos y seis calles. En él se funden arquitectura, escultura y pintura con el fin de atraer a los fieles.

La parte escultórica es obra del maestro vallisoletano Gregorio Fernández. Desarrolla temas iconográficos propios de la Contrarreforma. En el banco del primer cuerpo talla temas de la Pasión, que recuerdan a los pasos procesionales que el autor realizó para la Semana Santa castellana.

En la calle central del segundo cuerpo está representado el momento en que la Virgen, patrona de la catedral, representada como Inmaculada, es elevada al cielo en medio de un coro de ángeles, mientras los apóstoles se agrupan en torno al sepulcro vacío. El grupo se concibe a la manera de un gran cuadro. Rompe el espacio, el marco natural, desbordándose con energía por el zócalo y los laterales. La contraposición de las miradas de los apóstoles, unas dirigidas al sepulcro y otras al cielo, conducen y guían las del espectador en un movimiento zigzagueante. El calvario centra las imágenes del tercer cuerpo. Desde el frontón, que corona el ático, el Padre Eterno domina todo el espacio catedralicio.

En cuanto a las pinturas destacan dos obras de Francisco de Rizzi: La Anunciación y la Adoración de los Pastores. En la primera, las líneas oblicuas descritas por el ángel y por María, los exquisitos contrastes de luz, el rico colorido y la factura suelta lo sitúan entre los más bellos cuadros de la pintura barroca. La Epifanía y la Circuncisión son obra de los pintores Luís Fernández y Mateo Gallardo respectivamente.

SEPULCRO DEL OBISPO PONCE DE LEÓN

En el presbiterio, al lado del Evangelio, se encuentra un sepulcro con la escultura orante del que fuera obispo de esta diócesis en el siglo XVI, Ponce de León; intelectual, amigo del rey Felipe II y, según la inscripción latina realizada en la parte de abajo, protector de pobres y de doncellas huérfanas. Las vestimentas y los símbolos episcopales están muy bien trabajados y esculpidos en el duro mármol, en la línea renacentista de constatar las atribuciones del personaje. En la nueva restauración la pintura de las pilastras han reforzado los marcos del sepulcro.

PORTADA DE LA SACRISTÍA

Frente al obispo Ponce de León está situada la puerta de la sacristía, realizada por Francisco de Colonia y Juan de Álava en estilo plateresco. Destaca la iconografía del dintel de la puerta, en el que dos ángeles, asidos con un brazo al escudo del obispo Álvarez de Toledo, mientras con el otro dan de comer a dos aves, representan el carácter benefactor del obispo. Encima del dintel aparece la Anunciación que, realizada con enorme sutileza, tiene influencias florentinas.

LA SILLERÍA DEL CORO

Es otra de las joyas artísticas de la Catedral. Es de madera de Nogal. Cientos de figuras fueron talladas a finales del siglo XV por el maestro Rodrigo Alemán. Predominan las de temas religiosos, pero en los brazos y en las misericordias están representadas escenas históricas y escenas y personajes de la vida cotidiana que constituyen un buen documento de la época. A veces, aparecen temas alejados de la ortodoxia religiosa, que son difíciles de explicar en un lugar sacro como la Catedral. Las interpretaciones que han dado los estudiosos van desde la tolerancia social de la época, hasta las posibles discrepancias entre el clero regular, que normalmente es criticado en las tallas de la sillería, con el clero secular, que eran quienes controlaban la catedral y sus obras.

El Coro se realizó para la Catedral Vieja y se adaptó, después, al lugar que hoy ocupa en la Nueva.

Juan Bautista Celma, en 1606, concluyó la magnífica rejería. Tiene forma abalaustrada y posee una delicada decoración de influencia plateresca.

EL ÓRGANO

Está enmarcado dentro del grupo de órganos románticos de principios de siglo XX. La caja del órgano es barroca del siglo XVII y contiene figuras esculpidas en la piedra que están llenas de movimiento y de expresividad. Son símbolos de la música. A la izquierda se encuentra la estatua de Jubal, que fue “el padre de los que tocan la cítara y la Flauta” y a la derecha la estatua de Orfeo tañendo la lira.

