El complejo Fundador Pedro Domecq, situado en Jerez de la Frontera (Cádiz), es un espacio que cuenta con las bodegas más antiguas y singulares de Jerez.
Las Bodegas Pedro Domecq son las más antiguas de Jerez pues su fundación data del año 1730. Su visita te sumerge en el romanticismo del siglo XVIII a través de su marco arquitectónico, la armonía de sus edificaciones, sus jardines, plazas y patios, donde nació el primer brandy español (Fundador).
Es un conjunto monumental que conserva desde las torres de una muralla medieval hasta el claustro de un convento del siglo XIV.
Más de 100.000 botas de roble americano reposan en las históricas bodegas jerezanas de Domecq. Sus instalaciones de elaboración y crianza ocupan 25 hectáreas.
De la veintena de variedades de vid realmente importantes que se producen en la zona del Jerez Superior, las que en Pedro Domecq interesan son únicamente dos: la palomino, para los vinos secos, y la pedro ximénez, para los dulces. Sólo dos clases de cepas… pero con calidad y en cantidad suficientes como para crear algunos de los vinos más importantes del mundo.
Historia
La tradición familiar de las bodegas Domecq se inicia en 1730 con el precursor de la bodega, el irlandés Patrick Murphy. Pero la bodega adquiere la espectacular dimensión con la que cuenta en la actualidad a mediados del siglo XIX, con la llegada a Andalucía de Pierre Domecq, un joven y emprendedor aristócrata francés. Pierre era socio de la firma inglesa Ruskin, Telford & Ruskin y su misión era, precisamente, la de representar en España a esa prestigiosa casa londinense en el comercio de vinos. Pero las bodegas, los vinos, los caballos y los aires de Jerez hicieron su efecto y convirtieron al poco tiempo a Pierre Domecq en… Pedro Domecq.
Así fue como Domecq estrenó su propio negocio y su bodega se convirtió, rápidamente, en proveedora de la Casa Real.
Desde el siglo XVIII, la familia Domecq ha reunido, en sus propiedades, los más cotizados viñedos de la zona del Jerez Superior. Esto permitió que la bodega fuera creciendo de forma vertiginosa y, de generación en generación, sus representantes fueron pregonando por todo el mundo el viejo lema familiar: \’Domecq Oblige\’.
Más de 250 años de historia europea enriquecen el patrimonio cultural de Domecq. Nombres ilustres de las artes, de la política y de las ciencias figuran en los libros y documentos de su archivo familiar. Es el caso de Nelson, Napoleón, Fox, Jorge IV, Fernando VII y Fleming, entre otros.
El complejo Pedro Domecq
El conjunto de edificaciones que compone el núcleo histórico de la Bodega tiene dos accesos principales.
Uno de ellos, el situado en la parte sur, se localiza en la zona denominada Puerta de Rota, así conocida porque en ese lugar se encontraba una de las puertas de la muralla árabe que rodeaba a la ciudad durante la Edad Media y de la cual quedan aún varios tramos bien conservados.
Esta entrada cuenta con un hermoso jardín diseñado en 1823 y que posee casi cien especies distintas de plantas y árboles tanto autóctonos como de otras procedencias (Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía).
La fachada norte se encuentra en la calle San Ildefonso, en pleno corazón del Jerez medieval. Desde la puerta de entrada a la bodega pueden contemplarse algunos de los monumentos más representativos de Jerez como son la Catedral, el Convento del espíritu Santo, la Iglesia de San Mateo y la torre barroca de la Iglesia de San Miguel.
Las bodegas están perfectamente integradas en el diseño urbanístico del Jerez del siglo XVIII, constituyéndose en uno de los mejores ejemplos de lo que localmente se conoce como “arquitectura bodeguera”, grandes edificios que manifiestan la importancia que la industria vitivinícola ha tenido siempre en la ciudad y su entorno.
De entre todos los edificios que componen la totalidad de las bodegas algunos de ellos forman el verdadero corazón del conjunto histórico: San Pedro, El Castillo, El Molino, La Tribuna y La Luz.
Pero el más bello rincón del conjunto de edificios, desde el punto de vista arquitectónico, pertenece a los claustros. Este patio, parcialmente cubierto, fue claustro del Convento del Espíritu Santo, el más antiguo de los existentes en Jerez y que data del siglo XIV. Evitando su total deterioro, Domecq lo compró a las dominicas a finales del siglo XIX y lo fue restaurando hasta conseguir devolverle su peculiar fisonomía, logrando así salvar tres cuartas partes de su estructura primitiva.
La Bodega el Molino
La fundación de Domecq se remonta al año 1730, aprovechando un edificio que albergó un antiguo molino del siglo XVII y que hoy es la bodega más representativa y la que más fielmente reproduce la rica historia de la empresa.
Su visita permite a los visitantes dar un salto atrás en la historia del vino y del brandy de Jerez. Son muchas las anécdotas y curiosidades que encierran estas paredes centenarias.
Aquí descansan las soleras ancestrales de Domecq, los vinos y brandies que fueron el origen de las marcas que hoy todos conocemos. Son verdaderas reliquias, joyas de la enología cuyas edades medias rondan los cien años. Vinos como Amontillado 51-1ª, Capuchino, Sibarita, Venerable… y también la primera bota de Fundador, firmada por Alfonso XIII.
También se hallan en este rincón las botas que se dedicaron a muchos de los ilustres visitantes que pasaron por la bodega, como Alexander Fleming, Manolete, Lola Flores o los reyes Fernando VII, Victoria Eugenia y Umberto I de Italia. Todos ellos tuvieron la ocasión de disfrutar de una copa de los más preciados vinos y brandies de Domecq.
La Bodega El Molino da paso al Patio del Sagrado Corazón, espacio abierto con arcos y columnas de piedra y flanqueado por limoneros, naranjos, rosales y flores diversas que llenan de colorido y aromas las primaveras de Domecq. En uno de sus extremos, el patio da al gran jardín de Puerta de Rota y, en el otro, se encuentra el acceso al edificio de oficinas frente a cuya entrada hay una pequeña fuente que contiene en el centro un busto dedicado a Pedro Domecq Loustau.
No te olvides de consultar el horario de visitas a este maravilloso complejo monumental con las bodegas más antiguas y singulares de Jerez.