PORTADA NORTE

Corresponde a la puerta principal de la Catedral Nueva. El diseño general y la ejecución de los cuerpos de abajo pertenecen al maestro Juan de Álava, que también realizó la fachada de los Dominicos en Salamanca. En los cuerpos superiores intervinieron Siloé y Gil de Hontañón. La portada pertenece al Plateresco, periodo artístico del Renacimiento español. Álava se encontró con un espacio gótico de tendencia vertical al que era difícil adosarle unas estructuras ornamentales renacentistas de tendencia horizontales.

El problema lo resuelve el maestro, perfectamente, colocando, entre los dos contrafuertes del edificio que servirían de marcos de la puerta, cuatro cuerpos clásicos con sus correspondientes columnas y entablamentos. Cada cuerpo se compone de tres columnas a cada lado que rematan en el clásico frontón. El ritmo curvo de la puerta asciende a través de pequeñas bóvedas hasta ser coronado por un frontispicio curvo desde donde el Padre eterno preside toda la portada y el espacio de la plaza de la catedral.

La exquisita decoración que adorna la piel del muro y su rico contenido iconográfico convierten a este acceso en una joya del patrimonio artístico español.

En la parte alta de la puerta los canteros dejaron grabada la fecha de su terminación. Si fijan su mirada podrán leer: “1558 se acabó esta portada”.

PORTADA SUR (EL ENLOSADO)

Es uno de los rincones mágicos del entorno de la Catedral y de la Ciudad. Está enmarcado por la Puerta sur llamada popularmente del Enlosado, la Torre de aspecto defensivo del siglo XIV que perteneció a la catedral Vieja al este, la Torre románica de influencia bizantina de la sala capitular al oeste y cierra el espacio el muro con la balaustrada que se sitúa por encima de la muralla. El contraste entre los ritmos plásticos y escultóricos de la Torre del Melón, la estructura clásica de la portada, que rememora un arco de triunfo, y la torre fortaleza forma un espacio monumental, difícil de superar. El Enlosado recuerda al Patio Chico de las catedrales de Salamanca, con la Torre del Gallo y la fachada sur de la Catedral Nueva, sin embargo este rincón es más reducido, más cercano y más entrañable.


BASÍLICA DEL PILAR: catedrales de España que merece la pena visitar

6 septiembre, 2019 at 11:44
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La Basílica de Nuestra Señora del Pilar es el edificio más representativo de Zaragoza, el templo barroco más grande de España y uno de los centros de peregrinación más importantes del país.

Se considera el primer templo de culto mariano de la Cristiandad y en él se conserva la columna (o pilar) que la Virgen María, la noche del 2 de enero del año 40, entregó al apóstol Santiago cuando éste se encontraba a orillas del río Ebro convirtiendo a los primeros cristianos. Según la tradición, la Virgen en vida vino a Zaragoza a confortar y animar al apóstol en su empresa y al entregarle la columna le pidió que sobre ella levantase una capilla en la que se venerase su imagen.

Los aragoneses suelen llamar a la virgen “la Pilarica” ya que, a pesar de la importancia de la talla de la Virgen del Pilar, apenas mide unos 36 centímetros.

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El edificio presenta planta rectangular de salón con tres naves de igual altura, siendo más ancha la central, y capillas entre contrafuertes rodeando todo el perímetro del templo. Se plantea de este modo como iglesia de peregrinación para circular por ella sin molestar el culto. Cuenta con diferentes tipos de cubiertas (bóvedas, cúpulas) que se alternan de forma dinámica sobre gruesos pilares de sección cuadrada, salvo los que soportan la gran cúpula central que son poligonales. Los muros se articulan a base de pilastras que enmarcan las embocaduras de las capillas. La decoración interior es obra de Ventura Rodríguez, quien siguiendo tendencias clasicistas, sustituyó los elementos decorativos de estilo barroco que se proyectaron en origen.

Origen e Historia de la Basílica del Pilar

Según la tradición hubo una capilla primitiva que fue sustituida por un templo románico, tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I. En el año 1434 quedó prácticamente destruido por un incendio por lo que inició la construcción de un nuevo templo para sustituirlo. De esta construcción románica tan solo se conserva un tímpano con un crismón labrado en piedra, que está colocado en el muro sur de la plaza junto a la puerta baja.

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En 1515 finaliza la construcción de la nueva iglesia gótico-mudéjar que sustituyó al dañado templo románico. La iglesia era bastante amplia y constaba de una única nave y un pequeño claustro donde estaba la capilla del Pilar. De esta época es el retablo de alabastro del altar mayor, obra de Damián Forment en 1509.  

En 1638 se plantea la ampliación y modernización del templo, emulando el modelo y líneas de la Basílica de San Pedro de Roma. La construcción fue encargada a Felipe Herrera el Mozo, quien inicia las obras en el año 1681 y se prolongan hasta el año 1754.

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En 1725 el arquitecto Ventura Rodríguez recibe el encargo de terminar la Capilla dedicada a la Virgen del Pilar y de rediseñar el proyecto inicial del templo. En 1765 terminaban las obras de la Santa Capilla. Fue Ventura Rodríguez quien configuró el templo hasta nuestros días.

En 1872 concluyeron las obras de la gran cúpula central y la primera torre.

El resto de la torres fueron levantadas en 1907 y 1961 y en los años 1940-1950 se decoró en piedra la fachada que da a la plaza.

El interior de la Basílica del Pilar

Elemento a destacar en el interior del edificio es la Santa Capilla, un pequeño templo donde se encuentra colocada la imagen de la Virgen dentro de un camarín de plata con fondo de mármol verde sobre la columna. En este espacio se funden jaspes, mármoles y bronces con la decoración escultórica y la pintura de su cúpula.

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Del interior cabe destacar de igual modo la bóveda del coreto, frente a la Santa Capilla, decorada por un joven Goya y que plasma el tema «La Gloria o Adoración del Nombre de Dios»; la cúpula que representa la «Regina Martyrum», también pintada por Francisco de Goya; las cúpulas decoradas por los hermanos Bayeu, el Retablo Mayor, obra de Damián Forment y el coro de Nicolás de Lobato, Esteban de Obray y Juan de Moreto.

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La Catedral-Basílica cuenta con un tesoro que encierra un gran número de objetos de orfebrería litúrgica, destacando sobre todo el llamado Joyero de la Virgen, con coronas, diademas, resplandores, etc. de piedras preciosas, y la colección de más de 350 mantos de la Virgen (el más antiguo está confeccionado por las madres capuchinas de Zaragoza en 1762).

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En el templo están enterrados la mayoría de los arzobispos zaragozanos de la Edad Moderna, así como los cuerpos de San Braulio y del general Palafox, entre otros.

Como curiosidad hay que citar las dos bombas de la guerra civil, expuestas en uno de los pilares, que cayeron sobre el edificio pero no llegaron a explotar. También cabe destacar la presencia de las banderas de España y de los diferentes países hispanoamericanos, por ser la Virgen del Pilar la patrona de la Hispanidad.

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PLAYA DE LAS CATEDRALES: atardeceres de ensueño

12 junio, 2019 at 8:27
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La Playa de Las Catedrales, calificada como una de las más bellas de España, está enclavada en la costa de la provincia de Lugo (Galicia), también conocida como la Mariña Lucense, y es el nombre turístico de la playa de Aguas Santas, situada en el municipio gallego de Ribadeo.

La Playa de las Catedrales es uno de los destinos turísticos más visitados de Galicia. Merece ser visitada en cualquier momento del día, pero especialmente con marea alta, cuando el agua alcanza los acantilados, y al atardecer, cuando los rayos de sol juegan a colarse entre los huecos de las rocas.

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La Playa de Las Catedrales fue declarada Monumento Natural por su gran valor ecológico y paisajístico.

El nombre de “Las Catedrales” viene de sus imponentes estructuras rocosas situadas en mitad de la arena. El mar y el viento fueron los causantes de estas singulares formaciones con forma de arcos que se asemejan a los que se ven en las iglesias.

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Ésta bonita y original playa cuenta con una vastísima extensión de 1300 metros de longitud de arena fina y blanca y algunas formaciones rocosas.

Una de las curiosidades de la Playa de Las Catedrales es que cuando la marea es baja se puede pasear por el interior de estos gigantescos arcos mientras se camina por el arenal. ¡Una maravilla! Además, ésta playa tiene unos paisajes increíbles al estar situada 20 metros bajo los acantilados que la envuelven. Las rocas de esta playa forman columnas, laberintos, callejones y arcos con la bajamar. Sin duda esta playa es única en el mundo y por eso la hace tan especial y atractiva para los turistas.

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Otros puntos de interés cerca de la Playa de Las Catedrales que podéis visitar son las murallas y el Castillo de Lugo, la Catedral de Mondoñedo, el Mirador de la Playa de Rapadoira o el Monte de San Roque, entre muchos otros más.

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Cosas que debes tener en cuenta para visitar las Catedrales

  1. Reserva si vas en julio, agosto o septiembre. Eso es lo más importante, porque en esos meses, sin el permiso que expide la Xunta de Galicia por internet, no podrás entrar, sólo verla desde los acantilados. Obtener el permiso es muy fácil y lo puedes solicitar hasta 90 días antes de que vayas a ir. Clicando en este enlace llegarás a la web de los permisos para la playa de Las Catedrales. El resto del año la entrada es libre y siempre, cualquier día del año, incluso en los que se necesita la autorización para entrar, completamente gratis, no hay que pagar por disfrutar de esta playa gallega.
  • Elige bien el día: no en fin de semana. Si puedes, evita ir a Las Catedrales en la temporada de máxima afluencia (sí, en julio, agosto y septiembre) y, dentro de tus posibilidades, intenta que no sea un fin de semana. El momento ideal es un día soleado entre semana, porque podrás pasear y regalarte los ojos con las rocas de formas caprichosas, grandiosas. Si quieres bañarte, dependerá de lo que aguantes la baja temperatura del agua, porque es bastante fría incluso en verano.
  • Elige bien la hora: mira las mareas. La belleza máxima de la playa de Las Catedrales es cuando la marea está baja y deja al descubierto sus preciosos acantilados con los arcos modelados por el viento y el agua. Si vas con marea alta, no podrás bajar a la playa (porque no hay playa) y no podrás ver todas esas construcciones naturales parecidas a iglesias. En este enlace puedes ver las horas de las mareas altas y bajas (el que corresponde a Las Catedrales es el recuadro de “Ría de Foz” ).
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  • Dónde aparcar. En los alrededores de la playa se han habilitado zonas de aparcamiento con personal que dirige el tráfico en los días de mayor número de visitantes. Está todo muy bien señalizado. Luego, tendrás que caminar hasta el punto de acceso. Si vas con niños, ten mucho cuidado, porque hay tramos donde se camina por la carretera. En toda la zona, por la parte alta del acantilado, hay pasarelas de madera para poder ver la costa sin peligro (pero siempre con responsabilidad).
  • Comer en Las Catedrales. Puedes ir a pasar el día y llevar tu comida, porque hay una zona muy maja de merendero con mesas y bancos. Si prefieres que te lo den hecho, junto al acceso de bajada a la playa hay un restaurante con terraza.

VIDEO DE LA PLAYA DE LAS CATEDRALES

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CATEDRAL DE VALENCIA: catedrales de España que merece la pena visitar

16 enero, 2019 at 9:48

La Iglesia Catedral-Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia, llamada popularmente la Seu en valenciano, se encuentra en pleno casco histórico de Valencia.

La Catedral es sede del Arzobispado de Valencia y está dedicada a Jaume I el Conquistador. La Catedral se eleva encima de la antigua Mezquita de Balansiya ya que se construyó para marcar el territorio de los cristianos frente a los musulmanes.

Es interesante saber que además de la construcción actual realizada encima de la antigua mezquita de la ciudad, ésta se edificó encima de otra antigua iglesia visigoda y ésta, a su vez, utilizó un templo romano como base.

La catedral de Valencia fue consagrada en el año 1238 por el primer obispo de Valencia posterior a la Reconquista, Fray Andrés de Albalat.

El gótico valenciano es el estilo constructivo predominante de esta catedral, aunque también contiene elementos del románico, del gótico francés, del renacimiento, del barroco y neoclásico.

En su interior se venera el Santo Cáliz, fechado del siglo I, y dado a la catedral por el rey Alfonso el Magnánimo en 1436. Aunque parezca una leyenda, parece que hay muchos datos que aseguran que esta copa fuera la elegida por Jesús en su última cena. Se basan en la datación del cáliz, que es anterior al nacimiento de Cristo y de proveniencia oriental. Lo único que sería verdadero sería la parte superior de la copa, ya que las asas y los adornos son de época medieval.

Contiene algunas de las primeras y mejores pinturas del Quattrocento de toda la Península Ibérica, que llegaron de Roma a través de artistas contratados por Alejandro VI. Este último Papa valenciano, cuando aún era el cardenal Rodrigo de Borja, hizo la petición para elevar la sede valentina al rango de Metropolitana, categoría que le fue otorgada por el papa Inocencio VIII en 1492. Unos frescos sin duda que no deberías perderte, ya que puede tratarse de una de las primeras obras del primer Renacimiento.

Recomendamos saber los horarios y tarifas antes de realizar las visitas.

Origen e Historia de la catedral de Valencia

Dicen las crónicas que el sábado 9 de octubre del año 1238 hacia su entrada en la recién conquistada ciudad de Valencia, el rey Jaime I el Conquistador. Inmediatamente se dirigió a la Mezquita Mayor, y previa purificación puso la nueva Catedral bajo la advocación de «Nostra Dona Santa María». Jaime I había hecho promesa pública en Lérida el 28 de Octubre de 1236 de restituir la Iglesia Catedral de Valencia.

La Catedral desde la plaza de la Reina La Catedral de Valencia desde su inicial consagración en 1238, se encuentra bajo la advocación de la Santísima Virgen María, ante cuya imagen (un icono de la Virgen pintada sobre madera) celebró la primera misa el obispo Pere de Albalat. Según la tradición, dicha imagen era propiedad del mismo Jaime I que la llevó consigo en toda la campaña de la conquista del reino musulmán de Valencia. Sobre el destino de esta imagen que se encontraba en la Catedral desde los tiempos de la Reconquista, se sabe que fue quemada durante la Guerra Civil en 1936.

Sobre la consagración de la mezquita mayor existen muchas leyendas. Una de ellas narra como el rey, armado con un martillo de plata, destrozó las paredes del templo donde todavía quedaba decoración musulmana. A esta tarea se sumarían sus hombres, dejando la mezquita convertida en ruinas en pocas horas (recogido por Josef Teixidor en su libro Antigüedades de Valencia). Pero esto es solo leyenda, ya que la Mezquita Mayor fue usada como Catedral hasta la construcción del actual templo.

La sede catedralicia valentina fue constituida desde el mismo momento de la reconquista en 1238, pero no será hasta el año 1262 cuando den comienzo las obras de construcción de una Catedral de nueva planta.

El 1931 fue declarada monumento historicoartístico, pero durante la Guerra Civil Española fue incendiada, razón por la que se perdieron parte de sus elementos artísticos. El coro, situado en la parte central, fue desmontado en 1940 y trasladado al fondo del altar mayor. Los órganos, que habían sufrido importantes daños durante el conflicto bélico, no fueron reconstruidos.

En 1972 se emprendió la tarea de recuperación del gótico de la catedral, que significó la retirada de casi todos los elementos clásicos. Solo quedó como decoración clásica la mayor parte de las capillas laterales y de la girola, y algunos elementos puntuales, como las esculturas sobre las pechinas del cimborrio.

Arquitectura de la catedral de Valencia

La iglesia es de planta medieval de tres naves con crucero cubierto con cimborrio, girola y ábside poligonal.

El estilo dominante es el gótico, ya que la estructura principal se construyó durante los siglos XIII y XV, aunque también podemos encontrar elementos del barroco, románico, renacimiento e incluso neoclasicismo, ya que su construcción se alargó en el tiempo y ocupó varios siglos.

Es curioso saber que a la derecha de la Puerta de los Apóstoles se encuentra un reloj de sol. Si te fijas bien, podrás ver la aguja vertical, llamada nomón y si tienes una vista de lince, puede que hasta vislumbres las rayas y los números que marcaban las horas.

La Catedral, en su exterior, está compuesta por la Puerta de l’Almoina o del Palau (románico) , la Capilla de Sant Jordi; la primera donde se celebró misa, l’ Obra Nova de estilo renacentista italiano, el Micalet – Miguelete de estilo gótico valenciano, la Puerta de los Apóstoles, del gótico francés y la Puerta de los Hierros, de estilo barroco italiano.

La Puerta de l’Almoina o del Palau fue realizada entre los años 1260 y 1270, en estilo románico con influencias orientalizantes y mudéjares. Se encuentra en la zona más antigua. Su origen está todavía por determinar lo cierto es que se haya emplazada en el lugar que ocupaba antiguamente la quibla de la antigua mezquita árabe. Se conoce con el nombre de Puerta del Palau porque su frente se abre a la plaza en la que se encuentra el Palacio Arzobispal. La portada es abocinada, con seis arquivoltas de medio punto que apoyan sobre finas columnas (es de destacar la decoración de las arquivoltas). Conviene admirar los ventanales góticos que la coronan cuya utilidad primordial era la de servir de tribunas desde donde contemplar los actos públicos que se realizaban en la plaza de la Virgen.

De todos es sabido que la torre del campanario de la Catedral de Valencia es el Miguelete pero, ¿por qué se llama como una persona? ¿El nombre del arquitecto era Miguel? ¿Su padre? Pues en realidad viene de la campana mayor, la encargada de marcar las horas, que fue bautizada el día de San Miguel.

Por lo que respecta al interior, destacar la Capilla del Santo Cáliz, la girola y la nave principal y laterales del gótico y el altar mayor, con unas pinturas muy bellas y recién restauradas de estilo renacentista, con algún añadido procedente del barroco.

La capilla del santo Cáliz, fue construida alejada del cuerpo principal, a mediados del siglo XIV, concretamente entre los años 1356 y 1369, justo en el momento en el que constaba como maestro mayor de la Catedral, Andrés Juliá. En ella se encontraba la antigua sala capitular. Se dispone como un espacio único, de proporciones casi cúbicas y en origen, exento de la catedral. Es de planta cuadrada con trece metros de lado. Resalta su extraordinaria bóveda estrellada, de crucería y planta octogonal con pequeñas bóvedas triangulares esquinales. Fueron Pere Compte y Asensi Fos los que hicieron posible su unión definitiva a la Catedral mediante un pasadizo.

La girola cuenta con ocho capillas. En el año 1771 se proyectó una reforma de corte neoclásico auspiciada por Antonio Gilabert que recubrió por completo ésta y el resto de la iglesia. En la última restauración efectuada se limpiaron algunos de sus ornamentos, quedando al descubierto parte de los arcos y muros góticos originales. El ábside es de planta poligonal y está cubierto por una bóveda gallonada de seis nervios. Muestra cinco ventanales y se comunica con la girola por dos puertas laterales Algunos especialistas señalan que la nave principal fue terminada antes de finalizar el siglo XIII.

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